La Policía de Israel ha informado sobre la explosión de dos bombas en dos paradas de autobús el miércoles 23 de noviembre. Ambos estallidos se han producido en las entradas por carretera a la ciudad de Jerusalén dejando al menos un muerto y 14 personas heridas, cuatro de ellas con pronóstico grave.
A las 7.00 horas (hora local) ha tenido lugar la primera explosión en el barrio de Givat Shaul. The Times of Israel informa que ha fallecido una persona y otras 12 han resultado heridas, dos en estado grave. La segunda explosión, producida media hora después en Ramot, han dejado al menos tres personas heridas leves.
Las causas de las explosiones aún se desconocen, pero la Policía israelí sospecha que estuvieron causadas por dos artefactos explosivos que fueron dejados en mochilas en las paradas y activados por control remoto. The Jerusalem Post recoge que las fuerzas de seguridad continúan buscando posibles bombas en otras paradas de autobús de los alrededores, ya que están tratando las explosiones como un ataque conjunto. De confirmarse, sería el primer atentado de esta índole en años en Jerusalén.
El primer ministro saliente, Yair Lapid, ha convocado una reunión de seguridad a las 12.00 hora local para tratar la situación; y el candidato a ministro de Seguridad, Itamar Ben Gvir, ha acudido al lugar del ataque donde ha afirmado que “el terror debe pagar un precio muy, muy, muy alto”. Por su parte, el primer ministro encargado, Benjamin Netanyahu, y el embajador de la Unión Europea en Israel, Dimiter Tzantchev, han condenado estos ataques a través de sus cuentas de Twitter.
Por el momento, ninguna facción palestina ha reivindicado la responsabilidad, pero diversos grupos armados palestinos como el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), Yihad Islámica o el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) han aplaudido el atentado calificándolo como «un nuevo golpe al sistema militar y de seguridad de Israel».
Los ataques se producen en un contexto de tensión en la zona, ya que hoy mismo el Ejército de Israel ha confirmado que el cuerpo de un israelí que falleció tras un ataque de accidente automovilístico en el norte de Cisjordania ocupada fue “retirado” de un hospital local. En esta región han aumentado las tensiones en los últimos meses tras las ofensivas contra los israelíes que han dejado más de 20 muertos. A esto hay que sumar los más de 200 palestinos que las fuerzas israelíes han matado en lo que va de año.