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La lucha por el control de las cárceles en Ecuador

Análisis

Nerea de Pedro Baena
Nerea de Pedro Baena
Manager de LISA Comunidad. Periodista especializada en política social, comunicación psicológica y salud mental.

Ecuador atraviesa desde hace décadas una crisis penitenciaria que se ha traducido en un aumento notable de los encarcelamientos y de la violencia intracarcelaria.

A lo largo de todo el país se distribuyen 36 centros de detención, distribuidos en «Centros de Privación de la Libertad» (CPL), «Centros de Privación Provisional de Libertad» (CPPL) y los «Centros de Rehabilitación Social» (CRS) ubicados a lo largo del país en nueve zonas geográficas.

El número total de personas privadas de libertad en Ecuador fue de 36.599 el pasado 2021, según los últimos datos ofrecidos por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Se calcula que, de esta cifra, más de 25.000 pertenecen a una banda criminal, es decir, un 64%.

Los cinco delitos que concentran el mayor número de población penitenciaria son: Delitos relacionados con drogas (28.19%), delitos contra la propiedad (26.17%), delitos contra la integridad sexual y reproductiva (16.18%), delitos contra la inviolabilidad de la vida (13.47%), y delitos contra las personas (4.36%).

En los últimos años, y en un contexto de violencia descontrolada, han tenido lugar cada vez más disputas por el poder dentro de las propias cárceles. Según explica el experto y Profesor del Curso de Experto en Grupos Urbanos Violentos de LISA Institute, Joan Caballero, dentro de los propios centros, existen siete bandas establecidas que se disputan el control de los pabellones: Los Pipos, Los R7, Los Cubanos, Los Choneros, Latin Kings, Tiguerones y Los Lobos. 

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La muerte de Jorge Luis Zambrano

La organización criminal bautizada como Los Choneros surge y actúa desde los años 90. Al principio, tan solo eran una decena de miembros y se les identificaba como el brazo armado de un cártel narco. No obstante, es a partir de 2011 cuando, tras la detención de sus principales líderes, la banda tuvo que evolucionar, siendo hoy una de las bandas más peligrosas del país con más de 20.000 miembros.

A partir de esta transformación de la organización, surgen nuevas bandas que se consideran subestructuras de Los Choneros y que actuaban de forma coordinada, siendo las principales Los Lobos, Los Pipos, Los Tiguerones y Los Chone Killers. 

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Fue la muerte de su líder Jorge Luis Zambrano alias «Rasquiña» en 2020 la que desencadenó una concatenación de enfrentamientos y violencia que perdura en la actualidad. Durante su mandato, Zambrano mantuvo a las organizaciones unidas y coordinadas. Tras su muerte, la organización vivió una crisis interna entre los propios Choneros y los miembros de las agrupaciones secundarias. Las cuatro bandas que surgieron inicialmente como aliados atacaron en repetidas ocasiones a Los Choneros en busca de hacerse con el poder que el líder había dejado vacío, quedando enfrentadas desde ese momento.

Conflictos sucedidos entre 2021 y 2022

La crisis carcelaria llegó a uno de sus puntos álgidos este pasado 2021, cuando en febrero se produjeron una serie de ataques previamente coordinados de algunas de las bandas previamente citadas contra la organización criminal de Los Choneros. «Dichos ataques ocurrieron de forma simultánea en los Centros de Privación de la Libertad de Azuay No. 1, Cotopaxi No. 1 y Guayas No. 1, y en el Centro de Rehabilitación Social Guayas No. 4. De acuerdo con la información reportada por el Estado, estos hechos resultaron con la muerte de 78 personas detenidas», según informó el Gobierno de Ecuador en un comunicado de prensa.

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Dos meses más tarde, otros cinco presos perdieron la vida en un motín en el Centro de Privación de la Libertad (CPL) Guayas No. 1. De nuevo a mediados de julio, 26 personas privadas de libertad fallecieron, esta vez en los centros de CPL Guayas No. 1 y Cotopaxi No. 1. Estos enfrentamientos continuaron a lo largo de todo 2021. A finales de septiembre, otros 122 presos murieron en un intento por tomar el control de uno de los pabellones.

En noviembre, las autoridades reportaron el fallecimiento de 65 personas en otro ataque violento entre bandas carcelarias. No obstante, por las condiciones de los centros y la forma en la que se desarrollaron los acontecimientos, no está claro que se hayan contabilizado todas las víctimas mortales de estas disputas entre bandas. En lo que llevamos de año, se han reportado otros dos ataques en abril y en mayo con más de 60 presos asesinados pertenecientes a distintas bandas enfrentadas.

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Una lucha por controlar el mercado del narcotráfico

Esta lucha de poder va más allá del control de los centros penitenciarios de Ecuador, especialistas y miembros del servicio de Inteligencia de Ecuador, determinan ya que Los Choneros y Los Lobos controlan casi el 100% de las rutas del narcotráfico en el país.

La situación geográfica de Ecuador al sur de Colombia, lo convierte en un punto clave para transportar droga desde Colombia a los puertos de Guayas, Manabí y Esmeraldas. Con el paso del tiempo bandas como las mencionadas y otras menores se han encargado de asegurar que este tipo de mercancías ilegales lleguen a su destino, ganando así millones de dólares.

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Tras el asesinato del ex-líder de la banda de Los Choneros, la actividad ilícita de la organización se incrementó notablemente. Además, la lucha entre bandas no solo ha tenido lugar en las cárceles. Desde el año 2020, se están disputando el control de estas rutas para transportar droga fuera del país, en una guerra focalizada en la ciudad de Guayaquil. Sin embargo, un incremento en la compra de droga desde Europa, también ha provocado un incremento de la violencia, al convertirse esta ruta en el punto donde confluyen los intereses de algunas de las mafias más violentas del mundo.

Un nuevo sistema de seguridad con Inteligencia artificial

A finales del mes de noviembre, el Gobierno de Ecuador, en un intento por mejorar la seguridad de las cárceles, instaló en 36 cárceles un nuevo sistema de seguridad basado en Inteligencia artificial y reconocimiento facial que comenzará a funcionar a principios del mes de diciembre. «Ecuador cuenta con un nuevo sistema de control y monitoreo para los 36 centros penitenciarios. Con inteligencia artificial y reconocimiento facial, actuaremos de manera inmediata ante cualquier disturbio», anunció el propio presidente de Ecuador, Guillermo Lasso en su cuenta de Twitter.

Mediante un comunicado, la Secretaría General de Comunicación de la Presidencia ecuatoriana confirmaba que se han destinado un total de 1,2 millones de dólares a la instalación de este nuevo sistema. Este nuevo método de control consta de dos centros de mando y control a través de los cuales se vigilarán los 36 centros penitenciarios implicados a partir del día 1 de diciembre.

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Han sido instaladas decenas de cámaras que funcionan con Inteligencia artificial y reconocimiento facial, lo que permite identificar a los presos y controlar sus movimientos en cada pabellón. «Estos son los avances que estamos llevando a cabo en el SNAI, donde no existía esta tecnología que permita un control a tiempo de los sucesos que puedan darse», añadió Lasso.

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