El equipo de Navalni denuncia que las autoridades de Rusia han denegado por tercer día consecutivo a su familia el acceso al cadáver, mientras la causa de la muerte sigue siendo desconocida.
El pasado 16 de febrero el Servicio Penitenciario Federal del distrito autónomo de Rusia de Yamalia-Nenetsia anunció la muerte de Alexei Navalni. Según las autoridades penitenciarias, el disidente se desmayó después de una caminata y murió poco después.
La madre de Navalni, Lyudmila Navalnaya, y su abogado han viajado a la colonia penal IK-3 “Lobo Polar” en el norte ártico de Rusia, donde Navalni cumplía condena. Pero recibieron información contradictoria de varias instituciones sobre su ubicación y se fueron sin recuperarse ni ver el cuerpo. Otro aliado de Navalny, Ivan Zhdanov, dijo que a la madre del activista le dijeron que la causa de la muerte era “síndrome de muerte súbita”, un término genérico y vago para una afección que podría cubrir un paro cardíaco sin causa aparente.
El periódico estadounidense The New York Times publicó un artículo en el que recuerda que al personal del fallecido opositor le preocupaba a menudo que las condiciones brutales que se le imponían en prisiones cada vez más crueles pudieran provocar su muerte. “Aleksei Navalni fue sometido a tormentos y torturas durante tres años”, escribió el periodista ruso y premio Nobel de la Paz Dmitri A. Muratov en una columna para el medio de comunicación independiente Novaya Gazeta el pasado 16 de febrero.
Este medio de comunicación citó fuentes no identificadas que dijeron que el cuerpo de Navalny había sido llevado a la morgue del hospital clínico del distrito de Salekhard. Sin embargo, un empleado de la morgue de Salekhard negó los informes y dijo a la agencia de noticias con sede en Reino Unido Reuters que el cuerpo de Navalny no estaba allí.
Por otro lado, el jefe de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, comunicó que la viuda de Navalni, Yulia Navalnaya, asistiría al Consejo de Asuntos Exteriores de la Unión Europea que se celebra el 19 de febrero. Navalnya ha dicho que si la noticia de la muerte de su marido es cierta, el presidente ruso Vladimir Putin debe comparecer ante la justicia.
Los países de la Unión Europea pidieron nuevas sanciones contra Moscú por la muerte del líder opositor encarcelado Alexei Navalni. La ministra de Asuntos Exteriores alemana, Annalena Baerbok, afirmó: “hemos visto la fuerza brutal con la que el presidente ruso reprime a sus propios ciudadanos que salen a las calles a manifestarse por la libertad o escriben sobre ello en los periódicos”.
La ONG OVD-Info ha denunciado que alrededor de 400 personas han sido detenidas durante las manifestaciones espontáneas en varias ciudades de Rusia en protesta por la muerte de Navalni. Los medios locales informaron que la policía de la ciudad utilizó armas Taser y porras contra quienes acudieron a depositar flores en un monumento improvisado a Navalni en el centro de la ciudad. Además, esta organización ha publicado un comunicado en el que afirma que el opositor ruso fue asesinado en prisión: “la muerte de Navalni fue un asesinato”, de la que acusa al Estado ruso.
Putin no ha hecho comentarios públicos. No obstante, el Kremlin dijo que estaba al tanto y que el presidente había sido informado. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia dijo que rechazaba las evaluaciones “sesgadas y poco realistas” sobre la causa de la muerte de Navalni.
Finalmente, el presidente ruso ha roto su silencio y describió la muerte del opositor como un “incidente desafortunado”.
Artículo escrito por:
Laura Ruiz Sancho. Periodista. Apasionada de la geopolítica y siempre con un ojo puesto en la actualidad internacional. Experta profesional en terrorismo yihadista por la UNED y Máster en Verificación Digital y Periodismo de datos (CEU).
