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Ciclo de Inteligencia: ¿Qué es y para qué sirve?

Análisis

Eugenia Hernandez
Eugenia Hernandez
Directora de la Unidad de Análisis de Inteligencia de la Escuela de Inteligencia Económica de la UAM. Profesora Máster Profesional de Analista de Inteligencia LISA Institute.

Un extracto de la Masterclass “Ciclo de Inteligencia: retos del siglo XXI” con Eugenia Hernández en la que la experta y Profesora del Máster Profesional de Analista de Inteligencia de LISA Institute explica qué es el Ciclo de Inteligencia, cuáles son sus fases, para qué sirve y por qué es tan necesario en el contexto actual.

Para Eugenia Hernández, experta y Profesora del Máster Profesional de Analista de Inteligencia de LISA Institute, la Inteligencia es información tratada para la toma de decisiones. Es decir, que la Inteligencia es un conocimiento que se ha obtenido y que es trazable, cierto y aplicable, normalmente en tiempo y forma.

Según la ponente, es importante desligar el concepto de Inteligencia de otros mundos, como el del espionaje u otros, que tienden a aparecer parejos, pero realmente no lo son. Generalmente, cuando se habla de Inteligencia, se refiere a capacidad cognitiva. Sin embargo, cuando hablamos de Inteligencia en nuestras áreas y sectores, estamos hablando de muchas cosas más, estamos hablando de proceso.

La Inteligencia como proceso es lo que sería el ciclo de inteligencia, es decir, ese mecanismo a través del cual a partir de una serie de informaciones se produce un producto.

La Inteligencia es oficio y eso implica que debe contar con unas técnicas y responsabilidades, además, y con una capacidad de análisis, no solo sobre el entorno, sino también sobre uno mismo y sobre la organización que produce, para intentar reducir el sesgo.

En definitiva, la disciplina de Inteligencia es útil en prácticamente todos los ámbitos, no únicamente en el espectro de la Seguridad y Defensa, sino también en el mundo empresarial. Esto es porque la Inteligencia en sí genera un conocimiento cierto, o al menos trazable, es decir, reduce la incertidumbre.

Por último, nos permite, a través de movilizaciones y a través de generación de escenarios futuros, influir en la realidad. Es decir, tenemos la capacidad de poder ver proyectados en futuros posibles nuestra capacidad de influencia sobre los mismos.

¿Por qué es tan necesaria en el contexto actual la Inteligencia para las sociedades y las empresas?

Eugenia expone que actualmente estamos en un entorno en el que se ha producido una ampliación de los llamados “dominios” -término utilizado en el ámbito militar-. También que estos últimos son una de las cuestiones más complejas y más conceptuales que podemos tratar.

Normalmente, se ha hablado siempre de los dominios físicos, que responden a “tierra”, “mar” y “aire”. Sin embargo, desde el comienzo de la Cuarta Revolución Industrial -que se constituye como el gran vector de impacto en nuestras sociedades-, aparecen también dos dominios: lo “ciber” y lo “espacial”. Ambos tienen vectores técnicos que les dan soporte. Si los dominios son el entorno donde se produce el combate, debemos advertir que el combate no solo tiene lugar en los entornos físicos, sino también en los entornos ciber, como en las guerras electromagnéticas o las guerras electrónicas.

Eugenia recuerda que existe un último terreno de combate; el de las mentes y los corazones humanos. Con ello hace referencia a lo que se denomina el dominio cognitivo. Ángel Gómez de Ágreda explica en una de sus publicaciones, que los vectores de ataque, que pueden ser tanto ciber como de otro tipo, impactan en lo cognitivo. Por lo tanto, tener conocimiento sobre las organizaciones y, además, tener un conocimiento que no este al albur de las emociones, es muy relevante. Todo ello nos va a permitir conformar sociedades más seguras y resilientes. Esto, además, enlaza con el objeto final por el que LISA Institute fue creado.

Por otro lado, es importante subrayar que en la actualidad, la Inteligencia se enfrenta a nuevos retos. Anteriormente, la Inteligencia sólo se planteaba como los “secretos”, el espionaje, o lo que estaba oculto y había que sacar a la luz. El reto de la Inteligencia giraba en torno a descubrir los elementos ocultos. Actualmente, sin embargo, nos encontramos en un entorno de “intoxicación” por la sobreinformación. Por lo tanto, ante esta avalancha de información, el reto principal al que la Inteligencia se enfrenta, se ha transformado: ahora debemos verificar la información y descartar lo que es falso.

¿Cuáles son las fases del Ciclo de Inteligencia más relevantes y cómo han evolucionado en el tiempo?

Antes de comenzar a hablar de las fases del Ciclo de Inteligencia, Eugenia aclara que la Inteligencia no solo la producen instituciones estatales, sino que también lo hacen otras entidades como las empresas o los Think Tanks. También existe la producción de Inteligencia en el mundo académico.

Dentro del ciclo hay una serie de fases, que permanecen estáticas en la parte funcional, pero se adaptan al tipo de institución que las produce. Por ejemplo, en el caso del modelo español, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) -organismo representativo de Inteligencia en España- establece un ciclo de cuatro fases. Estas son: la dirección, la obtención, la elaboración y la difusión. Sin embargo, dentro de esas cuatro fases hay una serie de funcionalidades, que segmentan, además, el Ciclo de Inteligencia.

Cabe destacar que dentro de las diferentes organizaciones internacionales y de los países existen distintos ciclos. La Inteligencia americana, la CIA (Center Intelligence Agency), establece cinco fases en el ciclo. Estas son, planificación y dirección, recopilación -u obtención-, procesamiento, análisis y producción.

Sin embargo, Eugenia destaca el ciclo de las seis fases, que es con el que operan las unidades de las Fuerzas Armadas en Estados Unidos. Estas seis etapas están alineadas con las cuatro inicialmente mencionadas y se agrupan de la siguiente forma:

  • Recopilación
  • Procesamiento y explotación
  • Análisis
  • Producción
  • Difusión e integración
  • Evaluación y retroalimentación

Eugenia afirma que el proceso de dirección y planificación es una fase esencial en el Ciclo de Inteligencia, y que no siempre está bien comprendido. Es decir, las propias organizaciones y el propio cliente al que se le tiene que producir este conocimiento para que sea aplicado en ocasiones no tienen clara la pregunta a responder. Esta primera fase es muy relevante. En ella debemos desarrollar un plan de obtención, así como establecer los medios organizativos que darán lugar al producto.

Además, en esta etapa debemos tener en cuenta otros factores, como el tiempo. El tiempo es un elemento determinante, pues afecta de una manera directa a la planificación y a la organización de los recursos. Por otro lado, debemos destacar que dentro de esta primera fase, también hay una serie de funciones directivas. De hecho, hay cuatro que se repiten en prácticamente todo el modelo, que son las de la modificación, la motivación, mando, control y coordinación. Por tanto, esto conformaría el primer paso, el de adaptación al cliente, a quien hay que darle la información inicial.

Después de esta etapa, pasaríamos a la fase de la obtención. En primer lugar, tendríamos que plantear la dicotomía entre el agente y el analista y analizar como ha evolucionado esta diferencia. En el pasado, el primer término hacía referencia a aquellas personas que trabajaban sobre todo en el proceso de obtención. Esto es, en la búsqueda de información a través de los diferentes medios.

Una vez esa información era procesada pasaba a los analistas para su análisis posterior. Actualmente, esta separación no existe, y es gracias al nuevo marco tecnológico, que permite la entrada de información. Vemos, por tanto, como a veces el analista es el que también obtiene la información. Esto es muy interesante porque genera un pensamiento unitario, no hay nadie que altere el proceso.

Es importante también entender qué es lo que obtenemos, pues son diferentes tipos de piezas de información, que incluso, según su naturaleza, se denominan de forma distinta. Por ejemplo, cuando hablamos de OSINT, hacemos referencia a un amplio espectro de fuentes abiertas, que además son muy polivalentes.

Por otro lado, también nos encontramos HUMINT, que refiere al ser humano como elemento para la obtención de información. Además, nos encontramos con Inteligencia de señales (SIGINT), Inteligencia de imágenes (GEOINT), etc. Es decir, por cada pieza de información diferenciada, tenemos esas diferentes “Inteligencias” o piezas de información.

Eugenia afirma, además, que en función de la información que se recopile para producir Inteligencia, se necesitarán diferentes plataformas de integración. Al final la búsqueda de información también se realiza para producir trabajos académicos, e incluso aquí hay que decidir qué fuentes o qué información vamos a descartar, qué tipo de piezas vamos a escoger y cómo va a resultar la mezcla de informaciones.

En el mundo empresarial, por ejemplo, las piezas de información relevantes pueden referir a los precios del mercado, y para analizarlas es necesario utilizar Big Data. Sin embargo, en el entorno militar hay que incorporar Inteligencia de señales (SIGINT) o Inteligencia imágenes (GEOINT).

Por lo tanto, podemos concluir diciendo que las plataformas de integración y la forma en la que se procesa la información para producir el resultado final, son diferentes en función de cada ámbito y de cada producto.

Puedes ver la Masterclass completa aquí:

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