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Yiwu-Madrid: la línea ferroviaria más larga del mundo

Análisis

Alejandro Vigo
Alejandro Vigo
Alumno del Máster Profesional de Analista Internacional y Geopolítico de LISA Institute. Graduado en Relaciones Internacionales con gran interés en la geopolítica y en el comercio internacional, particularmente en Sudeste Asiático.

El ferrocarril Yiwu-Madrid se ha convertido en una de las rutas comerciales más estratégicas entre China y España, ofreciendo una alternativa eficiente al transporte marítimo y aéreo. Su impacto en el comercio internacional, junto con sus ventajas y desafíos, es clave para entender su papel en la logística global. En este artículo, el alumno del Máster Profesional de Analista Internacional y Geopolítico de LISA Institute, Alejandro Vigo, explica cómo esta línea ferroviaria está transformando el panorama del comercio y la geopolítica.

Las relaciones entre China y España tienen una historia rica y diversa que se remonta a siglos atrás. Desde los primeros contactos a través de la Ruta de la Seda, hasta la época del Galeón de Manila, ambos países han forjado un vínculo económico y cultural significativo. La apertura diplomática formal en 1973 marcó el inicio de una nueva era en la colaboración bilateral.

En las últimas décadas, esta relación se ha intensificado. La creciente relevancia de China en la economía global y el interés de España en aprovechar nuevas oportunidades han sido clave en este proceso. Actualmente, ambos países comparten un enfoque en el multilateralismo, la sostenibilidad y la promoción del comercio como pilares de su cooperación.

En este contexto, la línea ferroviaria Yiwu-Madrid se erige como un ejemplo emblemático de la colaboración entre ambas naciones. Inaugurada en 2014, esta conexión ferroviaria une dos puntos estratégicos en los extremos del continente euroasiático, siendo en términos de distancia la más larga del mundo y se erige dentro del Cinturón Económico de la Nueva Ruta de la Seda.

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Desde su concepción, el proyecto fue visto como un puente logístico clave para potenciar el comercio bilateral, reducir los tiempos de tránsito y ofrecer una alternativa sostenible al transporte marítimo y aéreo. La participación activa de líderes como Xi Jinping y Mariano Rajoy en su lanzamiento subraya la importancia geopolítica y económica de esta iniciativa. La selección de Madrid como el destino final refleja su papel como una puerta de entrada a Europa y al norte de África para los productos chinos. 

Infraestructura del ferrocarril en la línea Yiwu-Madrid

La ruta cruza ocho países (China, Kazajistán, Rusia, Bielorrusia, Polonia, Alemania, Francia y España), recorre 13.052 kilómetros y tarda 16 días por trayecto. Yiwu Timex Industrial Investment, una subsidiaria de YXE Trading Service Group (Grupo YXE), es la empresa china encargada de operar los trenes portacontenedores de esta ruta.

Imagen 1. Recorrido de la línea Yiwu-Madrid. Fuente: CGTN.

El viaje comienza en la ciudad Yiwu. Ubicada en el este del gigante asiático, cerca de Shanghái y Ningbo (dos de los tres puertos más importantes del mundo) es conocida por ser un centro comercial global.

Con la apertura económica impulsada por Deng Xiaoping, se creó en esta ciudad el Mercado de Futian. Con el tiempo, ha sufrido varias ampliaciones hasta convertirse en el mercado mayorista más grande del mundo. Actualmente, alberga más de 75.000 tiendas, repartidas en cinco distritos, con una extensión de 5,5 millones de metros cuadrados.

El mercado ofrece una amplia variedad de productos, desde bienes básicos hasta artículos de moda y decoración. Cada semana, salen dos trenes hacia Europa, transportando alrededor de 100 contenedores. Muchos de ellos tienen como destino el Polígono de Cobo Calleja, en Madrid, el mayor centro comercial de empresarios chinos en Europa.

La infraestructura de la línea debe adaptarse a diferentes anchos de vía a lo largo de su recorrido. En China y Europa, se utiliza el ancho estándar de 1435 mm. En Rusia y Kazajistán, se emplea el ancho ruso de 1520 mm, mientras que en España se usa el ancho ibérico de 1668 mm.

Para ajustar estos cambios, se realizan modificaciones en varios puntos del trayecto. Los principales son Druzhba-Alataw (entre China y Kazajistán), Brest-Malaszewicze (entre Bielorrusia y Polonia) y Hendaya-Irún (entre Francia y España). En estos lugares, se cambian los bogies para adaptar los trenes a los distintos sistemas ferroviarios.

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A lo largo de la ruta, el tren atraviesa distintos sistemas de aduanas y zonas de descarga de contenedores. Además, pasa por estaciones clave, como el puerto de Duisburgo en Alemania. El recorrido finaliza en la terminal de Abroñigal, en Madrid, una de las más grandes e importantes de España. Desde allí, se distribuyen mercancías por ferrocarril, conectando Madrid con otras regiones del país. Sin embargo, es demasiado céntrica y pronto trasladará sus operaciones al nodo estratégico logístico de Vicálvaro.

Esta ubicación mejorará la conexión con otras redes de transporte, facilitando la distribución de mercancías en Españay Europa. También permitirá una mejor integración con las autopistas y la red de transporte de mercancías por carretera.

Por otro lado, las nuevas instalaciones en Vicálvaro estarán diseñadas para optimizar las operaciones de carga y descarga. Contarán con tecnología moderna y mejores procesos operativos, lo que permitirá mayor rapidez y eficiencia en el manejo de mercancías. Según Adif, el proyecto estará terminado en el cuarto trimestre de 2025.

Muchos de los productos que salen de Yiwu llegan a Fuenlabrada como destino final. Concretamente, al mayor centro comercial de empresarios chinos en Europa: el Polígono de Cobo Calleja. Este polígono industrial es uno de los mayores centros de distribución de productos chinos en Europa. En las últimas décadas, ha crecido significativamente y se ha convertido en un núcleo clave del comercio entre España y China.

Con más de 1.500 empresas, la mayoría gestionadas por la comunidad china, Cobo Calleja se especializa en la importación, almacenamiento y distribución de una amplia variedad de productos. Entre ellos, destacan textiles, electrónicos y bienes de consumo diario.

Ventajas del ferrocarril que conecta China y España

El establecimiento de la línea Yiwu-Madrid ha facilitado el comercio bilateral entre China y Europa. Su capacidad para transportar grandes volúmenes de mercancías de forma rápida y eficiente ha permitido a las empresas acceder a nuevos mercados y expandir sus operaciones.

Esta ruta ferroviaria nació para cubrir un vacío logístico. Su objetivo es ofrecer una alternativa a quienes no desean asumir los altos costes del transporte aéreo ni la larga espera del transporte marítimo.

Imagen 2. Primer tren YXE con destino Madrid. Fuente: La Nueva España

El transporte ferroviario de mercancías desde China a Europa es aproximadamente un 50% más barato que el transporte aéreo. Sin embargo, en condiciones normales, cuesta el doble que el transporte marítimo. Actualmente, los costos del flete ferroviario oscilan entre 6.000 y 7.000 dólares (USD). Estas tarifas están cerca de los precios elevados del transporte marítimo, que rondan los 5.000 USD.

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En términos generales, el transporte ferroviario permite mover mercancías de Asia a Europa el doble de rápido que el transporte marítimo, aunque sigue siendo dos veces más lento que el transporte aéreo.

El tiempo estimado para el traslado de mercancías de una terminal a otra varía según el medio utilizado:

  • Transporte aéreo: de 5 a 9 días.
  • Transporte ferroviario: de 15 a 19 días.
  • Transporte marítimo: de 37 a 50 días.

Sin embargo, el tráfico marítimo enfrenta retrasos adicionales. Debido a los problemas en el Mar Rojo, una de las principales puertas de entrada al Mediterráneo, los tiempos actuales pueden aumentar hasta 10 días si los barcos deben rodear el sur de África.

Algunos estudios sugieren que la mejora de la infraestructura ferroviaria podría reducir drásticamente los tiempos. Con la construcción de una vía de doble capacidad, estaciones y apeaderos mejor equipados, el trayecto podría completarse en solo seis días. Esto supondría un desafío directo al transporte aéreo en términos de rapidez.

En comparación con el transporte marítimo, el transporte ferroviario es una opción más atractiva para destinos alejados de los puertos. También es ideal para mercancías que requieren grandes inversiones de capital o que tienen un alto margen de beneficio. Cuanto mayor sea el valor de la mercancía transportada por contenedor, menor será el impacto del coste de transporte en el precio final del producto.

Por otro lado, el transporte ferroviario ofrece una mayor seguridad en comparación con el transporte marítimo. Este último enfrenta riesgos relacionados con el clima, como la posibilidad de que los contenedores caigan al mar o que las mercancías sufran daños por infiltración de agua salada.

En los últimos años, el transporte marítimo se ha vuelto más lento. La congestión en la carga y descarga de mercancías en los puertos y las limitaciones de velocidad impuestas por la llamada ‘vía lenta’ para ahorrar combustible han afectado su eficiencia. Además, la viabilidad del transporte marítimo se ha visto amenazada por fuertes fluctuaciones de precios. Esto ha dificultado que las empresas puedan hacer planes a largo plazo respecto al coste del flete.

Uno de los factores más recientes que agravan la situación son los ataques a buques y la creciente inseguridad en las principales rutas marítimas (SLOC), como el Mar Rojo y el Estrecho de Malaca.

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En cuanto a sostenibilidad, el ferrocarril genera una huella de carbono significativamente menor en comparación con el transporte aéreo y por carretera. La implementación de tecnologías avanzadas, como sensores y sistemas de rastreo GPS, también garantiza la seguridad y eficiencia de las operaciones, minimizando pérdidas y retrasos. Además, la vigilancia armada y la integración de procesos aduaneros digitales refuerzan la fiabilidad del transporte.

La línea Yiwu-Madrid ofrece un tercer método logístico, situándose entre el transporte aéreo y marítimo. Su desarrollo ha generado numerosas oportunidades comerciales.

Aunque el transporte ferroviario de mercancías sigue siendo una opción marginal en el comercio bilateral (representa solo un 0,1% de los intercambios con China), se perfila como una alternativa eficiente y económica. Su ventaja radica en ofrecer un equilibrio entre coste y tiempo, situándose entre el transporte aéreo y marítimo.

Además, el ferrocarril proporciona mayor seguridad y un menor impacto ambiental. Estas ventajas coinciden con los objetivos de sostenibilidad y desarrollo económico impulsados por iniciativas como la Iniciativa de la Franja y la Ruta y las normativas europeas. Esto refuerza su atractivo como una solución logística moderna y responsable.

Desafíos y soluciones del nuevo ferrocarril

Uno de los principales desafíos de la línea Yiwu-Madrid es la diferencia de ancho de vía entre países. Cada cambio requiere transferencias de contenedores, lo que puede aumentar costos y tiempos de tránsito si no se gestiona de forma eficiente.

Para mitigar estos problemas, se han implementado tecnologías avanzadas. Entre ellas, destacan las grúas automáticasy los sistemas digitales de gestión en las terminales, lo que ha mejorado la eficiencia en la transferencia de carga.

España es líder en la tecnología de cambio de ancho automático, desarrollada por Talgo. Esta solución ha demostrado ser viable en trenes de pasajeros. Sin embargo, su aplicación en trenes de mercancías enfrenta desafíos. Entre ellos, el alto costo, el mayor desgaste de los bogies y la complejidad en el mantenimiento.

Otro gran desafío es la balanza comercial desigual entre España y China. Aunque se esperaba que esta ruta ayudara a equilibrar el comercio bilateral, el déficit comercial de España no ha disminuido.

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Los trenes suelen llegar a España con la carga completa, principalmente con productos de bazar y electrónica. En cambio, el trayecto de regreso lleva menos carga, transportando productos agrícolas como vino, aceite de oliva y productos cárnicos (jamón y despojos porcinos). Esto provoca acumulaciones de contenedores en estaciones como Abroñigal y eleva los costos operativos. Además, en España hay poco conocimiento sobre esta ruta. Muchas empresas desconocen sus precios y servicios, lo que limita su uso y potencial crecimiento.

Una solución propuesta es el envío de contenedores vacíos a China mediante rutas ferroviarias, marítimas o intermodales. Esto ayudaría a mitigar la escasez de contenedores en China, provocada por la alta demanda de exportaciones en comparación con las importaciones. Sin embargo, esta gestión es costosa y requiere tiempo, ya que las operadoras deben pronosticar cuidadosamente la demanda para evitar acumulaciones innecesarias.

La tecnología ha comenzado a abordar estos problemas con soluciones innovadoras. Plataformas como Container XChange permiten a las empresas arrendar o intercambiar contenedores, optimizando su reutilización y reduciendo los costos operativos. Adicionalmente, la cooperación entre operadores mejora la gestión eficiente de recursos y fomenta la sostenibilidad.

Un ejemplo destacado es el proyecto europeo 4FOLD, que ha desarrollado contenedores plegables capaces de reducir hasta cuatro veces el espacio requerido en almacenamiento y transporte, ahorrando además un 37% en emisiones. 

Estas soluciones no solo buscan reducir el movimiento de contenedores vacíos, sino también impulsar nuevos modelos de negocio sostenibles, como la economía circular. En este contexto, empresas como XChange han explorado la venta de contenedores vacíos para usos alternativos. Entre ellos, destacan la construcción de casas y oficinas, lo que amplía su utilidad y fomenta un enfoque más responsable y eficiente en el transporte global.

Por último, la guerra en Ucrania ha tenido impacto, aunque no extremadamente disruptivo, en la ruta del tren Yiwu-Madrid, sobre todo al principio. A pesar de las preocupaciones en un principio, los trenes China-Europa han continuado operando. Sin embargo, la incertidumbre que han generado las tensiones geopolíticas, las sanciones impuestas a Rusia, así como la preocupación de seguridad de la carga, ha llevado a los operadores y clientes a buscar rutas alternativas.

La más atractiva es el Corredor de Transporte Internacional Trans-Caspio (TITR, por sus siglas en inglés)32, una ruta de transporte multimodal que atraviesa Kazajistán en tren hasta parar en el puerto de Aktau, donde la mercancía cruza el Mar Caspio en barco hasta llegar a Bakú (Azerbaiyán), cambiando a los raíles y siguiendo su ruta por Georgia y Turquía, desde donde llega a Europa.

Sin embargo, la falta de infraestructura y los continuos cambios modales significan que este corredor no está preparado para manejar los volúmenes transportados por la línea principal. Igualmente, los países están buscando formas de cooperar y atraer inversiones para desarrollar esta ruta.


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