spot_img

La creciente importancia geoestratégica de Asia Central

Análisis

Ana García De Paredes Dupuy
Ana García De Paredes Dupuy
Relaciones Internacionales en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC). Sus principales intereses son el funcionamiento de las Organizaciones Internacionales y su influencia a nivel global, así como la aplicación del Derecho Humanitario y el análisis geopolítico en el contexto de conflictos armados.

Durante siglos, Asia Central ha desempeñado un papel crucial como conexión entre el Lejano Oriente y Europa, remontándose al intercambio de bienes e ideas a través de la conocida Ruta de la Seda. En este artículo te explicamos su importancia de hoy, tanto a nivel geoestratégico como geoeconómico.

La región de Asia Central está compuesta por cinco países –Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán– que lograron su independencia como resultado de la disolución de la Unión Soviética en 1991 y desde entonces evolucionaron de manera diferente.Según este artículo publicado en El Orden Mundial (EOM), medio que participa en el profesorado del Máster Profesional de Analista Internacional y Geopolítico de LISA Institute, Asia central va, poco a poco, adquiriendo el protagonismo que merece.

Los conocidos como “istanes”, territorios a veces desconocidos en el mapa, son antiguas repúblicas soviéticas donde, aunque la modernización democrática haya quedado en un segundo plano, la económica, centrada en su mayoría en la explotación de los recursos naturales, cobra cada vez más fuerza.

Esta región siempre ha sido valorada estratégicamente debido de su situación de encrucijada entre Oriente y Occidente, sirviendo de bloqueo ante zonas de conflicto e inseguridad como Afganistán. Es por todo ello que las grandes potencias, así como el mundo entero reconocen la creciente importancia de Asia central como un actor muy valioso de la sociedad internacional. En gran parte, por los recursos del Caspio, que constituyen una de las vías de la seguridad energética de China, así como de interés para Europa como herramienta contra las amenazas rusas.

Te puede interesar: Masterclass | La geopolítica de la energía | con EOM

Durante años, las relaciones entre los países de Asia central fueron en general malas, debido a disputas fronterizas y de recursos. Sin embargo, la situación ha cambiado rápidamente tras el cambio de liderazgo en Uzbekistán en 2016, abriendo nuevas posibilidades para la cooperación regional.

La primera cumbre de líderes de Asia Central sobre cooperación regional desde la década de 1990 se celebró en Astana en marzo de 2018 y una segunda cumbre tuvo lugar en noviembre de 2019 en Tashkent. Las fuentes de energía renovables son otro foco de atención en vista del enorme potencial para la cooperación e inversión regional.

Te puede interesar: La herencia soviética que ha perpetuado las dictaduras de los “istanes”

Por qué Asia Central es importante para la UE

Todos los países de Asia central siguen políticas exteriores multisectoriales, buscando equilibrar sus relaciones con la UE, Rusia, China, y los Estados Unidos en particular. Sin embargo, sus lazos con Turquía e Irán también son importantes.

Aunque Turkmenistán ha adoptado una postura cerrada en gran medida hacia mundo exterior, el comercio de la UE, principalmente de recursos minerales, es digno de mención con Kazajstán y está aumentando con Uzbekistán, sobre todo tras la adopción del Protocolo Textil UE-Uzbekistán, aprobada por el Parlamento en 2016. La UE también ha acogido con satisfacción la adhesión de Kirguistán, Tayikistán y Kazajstán a la Organización Mundial del Comercio (OMC), y, adicionalmente, Kazajstán y Kirguistán forman parte de la Unión Económica Euroasiática.

Te puede interesar: Turkmenistán, el país de las excéntricas dictaduras

La UE reconoce la importancia estratégica de Asia Central, que une el enorme continente asiático con Europa. En 2019, Bruselas actualizó su estrategia sobre Asia Central para enfocarse en la resiliencia, abarcando áreas importantes como los derechos humanos, la seguridad fronteriza y el medio ambiente; la prosperidad, con un fuerte énfasis en la conectividad y la cooperación regional.

El Parlamento apoya firmemente la democracia y el estado de derecho con iniciativas concretas como la democratización en la zona. Dos años más tarde, a la luz de la toma de poder de los talibanes en Afganistán en agosto de 2021, Asia Central se convirtió en crucial en términos de seguridad y estabilidad.

Te puede interesar: Serbia y Kosovo, la encrucijada en los Balcanes

El pasado domingo, 20 de noviembre, el Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, destacaba esta “creciente importancia” tanto geoestratégica como económica de Asia Central, tras una visita por la región. El jefe de la Diplomacia europea ha indicado que, aunque el papel de Rusia y China en la región continúa siendo importante, los países de la zona “buscan diversificar sus relaciones y ven a la UE como un socio de elección”.

Te puede interesar: Una hoja de ruta para fortalecer la seguridad de la Unión Europea

“Nuestros socios de Asia Central buscan diversificar sus asociaciones, quieren una mayor participación de la Unión Europea, y ciertamente hay mucho más que podemos hacer juntos en materia de conectividad, energía y seguridad”, ha explicado Borrell, matizando que esta relación no parte “de cero”, tras haber logrado convertir a Bruselas en el principal socio comercial y de inversión de la región.

Interés estratégico de las principales potencias y su papel en Asia Central

Rusia

La región de Asia Central estuvo muy influida por la Unión Soviética debido al control que esta misma tuvo sobre estos territorios, configurando así a las entonces Repúblicas Socialistas Soviéticas de Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán como un enclave territorial muy importante para Rusia. Esto fue alimentado gracias a que, en el aspecto geopolítico, comprendían la teoría del “heartland”, definida en 1904 por el político y geógrafo inglés Halford J. Mackinder, que afirmaba que quien controlara la zona de Asia central tenía muchas probabilidades de controlar el resto de Asia y Europa y obtener una posición privilegiada para dominar el mundo.

El interés de los rusos se debe mayoritariamente a su importante labor en contención y seguridad, por lo que están intentando acercar posiciones desde Moscú. En este sentido, aunque Asia Central depende económicamente en gran medida de Rusia, debido a que China se configura como su mayor alternativa y competidor en este sector, el Kremlin plantea dar más importancia a su dimensión militar en la zona.

Te puede interesar: La OTSC, así es la “OTAN” que podría apoyar a Putin en caso de conflicto

Estados Unidos

Los Estados Unidos por su parte han tenido sus más y sus menos con Asia Central. Aunque en un principio decidieran no involucrarse demasiado con Washington para no debilitar sus relaciones diplomáticas con la entonces la Rusia soviética y post-sovietica, la situación dio un giro drástico tras los acontecimientos del 11-S.

La inestabilidad de la región y el apoyo a grupos terroristas por parte de algunos gobiernos locales amenazaban directamente la seguridad de los Estados Unidos. Por esta razón y desde entonces, el país norteamericano realiza esfuerzos con el objetivo de crear un cordón de seguridad a través de la instalación de bases en toda la región, entre otras medidas.

Por otra parte, Estados Unidos es el mayor inversor y controla, en mayor o menor grado, los tres grandes campos de petróleo kazajos (Tengiz, Karachaganak y Kashagan). Por lo tanto estos países suponen un apuesta económica y energética importantes por parte de Washington.

China

El ascenso de China en la escala global ha traído consigo un aumento de su influencia sobre la zona central de Asia. Los intereses de Pekín en la zona giran principalmente en torno al intercambio comercial, al abastecimiento de hidrocarburos y a la seguridad nacional. Estos intereses conjuntos se remontan a la creación en 1996 de la llamada Shangai Cooperation Organization, reuniendo a todos los países de Asia Central además de Rusia, Pakistán, India e Irán.

Con respecto a sus relaciones comerciales, cabe destacar que China cuenta con ciertas ventajas sobre sus principales competidores, debido a la proximidad cultural de la provincia de Xinjiang con la región, la cual facilita el comercio chino-centroasiático, además que permite al mercado chino ella oferta e intercambio de bienes y servicios entre ambas zonas.

Además de ser un socio comercial atractivo, China también actúa como una garantía de seguridad adicional para los regímenes de Asia Central. Asimismo, la infraestructura a gran escala propuesta por Pekín, que pretende conectar Asia Central y Xinjiang, podría ser muy beneficiosa para el desarrollo y crecimiento de las relaciones entre ambos.

Irán

En términos geoestratégicos, Irán es quien lleva la delantera en la competición, ya que su cercanía le permite obtener los hidrocarburos del Caspio de manera simple, rápida y barata. En este sentido existe una paradoja, ya que estrechar lazos comerciales con Irán supondría tener de socios comerciales a India, China, Pakistán o Japón, dejando de lado la parte Occidental del planeta.

Turquía

Con respecto a Turquía, aunque se esperaba una mayor influencia en la zona de la que tienen actualmente, sobre todo debido al gran número de población turcófona que vive en la región, los turcos se han centrado en la creación de una importante vía de conexión para la distribución de los hidrocarburos del mar Caspio, la cual recorre Bakú (Azerbaiyán), Tiflis (Georgia) y Ceyhan (Turquía). Algunos expertos consideran que la posición geoestratégica de este país en la región mejoraría si finalmente obtuviera acceso a la Unión Europea.

Todos estos ejemplos evidencian cómo Asia Central se ha convertido en una región geoestratégica que pasa cada vez menos desapercibida en el panorama internacional, despertando el interés de las mayores potencias. Sin embargo, pesar de la riqueza de la región, las previsiones que establecen a China como la gran potencia mundial junto a Estados Unidos indican que posiblemente Asia central no será la región dominante en el futuro que predijo Mackinder, pero sí de gran peso en su relación con sus socios actuales, así como de gran atractivo hacia los actores emergentes.

Te puede interesar:

spot_imgspot_img

Actualidad

Dejar respuesta:

Por favor, introduce tu comentario!
Introduce tu nombre aquí

spot_img