La resiliencia y la vida útil de los dispositivos electrónicos están estrechamente vinculadas a prácticas que aseguren su desempeño y sostenibilidad. En este artículo, exploraremos cómo el enfoque metodológico del NIST, con estándares como el NIST 800-88 y el Cybersecurity Framework (CSF), establece herramientas prácticas para gestionar riesgos cibernéticos, proteger la integridad de los datos, optimizar el uso de recursos tecnológicos y fomentar la sostenibilidad a largo plazo.
La resiliencia y la vida útil de los dispositivos electrónicos son conceptos estrechamente relacionados que influyen significativamente en su desempeño y durabilidad. La resiliencia se refiere a la capacidad de un dispositivo para resistir fallos, recuperarse de daños y mantener sus funciones esenciales ante condiciones adversas.
El borrado seguro de datos en dispositivos electrónicos es una práctica esencial que impacta directamente tanto en la resiliencia como en la vida útil de estos equipos. Garantizar que la información contenida en los dispositivos pueda ser eliminada de manera segura, sin comprometer su funcionalidad, es un desafío técnico y operativo que también contribuye a su sostenibilidad y en especial la seguridad.
La resiliencia de un dispositivo no solo se refiere a su capacidad para resistir fallos y recuperarse, sino también a su habilidad para garantizar la confidencialidad y protección de su contenido, incluso en etapas finales de su vida útil.
Fundado en 1901 el NIST (National Institute of Standards and Technology) es el organismo federal de los Estados Unidos que se encarga de desarrollar estándares, directrices y mejores prácticas en diversas áreas, incluyendo ciencia, tecnología y seguridad. El NIST forma parte del Departamento de Comercio de los Estados Unidos y desempeña un papel clave en la promoción de la innovación y la competitividad industrial mediante la ciencia y la tecnología.
Aunque el NIST es una institución estadounidense, sus estándares y marcos tienen una influencia significativa a nivel internacional. Empresas y gobiernos de todo el mundo utilizan sus guías como referencia debido a su rigor técnico y relevancia práctica.
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Para mantener el balance entre resiliencia, vida útil y borrado de datos, los fabricantes y usuarios deben adoptar estándares adecuados como los especificados en normativas internacionales, claro ejemplo de ello es el NIST Cybersecurity Framework (CSF).
Se trata de una herramienta poderosa para organizaciones que buscan estructurar y fortalecer su enfoque frente a los riesgos cibernéticos. Su combinación de flexibilidad, especificidad técnica y orientación estratégica lo convierte en un estándar clave en la industria de la ciberseguridad.
Proporciona un marco general para gestionar el riesgo cibernético, aplicable a dispositivos tecnológicos. La base de esta política de seguridad es la de realizar un inventario y categorización de dispositivos en la organización. Identificación y mitigación de vulnerabilidades en los dispositivos. Y una respuesta y recuperación ante incidentes en dispositivos afectados.
El núcleo del CSF establece cinco funciones principales que proporcionan una visión de alto nivel para gestionar riesgos cibernéticos. Estas funciones se desglosan en categorías y subcategorías que detallan actividades específicas:
- Identify (Identificar):
- Entender los riesgos cibernéticos organizacionales.
- Realizar inventarios de activos, datos, aplicaciones, y sistemas críticos.
- Analizar el entorno regulatorio y los riesgos internos y externos.
- Protect (Proteger):
- Implementar salvaguardas para garantizar la continuidad operativa.
- Gestión de accesos, concienciación del personal, protección de datos, y mantenimiento de sistemas seguros.
- Detect (Detectar):
- Identificar amenazas y vulnerabilidades en tiempo real.
- Establecer capacidades de monitoreo, detección de anomalías, y generación de alertas.
- Respond (Responder):
- Diseñar y ejecutar planes para mitigar incidentes cibernéticos.
- Implementar procedimientos de contención, análisis, comunicación, y mejora post-incidente.
- Recover (Recuperar):
- Asegurar la resiliencia y recuperación rápida tras un ataque.
- Crear planes de recuperación de sistemas y comunicación efectiva post-incidente.
- Diseño térmico:
- Un diseño térmico eficiente ayuda a disipar el calor generado por los componentes electrónicos, evitando sobrecalentamientos y fallas prematuras.
- Tolerancia a fallos:
- La incorporación de componentes redundantes o mecanismos de autocorrección puede mejorar la tolerancia a fallas y aumentar la resiliencia del sistema.
- Condiciones ambientales:
- Temperatura: Las temperaturas extremas pueden acelerar la degradación de los componentes electrónicos.
- Humedad: La humedad puede causar corrosión y cortocircuitos.
- Vibraciones: Las vibraciones pueden dañar las conexiones y los componentes mecánicos.
- Uso y mantenimiento:
- Ciclos de carga y descarga: En dispositivos con baterías, el número de ciclos de carga y descarga afecta directamente su vida útil.
- Sobrecargas: Las sobrecargas eléctricas pueden dañar los componentes de manera irreversible.
- Mantenimiento preventivo: La limpieza regular, las actualizaciones de software y las inspecciones periódicas pueden prevenir fallas y prolongar la vida útil.
- Obsolescencia:
- Obsolescencia programada: En algunos casos, los fabricantes diseñan productos con una vida útil limitada para estimular la compra de nuevos dispositivos.
- Obsolescencia tecnológica: Los avances tecnológicos pueden hacer que un dispositivo se vuelva obsoleto antes de que falle.
Materiales de calidad y normativas NIST
La elección de materiales de alta calidad es básica, referente a que tenga mayor resistencia a la corrosión y al desgaste, y puede prolongar significativamente la vida útil del dispositivo. La industria electrónica está experimentando una transformación radical gracias a la aparición de nuevos materiales con propiedades excepcionales. Estos materiales están redefiniendo los límites de lo posible en términos de rendimiento, durabilidad y sostenibilidad.
Algunos de los más destacados son:
•Grafeno: Conocido como el «material maravilla», el grafeno es extremadamente fuerte, flexible y un excelente conductor de electricidad y calor. Sus aplicaciones potenciales abarcan desde pantallas flexibles hasta baterías de alta eficiencia.
•Materiales 2D: Además del grafeno, otros materiales bidimensionales como el disulfuro de molibdeno están siendo investigados por sus propiedades electrónicas únicas.
•Perovskitas: Estos materiales han revolucionado la industria de las células solares, ofreciendo una eficiencia y un costo muy competitivos.
•Materiales orgánicos: Los materiales orgánicos, como los polímeros conductores, están encontrando aplicaciones en dispositivos flexibles y bioelectrónicas.
Por último, mencionar el estándar de seguridad (NIST 800-88).
El NIST 800-88 busca establecer procedimientos para asegurar que los datos almacenados en dispositivos electrónicos sean irrecuperables una vez que estos dispositivos ya no sean necesarios, o estén siendo preparados para su reciclaje, reutilización o eliminación.
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Esta normativa asegura que los métodos de borrado sean seguros y respetuosos con la integridad del dispositivo. Una mayor vida útil implica menor necesidad de sustituciones, lo que reduce costos y contribuye a la sostenibilidad medioambiental.
La demanda constante de almacenamiento de datos ha impulsado una evolución significativa en la tecnología de los discos duros. Tanto en capacidad como en durabilidad, los nuevos modelos ofrecen soluciones cada vez más eficientes y adaptadas a las necesidades de los usuarios.
Aumento exponencial de la capacidad
• Más terabytes en menos espacio: Una de las tendencias más notables es la capacidad de almacenar una cantidad cada vez mayor de datos en un formato físico más pequeño. Gracias a avances en la densidad de almacenamiento y la optimización de los componentes internos, los discos duros actuales pueden alcanzar capacidades de varios terabytes.
• Tecnologías emergentes: Para seguir aumentando la capacidad, los fabricantes están explorando tecnologías como la grabación magnética asistida por calor (HAMR) y la grabación magnética bit asistida por microondas (MAMR). Estas tecnologías permiten escribir datos en áreas más pequeñas del disco, lo que se traduce en una mayor densidad de almacenamiento.
Durabilidad y fiabilidad mejoradas
• Helio en lugar de aire: El uso de helio en lugar de aire dentro de la carcasa del disco duro ha demostrado ser una forma efectiva de reducir la fricción y el desgaste de los componentes internos. Esto se traduce en una mayor durabilidad y una menor tasa de fallos.
• Mejoras en la corrección de errores: Los códigos de corrección de errores (ECC) se han vuelto más sofisticados, lo que permite detectar y corregir errores de datos de manera más eficiente. Esto garantiza la integridad de la información almacenada incluso en condiciones adversas.
• Sensores y algoritmos avanzados: Los discos duros modernos están equipados con sensores que monitorean continuamente el estado del dispositivo y pueden detectar posibles problemas antes de que se produzcan fallos catastróficos. Además, los algoritmos de gestión de energía y temperatura ayudan a prolongar la vida útil del disco.
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En conclusión, el borrado seguro es un elemento crucial que, cuando se realiza correctamente, no solo asegura la resiliencia de los dispositivos en términos de seguridad de datos, sino que también contribuye a alargar su vida útil al evitar daños innecesarios en los componentes físicos
Un sistema bien diseñado debe permitir el borrado sin deteriorar el hardware. Esto se logra mediante técnicas avanzadas como el borrado criptográfico, que elimina claves de cifrado en lugar de sobrescribir datos físicamente.
- Conservación del hardware: Métodos no intrusivos reducen el desgaste innecesario, prolongando la vida útil del dispositivo.
- Preparación para reutilización o reciclaje: Un borrado seguro y eficiente facilita que los dispositivos puedan ser reutilizados de manera segura o reciclados sin riesgos de fugas de datos.
- Borrado seguro y resiliencia de datos: Implementar procesos de borrado robustos protege contra la exposición indebida de información y fortalece la confianza en el dispositivo durante su ciclo de vida.
- Impacto técnico: Métodos incorrectos de borrado, como el uso excesivo de sobrescritura en memorias flash, pueden generar desgaste físico que afecta la durabilidad del dispositivo. A medida que aumenta la capacidad de los discos duros, es importante encontrar un equilibrio con el rendimiento. Las tecnologías de almacenamiento flash (SSD) ofrecen velocidades de lectura y escritura mucho más rápidas, pero a un costo por gigabyte significativamente mayor.
- Impacto ambiental: La fabricación de discos duros implica el uso de materiales y procesos que pueden tener un impacto ambiental. Los fabricantes están trabajando para desarrollar productos más sostenibles y eficientes energéticamente.
- Nuevos formatos e interfaces: A medida que evolucionan las tecnologías de almacenamiento, es probable que surjan nuevos formatos e interfaces para discos duros. Esto podría incluir el uso de materiales más exóticos o la adopción de estándares de comunicación más rápidos.
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