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La importancia de las estrategias de prevención ante las sectas: el caso de Patricia Aguilar

Análisis

Paz Quintero
Paz Quintero
Alumna-certificada del Máster Profesional de Análisis Criminal y Criminología Aplicada de LISA Institute. Sus principales áreas de interés son la perfilación criminal, los casos fríos y la criminología ambiental. También es Estudiante del grado de Criminología en la UNED, Máster en Investigación en Criminología y Ciencias forenses, delincuencia y victimología de la UEMC. Máster en Comunicación Corporativa por la UNEATLANTICO.

En el ámbito de la criminología, las estrategias de prevención juegan un papel crucial para reducir las oportunidades que tienen los delincuentes de cometer actos delictivos. En este artículo, Paz Quintero López, alumna del Máster Profesional de Analista Criminal y Criminología Aplicada, aborda el caso de Patricia Aguilar y explica cómo una guía de prevención y actuación puede evitar la captación en sectas y minimizar los riesgos de ser víctima de este tipo de delitos.

La falta de protección ante desconocidos en internet es muy habitual ya que, en la red, es muy fácil ser embaucados por usuarios que se esconden tras identidades falsas o con un perfil bajo hasta que encuentran una víctima propicia. En la prensa es frecuente encontrar noticias sobre adultos que intentan acosar a menores a través de Internet (lo que se conoce como grooming). La detección temprana es clave en cualquier caso pero, en este artículo, nos centramos en los captadores pertenecientes a sectas religiosas, el tipo más popular y numeroso de captación y lavado de cerebro en internet.

Este tipo de entidades se centran en dogmas religiosos centrados en una vida dedicada (sin límite) al propio grupúsculo social que comprarte el credo, la salvación eterna y el conocimiento de la única verdad, revelada a tan solo unos pocos. Estos supuestos líderes basan su estrategia en contactar con jóvenes pre y adolescentes, cuya etapa vital está siendo convulsa por diferentes motivos. Se hacen pasar por confidentes, se ganan la confianza de la víctima y luego le hacen pasar por pruebas de fe, las cuales, una vez cumplidas, le acercarán a la cúspide de la pirámide en donde está el líder.

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Lo más usual es que estas personas captadoras pongan en entredicho la educación, los valores y comportamientos que las víctimas han aprendido, precisamente para hacerles dudar. Igualmente, a base de persuasión y halagos, las personas propensas a ser víctimas encuentran en estas sectas y sus líderes un propósito vital de gran valor, o bien se sienten parte de algo en donde son reconocidos y queridos. Por ello, es necesaria la educación a jóvenes pertenecientes al target anteriormente señalado para un buen uso de Internet, con el objetivo de que conozcan con anticipación los comportamientos delictivos más comunes, en relación con la captación de personas, el grooming y la suplantación de identidad.

Tal y como sostiene la Teoría de las actividades rutinarias de Lawrence E. Cohen y Marcus Felson, la cual vincula la actividad delictiva con el contexto situacional de autor y víctima, dando peso a los patrones rutinarios de ambos, es importante reducir al máximo las oportunidades tanto de delincuente como, sobre todo, de la víctima, para que no pueda llegar a ejecutarse con éxito el proceso de captación.

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Si bien no podemos determinar un mapa criminológico de las sectas de manera virtual en nuestro país, sí podemos resaltar los principales grupos sectarios con sede en nuestro país y en LATAM.

  • Algunas de las más famosas en España: Mormones (Madrid -toda España-), Testigos de Jehová (Madrid -toda España-), Iglesia Palmariana (Sevilla), MISA (Iglesia porno-yoga, Madrid, Barcelona y Zaragoza), Escuela Aquí y Ahora (Madrid), Cienciología (Madrid -toda España-), La Chaparra (Castellón).
  • Algunas de las más famosas en LATAM, según la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES) y la DePaul University: Mormones, Testigos de Jehová, Adventistas del 7º día, Bautistas, Pentecostales, Ciencia Cristiana, Niños de Dios, Hare Krishna, Luz Divina, Ananda Marga, Camino Internacional (Ramitas), Moon, Nueva Acrópolis, Iglesias electrónicas y otros movimientos pseudo-espirituales.

¿Quién es Patricia Aguilar?

Patricia Aguilar es una joven española nacida en Elche, Alicante. Desapareció en 2017, cuando acababa de cumplir la mayoría de edad legal en España. La investigación descubrió que la muchacha había sido captada por Gnosis, una secta pseudo religiosa en Perú. Esta secta estaba liderada por Félix Steven Manrique, un hombre a quien ella había conocido a través de Internet. Patricia Aguilar había mantenido contacto virtual con él desde 2016.

Félix Steven, hábil con las palabras y con la manipulación, convenció a la chica de que dejase su casa y su familia. Ella tenía problemas familiares y decidió irse a vivir con él a Perú. Lo que no sabía es que este supuesto gurú, que se autodefinía como un mesías de sangre azul, terminaría reteniéndola junto a otras mujeres jóvenes. Manrique las utilizaba como harén, malvivía aprovechándose de ellas y las obligaba, bajo coacción, a vivir hacinadas. Tanto las mujeres como los hijos que él tenía con las secuestradas permanecían en pésimas condiciones. Además, se movían entre varios lugares para no ser descubiertos.

Gracias a la insistencia de la familia, Patricia Aguilar fue encontrada en 2018. La operación fue un esfuerzo conjunto entre las autoridades peruanas y españolas. La localizaron en plena selva. Tanto ella como la bebé que había tenido estaban en condiciones de malnutrición. Este caso puso de manifiesto los peligros de la manipulación sectaria y la vulnerabilidad de las personas. Especialmente, destacó cómo los jóvenes pueden ser víctimas de delincuentes carismáticos que lideran sectas. Además, resaltó la necesidad de brindar apoyo a las víctimas de este tipo de delitos.

¿Por qué el criminal que captó a Patricia Aguilar llevó a cabo esta conducta?

Los líderes de este tipo de sectas (gurús, mesías, maestros), que en muchas ocasiones se creen la encarnación misma de una deidad, generalmente se envuelven en un halo de misticismo y generosidad plena. Se presentan como salvadores de la Humanidad. Sin embargo, bajo toda esta apariencia de iluminación y omnipotencia (porque son los elegidos), se oculta una personalidad narcisista. Esta suele tener como base sentimientos de inferioridad, inadecuación y culpabilidad, enraizados en su personalidad. Por ello, son incapaces de aceptarlos, reconocerlos y afrontarlos.

Este es el perfil más común de aquellas personas que necesitan manipular a los demás. Lo hacen para sentir poder, control, respeto o amor de terceros, y dejar de experimentar el vacío o la exclusión. Por todo esto, dedican su vida a mostrar que son seres especiales, llenos de sabiduría. Pretenden actuar por encima del bien y del mal, saltándose las normas sociales y los derechos fundamentales de sus víctimas.

Cómo prevenir casos como el de Patricia Aguilar

En este caso, identificamos un factor de riesgo individual. La intervención debe enfocarse en la formación en habilidades para un uso seguro de Internet. Por otro lado, también existe un factor de riesgo familiar. Aquí, la intervención debe ofrecer herramientas de formación en habilidades familiares para prevenir la victimización de los jóvenes. Esto ocurre cuando adultos, bajo perfiles falsos, utilizan la red para ganarse la confianza de menores.

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Los factores de riesgo citados están ligados a un uso no supervisado de Internet. Esto afecta a las personas consideradas como el target óptimo para ser víctimas. También influye una falta de control informal cercano.

En cuanto a los factores biopsicosociales, el perfil de las víctimas es determinante. Suelen ser mujeres menores de edad (en etapa adolescente), un momento vital lleno de dudas. En este periodo, la depresión por no sentirse comprendidas, la ansiedad ante problemas familiares y una actitud desafiante hacia su entorno son comunes. Este círculo cercano suele permanecer ajeno a la relación oculta que la víctima tiene con el delincuente a través de Internet.

Lo óptimo en estos casos es reforzar el control informal cercano a la víctima. También es fundamental limitar el horario de acceso a Internet y la forma de utilizarlo. Este acceso nunca debe ser en soledad, sino tutelado en un área abierta, como el salón.

Además, es esencial el uso de herramientas de control parental. El objetivo es que las potenciales víctimas tengan información suficiente para desconfiar de perfiles desconocidos que muestran interés repentino en ellas. Igualmente, es necesario ofrecer espacios seguros para que la víctima pueda hablar de sus problemas con su entorno. Así se evita que utilice a terceras personas como red de confianza.

Gracias al auge tecnológico y al aislamiento social propiciado por crisis como la COVID-19, han proliferado sectas de menor tamaño. Estas suelen tener un perfil más New Age, piramidal o incluso de criptosectas, dedicadas a defraudar a compradores de criptomonedas.

Las escuelas ya están tomando medidas como evitar el uso de móviles en las aulas, lo que reduce el tiempo de exposición a este tipo de delitos. Aunque no es necesario añadir estrategias preventivas de seguridad física, es fundamental poder denunciar rápidamente a un posible delincuente virtual. Esto es crucial en caso de que el agresor pase a la acción de manera presencial para ejercer presión o coaccionar a la víctima, especialmente en delitos sexuales o de captación.


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