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Cómo el ciberbullying influye en los tiradores de escuelas en Estados Unidos

Análisis

Ana Julve
Ana Julve
Graduada en Criminología y estudiante del Máster en Ciberdelincuencia en la Universidad Internacional de La Rioja. Interesada en el estudio de la criminalidad, los perfiles criminológicos, la ciberdelincuencia, la seguridad y la actualidad.

En las semanas o meses anteriores a un tiroteo en un colegio de Estados Unidos, el estudiante que lo comete suele manifestar cambios en su comportamiento. Identificarlos y notificarlos pueden ayudar a evitar una masacre; por ello, en este artículo, te explicamos cómo el ciberbullying influye en las masacres en escuelas de Estados Unidos y cómo podrían prevenirse estas masacres.

El bullying y el ciberbullying son dos formas de acoso que afectan a las personas, especialmente en el ámbito escolar. El bullying, conocido como acoso escolar en español, se refiere a comportamientos de hostigamiento, tanto a nivel físico como verbal, de manera continua y repetitiva durante un periodo de tiempo. El acoso puede ser físico, verbal, psicológico, social o sexual y se realiza a través del contacto directo

Por otro lado, el ciberbullying sería una forma de hostigamiento o amenaza que tiene lugar a través de medios digitales, como internet, redes sociales, mensajes de texto y correos electrónicos. Este tipo de acoso involucra el uso de la tecnología para hostigar, humillar, amenazar o difamar a una persona de manera repetida y deliberada.

Las principales características del ciberbullying

  • A menudo permite a los agresores permanecer en el anonimato, lo que puede aumentar su comportamiento abusivo y dificultar la identificación de los responsables.
  • Debido a la naturaleza digital, el ciberbullying tiene un alcance potencialmente ilimitado, ya que los mensajes o contenidos perjudiciales pueden difundirse rápidamente a través de internet y las redes sociales.
  • A diferencia del acoso tradicional, el ciberbullying puede dejar una huella permanente en línea, lo que puede tener un impacto duradero en la víctima y dificultar la eliminación de los contenidos perjudiciales.
  • El ciberbullying puede causar estrés, ansiedad, depresión, baja autoestima, aislamiento social e incluso pensamientos suicidas en las víctimas, afectando su salud mental y bienestar emocional.

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Tipos de ciberbullying

  • Ciberbullying directo. Implica el envío de mensajes amenazantes, insultos, difamaciones, o contenidos ofensivos de forma directa a la víctima a través de medios digitales.
  • Ciberbullying indirecto o relacional. Se refiere a la difusión de rumores, secretos o comentarios perjudiciales sobre la víctima en línea, con el objetivo de dañar su reputación o relaciones sociales.
  • Suplantación de identidad. Se hacen pasar por la víctima en línea, creando perfiles falsos en redes sociales o enviando mensajes en su nombre para causarle daño.
  • Acoso cibernético por exclusión.  Cuando se excluye deliberadamente a la víctima de grupos en línea, chats o redes sociales, con el fin de provocarle sufrimiento emocional.
  • Acoso cibernético sexual. Involucra el envío de contenidos sexualmente explícitos, fotografías íntimas o comentarios inapropiados de naturaleza sexual a la víctima, con el fin de intimidarla o humillarla.

Señales antes de una masacre en Estados Unidos

En las semanas o meses anteriores a la masacre, además de ser víctima de ciberbullying, el estudiante suele manifestar cambios en su comportamiento. Identificarlos y notificarlos pueden ayudar a evitar una masacre.

Cambios de comportamiento 

  • Aislamiento social: El tirador puede retirarse de amigos y actividades sociales.
  • Cambios extremos en el comportamiento: Puede volverse más agresivo, irritable o retraído.
  • Obsesión con la violencia: Fascinación por armas, tiroteos u otros actos violentos.

Comunicación preocupante

  • Amenazas verbales o escritas: Hablar, escribir sobre hacer daño a otros. 
  • Publicaciones en redes sociales inquietantes: Mensajes violentos o perturbadores
  • Dibujos o escritos violentos: Expresiones gráficas de violencia.

Repentino interés por armas y violencia

  • Acceso a armas
  • Búsquedas en línea sobre tiroteos escolares.

Problemas en la escuela

  • Bajo rendimiento académico. 
  • Historial de acoso escolar o ciberbullying.
  • Ser víctima de acoso o ser un acosador.

Cambios en la apariencia y vestimenta

  • Vestimenta inusual: Puede usar ropa oscura o camuflaje.
  • Tatuajes o símbolos violentos: Marcas visibles relacionadas con la violencia.

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Características comunes de los tiradores

Los tiradores en masacres escolares comparten una serie de características comunes que merecen un análisis detallado. En primer lugar, se observa que los ataques suelen estar meticulosamente planificados, lo que sugiere una preparación exhaustiva por parte de los perpetradores. Estos individuos son comúnmente hombres jóvenes que tienen un acceso relativamente fácil a armas de fuego. Además, a menudo son alumnos o exalumnos de la institución donde se lleva a cabo el ataque, lo que añade una capa de complejidad a la situación y puede dificultar la prevención de tales eventos.

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Otro rasgo común entre estos tiradores es su tendencia a presentar comportamientos de reclusión y soledad. Este aislamiento social puede dificultar la identificación de sus intenciones antes del ataque. Antes de la violencia, es frecuente que experimenten cambios notables en su comportamiento, los cuales pueden servir como señales de advertencia para quienes los rodean.

Un fenómeno relevante en este contexto es el síndrome Amok, un trastorno extremadamente raro que se manifiesta a través de episodios de furia descontrolada. Este síndrome impulsa al individuo a cometer actos de homicidio o causar lesiones graves con la intención de matar a todos los que se crucen en su camino. Estos brotes de violencia suelen surgir de manera impredecible y, lamentablemente, frecuentemente culminan con la muerte del agresor, ya sea por suicidio o por intervención de las fuerzas de seguridad para detener el ataque.

Factores de riesgo del ciberbullying 

Existen diversos factores de riesgo que pueden contribuir a situaciones problemáticas en el ámbito social y emocional. Entre ellos se encuentran los trastornos de salud mental que no reciben tratamiento adecuado, así como la vivencia de acoso escolar, que puede dejar secuelas profundas en la víctima. Además, los sentimientos de exclusión o rechazo social juegan un papel crucial, al igual que el acceso a armas de fuego, que puede incrementar la gravedad de los conflictos.

El uso inapropiado de la tecnología también se destaca como un factor que puede agravar estas situaciones, facilitando la comunicación negativa y el acoso en línea. Asimismo, el aislamiento social y la falta de supervisión por parte de adultos responsables pueden dejar a los jóvenes vulnerables a comportamientos de riesgo.

Por último, la desinhibición que se produce por la ausencia de contacto físico puede llevar a los agresores a realizar comentarios o acciones que no se atreverían a expresar en un encuentro cara a cara, intensificando así el ciclo de violencia y hostigamiento.

¿Cómo proteger y protegernos del ciberbullying? 

Para protegernos del ciberbullying o proteger a otros son fundamentales para crear un entorno seguro y saludable elementos como la educación, la concienciación, la comunicación abierta, el apoyo social y el fortalecimiento de la autoestima. Estos factores desempeñan un papel crucial en la prevención de situaciones adversas y en la promoción del bienestar emocional.

A través de la educación y la concienciación, las personas adquieren el conocimiento y las habilidades necesarias para tomar decisiones informadas y saludables en su vida diaria. La comunicación abierta, por su parte, facilita la expresión de emociones y pensamientos, lo que no solo ayuda a resolver conflictos, sino que también fortalece las relaciones interpersonales.

El apoyo social ofrece un sistema de contención que es esencial en momentos de dificultad, promoviendo la sensación de pertenencia y fomentando la solidaridad entre individuos. Además, fortalecer la autoestima es vital para que las personas desarrollen una imagen positiva de sí mismas, lo que a su vez les permite tomar decisiones asertivas y enfrentar los desafíos con mayor confianza. Juntos, estos elementos no solo protegen a las personas de riesgos potenciales, sino que también contribuyen a su crecimiento personal y emocional.

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Concienciación y educación sobre ciberbullying para evitar masacres en escuelas de Estados Unidos

  • Programas de Prevención. Las escuelas deben implementar programas de prevención del acoso, la violencia y el uso de armas.
  • Sensibilización. Educar a los estudiantes, padres y personal sobre las señales de advertencia y cómo informarlas.

Comunicación abierta

  • Líneas Directas de Denuncia. Establecer canales confidenciales para que los estudiantes informen preocupaciones.
  • Comunicación entre Padres y Escuela. Fomentar la comunicación abierta sobre problemas de seguridad.

Evaluación del riesgo

  • Entrenamiento del personal y estudiantes:
  • Simulacros de emergencia. Practicar respuestas a situaciones de crisis.
  • Capacitación en primeros auxilios psicológicos. Ayudar a los afectados después de un incidente.
  • Control de acceso y seguridad física.
  • Control de entrada: Limitar el acceso a la escuela y verificar visitantes.
  • Cámaras de Seguridad. Instalar cámaras para monitorear áreas comunes.

Apoyo social y emocional

  • Programas de apoyo. Ofrecer asesoramiento y grupos de apoyo para estudiantes.
  • Promover la inclusión. Fomentar un ambiente donde todos se sientan aceptados.
  • Colaboración con la comunidad
  • Participación de la policía. Trabajar con las fuerzas del orden para mejorar la seguridad.
  • Participación de los padres. Implicar a los padres en la seguridad escolar.

Estudios y evidencia empírica sobre ciberbullying y violencia escolar

1. Impacto en la salud mental. Diversos estudios han demostrado que tanto el ciberbullying como la violencia escolar tienen efectos negativos en la salud mental de los implicados, como ansiedad, depresión, estrés postraumático y pensamientos suicidas.

2. Relación bidireccional. Algunas investigaciones han identificado una relación bidireccional entre el ciberacoso y la violencia escolar, donde aquellos que son víctimas de ciberacoso pueden ser más propensos a involucrarse en comportamientos violentos como respuesta, y viceversa.

3. Factores de riesgo compartidos. Estudios han señalado la existencia de factores de riesgo comunes para el ciberacoso y la violencia escolar, como el acoso tradicional, la falta de habilidades sociales, la baja autoestima, la victimización previa, y la exposición a la violencia en el entorno familiar.

4. Prevalencia y tendencias. Investigaciones indican que tanto el ciberacoso como la violencia escolar están presentes en diferentes países y contextos socioeconómicos, si bien las tasas de prevalencia y las manifestaciones específicas pueden variar.

5. Intervenciones y prevención. La evidencia sugiere que las intervenciones que abordan tanto el ciberacoso como la violencia escolar de manera integral, incluyendo programas de educación emocional, actividades de sensibilización, protocolos de denuncia y apoyo psicológico, pueden ser efectivas para reducir estos fenómenos.

Casos reales de masacres escolares y su impacto global

Incidentes trágicos como el caso de Sandy Hook en Estados Unidos en 2012, donde Adam Lanza, de 20 años, causó la muerte de 28 personas antes de quitarse la vida, han dejado una marca indeleble en la historia de la violencia armada.

Estos actos de violencia no son exclusivos de las grandes naciones; el caso de Carmen de Patagones en Argentina en 2004, protagonizado por Rafael Juniors Solich, de 15 años, quien acabó con la vida de tres personas sin llegar a suicidarse, es un recordatorio de que la violencia también afecta a comunidades más pequeñas. Ambos eventos subrayan la necesidad de abordar las raíces de estos actos horrendos, que muchas veces involucran jóvenes con acceso a armas de fuego.

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En Europa, la masacre en el Instituto Jokela en Finlandia en 2007, perpetrada por Pekka-Eric Auvinen, de 18 años, resultó en la muerte de ocho personas antes de que el agresor se suicidara. Este episodio es un ejemplo más de la tragedia que puede desencadenar la combinación de problemas mentales y acceso a armas de fuego, un problema que no conoce fronteras y se repite en distintas partes del mundo. De manera similar, en Brasil, la masacre de Realengo en 2011, llevada a cabo por Wellington Menezes de Oliveira, de 23 años, que cobró la vida de doce personas, es otro triste capítulo en la historia de la violencia armada en América Latina.

Finalmente, la masacre en la escuela primaria Robb de Uvalde, en Estados Unidos, en 2022, perpetrada por Salvador Ramos, de 18 años, que resultó en la muerte de veintiuna personas, nos recuerda que la violencia armada sigue siendo un problema grave y persistente en la sociedad actual.

Estos incidentes, dispersos a lo largo del tiempo y el espacio, destacan la urgencia de implementar políticas más estrictas y efectivas para prevenir futuras tragedias.

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