El uso de la fuerza por parte de la policía genera debate, especialmente cuando circulan videos grabados por ciudadanos. Pero, ¿qué normas lo regulan? ¿Y qué herramientas se utilizan? En este artículo, el alumno del Máster Profesional de Analista de Inteligencia de LISA Institute, James C. Hyden, explica el marco normativo que regula las intervenciones. Además, detalla las herramientas autorizadas en el uso de la fuerza.
En la era actual se tiene pleno acceso a videos e imágenes de intervenciones policiales. Esto se debe a que la gran mayoría de los ciudadanos porta un dispositivo móvil con el cual son capaces de grabar y postear en cuestión de minutos cualquier archivo en la web. Esto da lugar a que las intervenciones sean juzgadas por cualquier persona que tenga o no conocimiento en la materia.
Marco normativo
- Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de protección de la seguridad ciudadana.
- Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, de fuerzas y cuerpos de seguridad.
- Principios básicos sobre el empleo de la fuerza y de armas de fuego por los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, de 7 de septiembre de 1990, Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
¿A qué se refiere?
El uso proporcional de la fuerza hace referencia a la aplicación de dicha fuerza de una manera razonable y necesaria. Esto se determina en función de la amenaza o resistencia a la que se enfrenta.
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Debemos encontrar congruencia entre el nivel de peligro existente y la fuerza aplicada. Dentro del uso proporcional de la fuerza encontramos tres principios:
- Proporcionalidad: La carga de fuerza aplicada debe ser totalmente proporcional a la gravedad de la amenaza. El principio de proporcionalidad prohíbe el uso de la fuerza cuando el daño que inflige excede a sus beneficios, es decir, el logro de un objetivo legítimo.
- Necesidad: Sirve para determinar si debe emplearse la fuerza y, en caso afirmativo, cuánta fuerza.
- Legalidad: La aplicación de la fuerza debe encontrarse bajo el marco legal y debe usarse para un fin lícito de la ley.
Debemos conocer las diferentes fases que existen durante el uso progresivo de la fuerza. En ellas se responderá de diferente manera dependiendo de la situación a resolver, marcada por el nivel de agresividad y violencia expuesta del individuo contrario.

El uso de la fuerza letal tiene un carácter muy restrictivo. En él se tiene que dar una situación en la que exista un riesgo racionalmente grave para su vida, integridad física o de terceras personas, o que pueda suponer un grave riesgo para la seguridad ciudadana y siempre en conformidad con los principios del uso proporcional de la fuerza.
Consecuencias del uso indebido de la fuerza
Los agentes que hagan un uso desproporcional e indebido de la fuerza tendrán que hacer frente a sanciones disciplinarias, cargos penales e incluso demandas civiles. Estas situaciones también pueden provocar un impacto social negativo, ya que podrían minar la confianza de la sociedad en su policía. Por último, una de las consecuencias menos conocidas, son los problemas psicológicos y emocionales que acarrean muchos agentes por haber participado en incidentes violentos.
¿Qué tipos de medios no letales existen en el uso de la fuerza?
Dentro del uso de la fuerza encontramos diferentes herramientas; medios letales y no letales o de letalidad reducida. La actualización de los medios no letales es continua, y se encuentra en constante cambio. Esto supone un avance sustancial en las intervenciones, ya que hasta hace relativamente poco solo disponían de armas de fuego.
Estas herramientas tratan de conseguir la mayor efectividad y rapidez en la reducción, disuasión e inmovilización del individuo oponente, y a su vez, mitigar o reducir al máximo el posible daño causado tanto al policía como al individuo a reducir.
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A continuación, exponemos algunos de los diferentes medios no letales existentes:
- Spray de pimienta: También conocido como spray de defensa, es el más usado por los policías, ya que se trata de un medio eficaz y de bajo coste, con un precio de apenas 17 €. Sus efectos son temporales y no deja secuelas físicas, por lo que es 100% seguro para la salud.
- Defensa (clásicas y extensibles): Fue el primer medio no letal con el cual se dotó a la policía moderna. Actualmente, se suele usar más la defensa extensible, debido a su menor tamaño, mayor contundencia y versatilidad. Para su uso es necesario formarse con personal cualificado.
- Guante electro-sensitivo: A primera vista son unos guantes normales, pero tienen una capacidad diferente. Aplican una estimulación eléctrica, por lo que beneficia al policía en el control y arresto del individuo. Nunca deja secuelas físicas y son una herramienta perfecta para desescalar la tensión de forma discreta y segura.
- Rifle o pistola lanzadora de pimienta: Son armas accionadas por aire comprimido que disparan munición compuesta a base de pimienta, provocando una incapacitación temporal sobre el individuo o individuos. A simple vista parecen armas de fuego, por lo que tienen un gran poder disuasorio.
- Armas de electrochoque: Comúnmente conocidas como Taser. Son un dispositivo de conducción de energía que produce en el individuo una incapacitación neuromuscular al proyectar en él dardos electrificados. Para su utilización es necesario haber pasado un curso de capacitación específico para el empleo de armas electrónicas no letales.
- Bola balística: Convierte la munición letal de un arma de fuego en un proyectil menos letal. Su funcionamiento se basa en la colocación de una bola de FOAM en la boca del cañón sin requerir ninguna modificación en el arma de fuego. Es la última opción disponible de un policía antes de disparar munición real, debido a que sus consecuencias son más graves que todos los medios anteriores.
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