spot_img

¿Qué pasó el 11M de 2004?

Análisis

David García Pesquera
David García Pesquera
Graduado en Relaciones Internacionales en la Universidad Rey Juan Carlos. Sus principales intereses son la geopolítica, el análisis de conflictos y la seguridad internacional, especialmente en Europa del Este, Oriente Próximo y el Norte de África.

El 11 de marzo de 2004 se produjo el mayor atentado terrorista en suelo europeo hasta el momento. Una serie de artefactos explosivos estallaron en diferentes trenes de la red de Cercanías de Madrid y su área metropolitana, dejando un rastro de 192 muertos. Desde LISA News queremos recordar este atentado terrorista en su vigésimo aniversario con el objetivo de homenajear a las víctimas, así como analizar las implicaciones que tuvo este fatídico suceso para España, desde su planificación, hechos comprobados e implicaciones para la seguridad nacional e internacional. David García Pesquera, estudiante del Máster Profesional de Analista Internacional y Geopolítico profundiza en este análisis.

¿Qué pasó el 11 de marzo?

La mañana del 11 de marzo de 2004, a las 07:37 de la mañana, se produjo la primera explosión en el coche seis del tren número 21431 que se encontraba parado en el andén 2 del intercambiador de Atocha-Renfe, la principal estación ferroviaria española. Un minuto más tarde, a las 07:38 explotaron otros dos artefactos explosivos en el coche cuatro y cinco del mismo tren.

El segundo tren afectado, el número 21435, se encontraba en la estación de El Pozo, en Vallecas. Por su parte, el tren 21713 se encontraba dos estaciones más allá, en dirección Alcalá de Henares en Santa Eugenia. A ello hay que sumarle el tren número 17305, que se encontraba a 800 metros de Atocha, en paralelo a la calle de Télez, cuando a las 07:39 explotaron cuatro artefactos explosivos en los coches uno, cuatro, cinco y seis. Los dos minutos que este tren llevaba de retraso con respecto a su entrada en la estación de Atocha evitaron un mayor número de víctimas.

Por lo tanto, todo tuvo lugar en escasos tres minutos y en trenes de una misma línea de Cercanías Renfe. En total fueron 10 explosiones en cuatro trenes.  Además, hay que sumar tres artefactos explosivos que no llegaron a estallar: dos de ellas dirigidas contra los servicios sanitarios y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (programadas para estallar minutos más tarde) que fueron detectadas y desactivadas por los TEDAX y una tercera en el tren parado en el andén dos de Atocha, que no estalló por error, evitando así una tragedia aún mayor. 

➡️ Te puede interesar: Los mejores libros sobre terrorismo yihadista en español

Estas tres mochilas con artefactos explosivos fueron detonados de forma controlada horas más tarde del atentado y uno de ellos fue analizado, tanto sus componentes como su disposición, para iniciar así la investigación policial en torno a la autoría. Los artefactos que no explotaron se componían de dinamita Goma 2 ECO, mientras que los que sí estallaron no trascendió su composición. 

Todos los trenes atacados salieron de la estación de Alcalá de Henares, donde subieron los terroristas y dejaron los artefactos explosivos en mochilas para posteriormente abandonar el convoy y dejar su plan en marcha en tiempo y forma. 

Posteriormente, el 3 de abril, siete de los terroristas implicados se inmolaron en un piso de Leganés, matando en el acto al Responsable del Grupo Especial de Operaciones (GEO) del Cuerpo Nacional de Policía. El terrorismo yihadista golpeaba España como nunca lo había hecho y dejaba 192 muertos y más de 2.000 heridos.

¿Por qué un atentado en España?

Las primeras hipótesis del gobierno planteaban la posibilidad de que ETA estuviera detrás de los atentados. Sin embargo, pronto se descartó esta línea de investigación por parte de los Servicios de Inteligencia, la Policía Nacional y la Guardia Civil: el tipo de explosivos y el modus operandi no se correspondía con el de la banda terrorista en 2004. Es entonces cuando el foco señaló al terrorismo yihadista.

Las organizaciones terroristas yihadistas interpretan a España como un país artificial, heredero de lo que un día fue al-Ándalus, la época en la que una gran parte de la Península Ibérica estuvo bajo dominio musulmán. La pérdida de estos territorios tras la Reconquista culminada en 1492 con la toma de Granada, supuso a su vez el inicio del retroceso del poder islámico. Desde las corrientes ideológicas salafistas yihadistas se observa con una nostalgia dolorosa este hecho como el inicio de la decadencia musulmana.

La consecución del 11M comienza en la década de los 90, cuando Abu Dahdah funda una célula terrorista en la ciudad de Madrid. Así es como se instaló Al Qaeda, el principal grupo terrorista a nivel global, en España. El foco de la autoría no se pone en Dahdah sino en Amer Azizi, un marroquí que —según afirma la CIA— llega a ser el hombre de mayor confianza de Abu Hamza Raia, el jefe de operaciones externas de Al Qaeda.

➡️ Te puede interesar: ¿Está la Unión Europea preparada para afrontar al terrorismo?

En torno al atentado han surgido numerosas dudas, desde la autoría, su procedimiento o las implicaciones adyacentes al mismo. De esta forma, se han desarrollado diversas teorías de la conspiración y falsas correlaciones de datos que es necesario poner en perspectiva en comparación con los datos contrastados y corroborados a nivel policial y judicial.

Por entonces, en la Comunidad de Inteligencia circuló la hipótesis de que el propósito del atentado para los yihadistas fue como consecuencia de la participación de España en la guerra de Irak en marzo de 2003. Sin embargo, y pese a que Osama Bin Laden reafirmara su amenaza a España tras protagonizar la coalición que hizo dicha invasión posible, la decisión de atentar en suelo español fue tomada a finales de 2001 en Karachi, Pakistán.

Así pues, se reunieron en la ciudad pakistaní Amer Azizi con Abdelatif Mourafik y prepararon el gran atentado en España. Todo ello, un año y tres meses antes de la invasión de Irak. La segunda reunión en la que avanzaron los planes tuvo lugar en febrero de 2002 en la ciudad de Estambul, cuando delegados de tres organizaciones yihadistas magrebíes, que acudieron desde sus bases en Afganistán, resolvieron que la mejor forma de alcanzar sus objetivos era trasladando la yihad terrorista a España y Marruecos. 

➡️ Te puede interesar: ¿Cuáles son los países más afectados por el terrorismo y por qué?

Por su parte, en marzo de ese mismo año, un año antes de la guerra de Irak, Mustafa Maimuni recibió instrucciones específicas de Azizi a través del contacto de Mourafik para iniciar el proceso de reclutamiento y la formación de la estructura de la red que articularía el atentado del 11M. 

La segunda línea de investigación que se abrió como hipótesis inicial fue la posible autoría de ETA. Esta idea circulaba por algunas fuentes oficiales, medios de comunicación y la opinión pública durante las primeras horas tras la masacre. La proximidad a las elecciones generales al Gobierno de España, concretamente tres días después de los atentados, hizo que el Gobierno del Partido Popular en el poder sobredimensionara la posibilidad de que la autoría había sido la banda terrorista ETA.

Si bien los atentados tuvieron un papel destacado en el vuelco electoral a favor del PSOE, que hasta entonces se encontraba en la oposición, no cabe una relación directa entre la fecha y la decisión de atentar en España con el proceso electoral. Esto se debe a la antelación del 11 de marzo de 2004 como fecha clave por parte de los terroristas desde al menos octubre de 2003, mientras que las elecciones se convocaron el 9 de enero de 2004, según afirma Fernando Reinares en su documental «¡Matadlos! Quién estuvo detrás del 11-M y por qué se atentó en España” además de en su libro “11-M: La venganza de Al Qaeda».

El juicio por los atentados del 11 de marzo tuvo lugar en 2007, y no se llegó a establecer una conclusión exacta acerca de la autoría intelectual del atentado. La Audiencia Nacional condenó a 21 de los 28 procesados por estos hechos: Jamal Zougam y Otman el Ganaoui fueron sentenciados a más de 42.900 años de cárcel como autores materiales del atentado y al exminero José Emilio Suárez Trashorras a 34.715 años como autor por cooperación necesaria, al proporcionar los explosivos a los terroristas. En la actualidad, son las únicas tres personas que continúan en la cárcel por dichos crímenes.

➡️ Te puede interesar: Por qué el Sahel debería preocupar a Europa

Recientemente, Trashorras ha sido noticia por presuntamente haber solicitado la eutanasia en el centro penitenciario en el que cumple condena. El exminero que cooperó con los yihadistas, afirmó ser una persona distinta a la de hace veinte años y aseguró haber pedido perdón a todas y cada una de las víctimas, según ha podido saber a través de su abogado Marco Suárez la Agencia EFE.

El documental de Reinares, tal y como se ha expuesto antes, pone el foco en Azizi como autor intelectual de los atentados, hechos que se exponen en el siguiente epígrafe, basándose en la relación que existía entre varias células de Al-Qaeda en Occidente y sus objetivos estratégicos compartidos.

Amenaza yihadista

Casi 3 años antes del 11M, tuvo lugar el atentado múltiple del 11 de septiembre de 2001, con el secuestro de múltiples aviones que fueron dirigidos a las Torres Gemelas en Nueva York, al Pentágono, y la tentativa de uno de los aviones de impactar contra el Capitolio. Este acontecimiento cambió el mundo y modificó los parámetros para hacer frente a un fenómeno que, desde entonces, ha puesto en jaque a gran parte de los países: el terrorismo internacional.

Los atentados de Nueva York y los de Madrid están relacionados entre sí. Abu Dahdah, líder de la célula establecida en España, mantenía una relación muy estrecha con Mohamed Atta, quien fue cabecilla de los atentados de Nueva York y Washington, lo que precipitó la desarticulación de los vínculos españoles de Al-Qaeda relacionados con los ataques. 

Poco después del 11S, en noviembre de 2001, la célula yihadista implantada en Madrid en los años 90 fue desmantelada a través de la Operación dátil. Sin embargo, seis de sus miembros no llegaron a ser detenidos, entre ellos Amer Azizi. Todo se explica a través de una reacción a este dispositivo policial, que precipitaría la reunión en Karachi y la organización de los atentados desde entonces. 

➡️ Te puede interesar: Masterclass | Tendencias y amenazas actuales del extremismo violento en Occidente

Así pues, Azizi reorganizó la célula bajo su propia supervisión, contando con el apoyo de los otros cinco hombres de Abu Dahdah no detenidos y miembros del Grupo Islámico Combatiente Marroquí. Azizi no fue condenado por los atentados de Madrid y falleció poco después, el 1 de diciembre de 2005, por el impacto de un misil lanzado desde un avión sin piloto estadounidense en la región de Waziristán, en Pakistán. En este ataque también fue abatido Hamza Raia quien, como se menciona anteriormente, fue jefe de operaciones externas de Al-Qaeda y del que Azizi llegó a ser su mano derecha.

Desde el 11M, en España ha tenido lugar otro gran atentado yihadista, el de las Ramblas de Barcelona en agosto de 2017. Sin embargo, la profesionalidad de los servicios de seguridad e inteligencia, sumada a la experiencia en lucha antiterrorista de tantos años contra ETA y el terrorismo yihadista, han situado a España como un país referente en la lucha contra el terrorismo internacional.

➡️ Te puede interesar: Masterclass | Prevención e Investigación de la Financiación del Terrorismo

Los atentados de Madrid impulsaron cambios tanto en la legislación como en las estructuras efectivas para la lucha contra el terrorismo integrista y fundamentalista, contando con más medios y más información en los procesos de radicalización violenta, así como un mayor peso internacional en materia de información compartida entre administraciones y gobiernos.

Actualmente, España se sitúa en una escala de alerta antiterrorista de cuatro sobre cinco y en los últimos años se han llegado a frustrar múltiples atentados, como un posible atentado en el metro de Barcelona en 2008. Sin embargo, el yihadismo ha ido evolucionando a modelos más resilientes, descentralizados y fluidos, como es el uso de los llamados «lobos solitarios», las autoradicalizaciones o células durmientes, retos ante los cuales, las fuerzas de seguridad y los servicios de inteligencia, se han ido adaptando progresivamente para garantizar así la seguridad nacional e internacional.

Te puede interesar:

Artículos relacionados

Masterclass y eventos relacionados

Formación relacionada

spot_imgspot_img

Actualidad

Dejar respuesta:

Por favor, introduce tu comentario!
Introduce tu nombre aquí

spot_img