En el siguiente informe de inteligencia, Arturo Esteban Martínez analiza como Irán podría estar empleando buques espías, como el MV Behshad, para recolectar información que permite la identificación y designación de objetivos para los hutíes en el Mar Rojo. Existen indicios de que el barco actúa como buque nodriza, a pesar de que actualmente, la amenaza para Israel o Estados Unidos, se encuentra en paradero desconocido.
Autor: Arturo Esteban Martínez
Fecha de realización del informe: 27/05/2024
Nivel de clasificación: Público
Resumen ejecutivo
- Los hutíes tratan de desestabilizar la región cortando las grandes rutas que transitan por el estrecho de Bab el-Mandeb como respuesta a la invasión de Israel de la Franja de Gaza.
- Irán ha asesorado y armado a varios grupos insurgentes en la región mediante las Fuerzas Quds con el objetivo de mermar los intereses occidentales e israelíes.
- Se cree que Irán emplea el buque espía MV Behshad para recolectar información que permite la identificación y designación de objetivos para los hutíes.
- Hay indicios que muestran que además actúa como buque nodriza para comandos y embarcaciones menores que operan en la región clandestinamente.
- El buque se encuentra en paradero desconocido, aunque se presupone que puede ser un objetivo de alto valor para Israel o Estados Unidos.
Introducción
Los acontecimientos derivados del ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023 contra Israel han situado a la región de Oriente Medio en un escenario de desestabilización y de conflictos cruzados que amenaza con comprometer los intereses vitales de Occidente.
Parte de estos intereses pasan por el mantenimiento del tráfico marítimo entre el Océano Índico y las grandes rutas comerciales que transitan por el Mar Rojo y el Canal de Suez. Como consecuencia de esta crisis, el tráfico está amenazado por los ataques de actores como los hutíes, que comenzaron a llevar a cabo una serie de acciones contra buques mercantes en el estrecho de Bab el-Mandeb como respuesta a la invasión de Gaza por parte de Israel. Dentro de esta estrategia, destaca el abordaje y secuestro del buque Galaxy Leader el pasado 19 de octubre.
No se puede interpretar esta estrategia sin analizar brevemente el papel de Irán en la crisis multipolar que afecta a Oriente Medio.
🌐 ANÁLISIS 🌐
Conexiones con Irán
Irán mantiene un complejo tejido de organizaciones y grupos que utiliza de manera subsidiaria para apoyar sus intereses en el exterior, enfocándose en su lucha contra intereses israelíes y occidentales. La bibliografía especializada se refiere a estos grupos como proxies.
Uno de los principales vectores del intervencionismo iraní es la Fuerza Quds, que pertenece a la Guardia Revolucionaria y está especializada en financiar, entrenar y dirigir grupos insurgentes con el objetivo de desestabilizar a sus enemigos y contribuir a alimentar los ciclos de inteligencia del régimen iraní.
La confluencia de diversos actores anti israelíes y anti occidentales en Oriente Medio propició la formación del denominado Eje de la Resistencia, que con ciertos matices está compuesto por grupos sirios, libaneses y árabes chiíes, junto a aliados oportunistas como Hamás o el propio gobierno venezolano. Dentro de esta confluencia de intereses y de actores, destacan Hezbolá y los rebeldes hutíes, que actúan como principales proxies de Irán en la región.
Existen indicios que respaldan la teoría de que Irán inspiró los ataques de Hamás del pasado mes de octubre en un intento de desgastar a Israel y hacer fracasar los llamados Acuerdos de Abraham, a través los cuales, diversas monarquías sunníes se comprometían a reconocer a Israel y a aislar políticamente a Irán. De entre estos actores proxies, se especuló con una posible entrada en el conflicto del grupo Hezbolá, si bien la postura de este se ha limitado a hostigar el norte de Israel y mantener la presión sin entrar en guerra abierta con el estado hebreo.
El pasado 5 de noviembre de 2023, el líder de Hezbolá en relación con el conflicto en Gaza apuntó que: «Esta es una batalla puramente palestina y no está relacionada con una causa regional o internacional». El otro gran actor proxie de la región, el movimiento hutí, comenzó una campaña de acciones de hostigamiento del tráfico mercante en el Mar Rojo, lo que acarreó acciones de represalia de Estados Unidos y algunos de sus aliados.
Precisamente, los hutíes se están postulando como uno de los actores no estatales más poderosos de la región gracias al armamento de origen iraní basado en misiles de crucero, balísticos, antibuque y antiaéreos. De este arsenal, destacan los siguientes sistemas:
- Entre los sistemas UAV destacan las municiones merodeadoras Shahed-136, famosas por su papel en la guerra de Ucrania. Su punto fuerte es su bajo precio y la capacidad de alcanzar objetivos a 2.500 km.
- En cuanto a los misiles antibuque destaca el Asif, basado en el Fateh-110. Tiene un perfil de vuelo semi balístico, alcanza los 400 km y transporta una ojiva de 500 kg.
- Resaltan entre los misiles de crucero el Quds-4, similar al Paveh. Tiene un alcance máximo de 2.000 km y su carga explosiva es desconocida.
- El misil balístico que más importante es el Toofan, basado en el Shahab-3. Reporta un alcance máximo de 1.950 km y una carga de 800 kg.
- Además, tambien cuentan con misiles antiaéreos, donde destaca el Saqr con un alcance máximo de entre 100 a 150 km.
Con estos medios, los hutíes hostigan asiduamente el comercio marítimo en las proximidades del estrecho de Bab el -Mandeb. A fecha del 10 de mayo de 2024, se contabilizan un total de 82 ataques contra buques civiles y militares.
No obstante, hay que recordar que los hutíes no controlan ninguna porción de costa en el Golfo de Adén, por lo que se les dificulta gravemente la verificación y designación de posibles objetivos. Además, no pueden usar medios de adquisición de blancos propios para alcanzar a aquellos buques que navegan por el sur del país. Es por ello que Irán utiliza el buque espía MV Behshad.
¿Qué es un buque espía?
Se pueden diferenciar entre dos tipos de buques espía:
Los buques de recolección de inteligencia, que se emplean para recolectar datos de inteligencia, normalmente empleando sistemas SIGINT. Esto implica que son buques dedicados a localizar, interceptar, e identificar y perturbar las comunicaciones, si fuera necesario, mediante guerra electrónica.
Estos buques suelen pertenecer a organismos oficiales de un Estado (buque de Estado), están desarmados y tratan de mantenerse en aguas internacionales, donde, según el derecho internacional, el país afectado no puede hacer nada por interceptarlo. La realidad es que, en la práctica, sí que se suelen emplear medios no letales para alejarlos de zonas de interés. Existe un caso que es punible según la normativa internacional, y consiste en la emisión de transmisiones ilegales contra una costa o los ciberataques emitidos desde la mar.
También existe la figura del buque espía, que oculta su verdadero rol, manteniendo una tapadera como buque civil (a menudo buques de investigación o de pesca). Normalmente este tipo de buques actúan como buques nodriza que funcionan como un nodo, compilando toda la información recopilada por múltiples embarcaciones de menor tamaño y procesan los datos para obtener un producto de inteligencia.
MV Beshad
Irán recurre al empleo de buques civiles (no de Estado) en cometidos de apoyo a las operaciones diseñadas por el régimen para desestabilizar Oriente Medio. Dentro de estos buques destaca el MV Behshad, botado en 1999 y que está registrado como un mercante perteneciente a la compañía de gestión de barcos Rahbaran Omid Darya.
Este barco saltó a la palestra cuando se confirmó que actuaba como sustituto del MV Saviz desde 2021. Este último era sospechoso de estar recopilando y enviando inteligencia a favor de los hutíes, y fue remolcado hasta Irán tras una explosión que se cree que podría haber sido producida por un ataque con buceadores de combate israelíes.
Distintas fuentes aseguran que el MV Behshad recopila información en tiempo real y la transmite a los hutíes para que puedan encadenar sus ataques. También se cree que este buque se usa como una base avanzada para los distintos comandos y buques menores que operan en la región.
De un análisis de sus trazas, se puede deducir que lleva a cabo patrones de búsqueda de tráfico mercante y de buques de armadas occidentales, explotando esta capacidad en beneficio de los aliados hutíes. Este papel es de gran relevancia, dado que es habitual que los buques mercantes transiten por estas aguas con los sistemas de localización AIS apagados como norma de autoprotección.
Su pauta de vida coincide con ataques lanzados desde territorio yemení bajo control huti, y su comportamiento está claramente relacionado con la evolución de los ataques en el Mar Rojo.
Como consecuencia al anuncio de las acciones de represalia de Estados Unidos en febrero de 2024, el Behshad se dirigió hacia el sur, hacia el Golfo de Adén, y fondeó frente a una base militar china en Yibuti, en África Oriental, según el servicio de seguimiento de barcos e inteligencia marítima MariTrace.
En cuanto a la justificación que dan las autoridades iraníes a la presencia de este buque en aguas del Golfo de Adén, según un vídeo publicado en su canal de Telegram el 11 de febrero de 2023, el ejército iraní afirmó que el MV Behshad estaba «participando en una misión para contrarrestar la piratería en el Mar Rojo y el Golfo de Adén». El vídeo instaba a Estados Unidos a no atacar, advirtiendo que «aquellos que participan en actividades terroristas contra el MV Behshad o embarcaciones similares, ponen en peligro las rutas marítimas internacionales, la seguridad y asumen la responsabilidad global por posibles riesgos internacionales futuros». De esta manera, Irán reconoce que el Behshad es un buque de Estado y que lleva a cabo cometidos asignados por el régimen en estas aguas.
Prospectiva y posible evolución del caso
Es evidente que el Behshad constituye una valiosa plataforma de obtención y apoyo que colabora con la campaña hutí contra el tráfico marítimo internacional. Sin embargo, y como hemos visto, su actividad de recolección de información y de seguimiento en aguas internacionales no constituye per se una violación del derecho marítimo internacional, mientras no lleve a cabo acciones de piratería o de emisión de transmisiones no autorizadas contra la costa de terceros países.
Su papel como cooperador necesario para los ataques de los hutíes contra el tráfico marítimo puede ser objeto de atención por parte de los actores internacionales, que buscarán recabar por medio de SIGINT o de IMINT evidencias de las acciones de este buque en apoyo de los rebeldes yemeníes.
Sin embargo, nos encontramos en un escenario de conflicto en la Zona Gris donde los distintos actores llevan a cabo acciones ofensivas contra sus enemigos evitando la atribución o la trazabilidad de sus ataques. Por lo tanto, y contando con el antecedente de la misteriosa explosión que afectó a su predecesor, el MV Saviz, no es descartable que el Behshad sea considerado por actores como Estados Unidos o el propio Israel como un objetivo de alto valor, de manera que se lleve a cabo alguna acción encubierta con el fin de neutralizar a esta plataforma. Esta neutralización no necesariamente tendría por qué recurrir a una acción física de ataque armado (recordemos que Irán reconoce a este buque como buque de Estado, por lo que una acción armada sobre él constituiría una agresión armada contra Irán), sino que puede materializarse por medio de acciones de guerra electrónica o incluso cibernética, de manera que los sistemas de a bordo quedasen inoperativos.
De hecho, ya se han publicado informaciones sin confirmar en el sentido de que el Behshad ya ha sido objeto de alguna acción de perturbación en forma de ciberataque.
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