spot_img

Tartús y Khmeimim, los enclaves que Rusia podría perder en Siria

Análisis

Rubén Asenjo
Rubén Asenjo
Periodista apasionado por la actualidad internacional y la geopolítica. Escribo para entender el mundo en constante cambio y compartir perspectivas que despierten la reflexión y el debate. Comprometido con la búsqueda de la verdad y las historias que impacten e inspiren.

La base naval de Tartús y la base aérea de Khmeimim, ubicadas en Siria, son esenciales para la proyección de poder de Moscú en el Mediterráneo, en Oriente Medio y en África. Ambas permiten operaciones navales y aéreas estratégicas en la región. Sin embargo, la caída del régimen de Bashar al-Assad, aliado de Putin, deja en un momento de incertidumbre el control ruso de estas instalaciones militares.

La Base Naval de Tartús y la Base Aérea de Khmeimim son dos instalaciones militares rusas de gran importancia estratégica ubicadas en Siria. La Base Naval de Tartús, situada en la costa mediterránea siria, es la única instalación naval rusa en el Mediterráneo y se ha utilizado por la Armada rusa desde 1971, cuando todavía existía la Unión Soviética. Esta base ha experimentado una gran modernización y ampliación en los últimos años, permitiendo ahora acoger hasta 11 naves de guerra, incluyendo buques de propulsión nuclear. Su importancia radica en que proporciona a Rusia una presencia naval permanente en el Mediterráneo y sirve como punto clave para el apoyo logístico de las operaciones rusas en la región.

➡️ Te puede interesar: Siria: actores extranjeros y el nuevo orden tras al-Assad

Por su parte, la Base Aérea de Khmeimim, ubicada en la provincia de Latakia, se ha convertido en un centro esencial para las operaciones aéreas rusas en Siria desde su creación en 2015. Esta base ha resultado de gran importancia en la intervención militar rusa en el conflicto sirio, sirviendo como plataforma para ataques aéreos y misiones de reconocimiento. Ambas instalaciones eran fundamentales para la proyección del poder militar ruso en Oriente Medio y han contribuido en gran medida a la influencia de Moscú en la región, especialmente en el contexto de la guerra civil siria en su apoyo a Bashar al-Assad, que le brindaba estabilidad y proyección.

➡️ Te puede interesar: Quiénes son los rebeldes que han tomado Siria y quién es su líder

Sin embargo, la caída del régimen de Bashar al-Assad en Siria ha puesto en jaque la presencia militar rusa en el Mediterráneo oriental. Las bases de Tartús y Khmeimim, piezas clave en la proyección de poder de Moscú en la región, ahora se encuentran en una situación precaria. El Kremlin, consciente de la importancia estratégica de estas instalaciones, ha iniciado conversaciones con grupos rebeldes para garantizar su seguridad. Sin embargo, el futuro sigue siendo incierto. La pérdida de estas bases no solo significaría un duro golpe para la influencia rusa en Oriente Medio, sino que también afectaría su capacidad logística y operativa en el Mediterráneo. Además, pondría en peligro la presencia naval permanente de Rusia en la zona y complicaría sus operaciones en África e incluso América Latina.

Importancia de Tartús para Rusia

La base naval de Tartús es un activo estratégico importantísimo para Rusia en el Mediterráneo. Desde su establecimiento en 1971, esta instalación ha sido la única presencia naval permanente de Rusia fuera de su territorio hasta 2014 (Base naval de Sebastopol de la Flota del Mar Negro, en Crimea), permitiéndole proyectar su poder militar en una región de gran importancia geopolítica. Tartús ofrece a Rusia un punto de apoyo logístico vital para sus operaciones en el Mediterráneo, el norte de África, Oriente Medio e incluso con sus aliados de Latinoamérica. Además, la base ha jugado un papel fundamental en el suministro de armamento y recursos. Además, ha permitido los entrenamientos militares durante la intervención rusa en el conflicto sirio y otras guerras de Moscú.

Mapa de la base naval de Tartús / Autor: Bin im Garten.

En 2017, consciente de la importancia estratégica de Tartús, Rusia firmó un acuerdo con el régimen de Bashar al-Assad para ampliar y utilizar las instalaciones durante 49 años, prorrogables por otros 25. Este contrato no solo aseguró la presencia rusa a largo plazo en la región, sino que también otorgó a Moscú la soberanía sobre la base, su personal y material. La modernización y ampliación de Tartús han reforzado la capacidad de Rusia para mantener una presencia naval permanente en el Mediterráneo, consolidando su estatus como potencia global y proporcionándole una ventaja estratégica en sus relaciones con Occidente y otros actores regionales.

Importancia de Khmeimim para Rusia

Este aeródromo está ubicado en un lugar clave para Rusia. Desde su establecimiento en 2015, esta instalación ha proyectado el poder militar ruso. Khmeimim no solo ha servido como plataforma para las operaciones aéreas rusas en Siria, sino que también ha permitido a Moscú extender su influencia estratégica y militar en el norte de África y Oriente Medio. La base está equipada con sistemas de defensa aérea avanzados, incluyendo el S-400 «Triumph», que proporciona una cobertura de 400 kilómetros de diámetro, así como sistemas Tor M2 y Pantsir-S para protección de corto alcance. La importancia de Khmeimim va más allá de su papel en el conflicto sirio.

➡️ Te puede interesar: ¿Qué son las Fuerzas Democráticas Sirias?

La base se ha convertido en un nodo logístico clave para las operaciones rusas en África y el Mediterráneo, permitiendo el despliegue rápido de aeronaves de combate, reconocimiento y transporte. Además, su ubicación permite a Rusia monitorear las actividades de la OTAN en el flanco sur de la alianza. De igual forma, Moscú ha realizado una gran inversión en la modernización y expansión de Khmeimim, incluyendo la construcción de refugios para aeronaves y la ampliación de pistas.

¿Cómo afectarían estas pérdidas para Rusia?

  • Debilitamiento de la presencia naval y aérea rusa en el Mediterráneo, limitando su capacidad de proyectar poder en Oriente Medio.
  • Interrupción de las operaciones logísticas y de suministro para las fuerzas rusas en África, especialmente en el Sahel.
  • Reducción de la influencia rusa en Oriente Medio, perdiendo un punto estratégico clave.
  • Potencial disminución de la influencia geopolítica rusa en varias regiones como África o América Latina, lo que podría afectar negativamente los lazos económicos y comerciales existentes.
  • Disminución de la capacidad de Rusia para monitorear y contrarrestar actividades de la OTAN en el flanco sur de la alianza.
  • Pérdida de instalaciones clave para el despliegue rápido de aeronaves de combate, reconocimiento y transporte en la región.
  • Posible impacto en la imagen de Rusia como aliado fiable, afectando sus relaciones con otros países.
  • Complicación de las operaciones rusas en algunas partes de África, al perder un importante nodo logístico.
  • Necesidad de renegociar acuerdos con las nuevas autoridades sirias, lo que podría resultar en condiciones menos favorables para Rusia o incluso la pérdida total.
  • Disminución de la capacidad logística para el transporte de mercancías entre Rusia y América Latina, dificultando el comercio bilateral.
  • Posible reducción en la exportación de armamento ruso a países latinoamericanos como Venezuela o Brasil, al perder un punto estratégico de distribución en el Mediterráneo.

Incapacidad de Rusia

La caída del régimen de Bashar al-Assad en Siria ha puesto de manifiesto las limitaciones militares de Rusia, especialmente tras su prolongada ofensiva en Ucrania. Moscú, que anteriormente era fundamental para mantener a Assad en el poder, no pudo evitar el rápido avance de los rebeldes que culminó con la toma de Damasco. Esta incapacidad para defender a su aliado más firme en Oriente Medio mostró cómo la guerra en Ucrania ha agotado los recursos y la capacidad de intervención de Rusia en otros conflictos.

➡️ Te puede interesar: ¿Qué significa la nueva bandera de Siria?

El Kremlin, sorprendido por la velocidad del ataque rebelde, se vio obligado a limitar su respuesta a ataques aéreos en algunas provincias del norte de Siria. La prioridad dada a la guerra en Ucrania dejó a Rusia sin suficientes fuerzas militares, recursos e influencia para intervenir eficazmente fuera del espacio postsoviético. Este revés no solo ha asestado un duro golpe a la imagen de fortaleza global de Rusia, sino que también ha expuesto las consecuencias de su prolongada guerra en Ucrania, demostrando que sus recursos militares no son infinitos.

➡️ Si quieres aprender sobre Inteligencia, Análisis Internacional, Ciberseguridad, Criminología, Prospectiva y más campos, te recomendamos visitar la web de LISA Institute.

Artículos relacionados

Masterclass y eventos relacionados

Formación relacionada

spot_img

Actualidad

Dejar respuesta:

Por favor, introduce tu comentario!
Introduce tu nombre aquí

spot_img