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Operación London Bridge y Unicornio: ¿Qué pasa tras la muerte de Isabel II?

Análisis

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Contenido creado por el Equipo de Redacción de LISA News con el apoyo del equipo docente de LISA Institute.

La reina más longeva de Reino Unido hasta el momento y una de las más icónicas del mundo, Isabel II ha fallecido este 8 de septiembre en Escocia. Si bien su muerte dará paso a numerosos cambios en el país, desde hace años existe un procedimiento perfectamente definido para este momento.

El fallecimiento de la reina Isabel II de Reino Unido está en boca de todos y no es para menos, teniendo en cuenta que se trata de uno de los personajes históricos más relevantes del siglo XX en política internacional.

Isabel ha llegado a reinar en hasta 16 Estados durante más de medio siglo, 70 años en concreto, por lo que ha habido mucho tiempo para definir qué pasaría cuando finalmente llegara el día de su muerte. Así, desde hace años, Reino Unido cuenta con un detallado plan para este acontecimiento, que dará paso al reinado de Carlos III, primogénito de la reina Isabel.

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Este procedimiento, bautizado como Operación London Bridge (Puente de Londres, en español) tiene medido al milímetro los acontecimientos que se llevarán a cabo durante los días y semanas posteriores al fallecimiento de la reina Isabel II. El medio de comunicación digital, Business Insider, lo cuenta detalladamente:

Operación London Bridge: el día de la muerte

En el momento del fallecimiento de Isabel, su secretario privado, Edward Young transmite inmediatamente un mensaje al Primer Ministro en el cargo, en este caso, a la recién electa Liz Truss. Según lo establecido en el protocolo, el mensaje que Young transmite el siguiente: “El puente de Londres ha caído”.

Liz Truss entonces tiene la responsabilidad de poner en marcha oficialmente la Operación Puente de Londres. En los siguientes minutos, los 15 gobiernos fuera del Reino Unido donde la reina era jefa de Estado son informados a través de una línea de comunicación segura. Después, dicho anuncio se traslada a las otras 36 naciones que conforman la Commonwealth y a los líderes alrededor del mundo.

Las puertas del Palacio de Buckingham se iluminan y se coloca un tablón de color negro y a su vez todos los medios de comunicación del mundo se preparan para dar la noticia. Toda la programación de la BBC (emisora oficial del país) queda suspendida y procede a emitir un informativo especial dedicado a la reina.

Consecuentemente, los presentadores de los medios nacionales cambian su vestuario habitual por ropa negra, de luto, que tienen disponible en todo momento en las sedes de los medios de comunicación.

En el mismo día de la muerte, el hijo mayor de la reina, Carlos, pasa inmediatamente a ser el rey. Y se informará de que la bolsa de valores, y la mayoría de empresas y tiendas de todo Reino Unido, cerrarán por respeto.

Si bien esto era lo estipulado en la primera etapa, el Protocolo del Puente de Londres estaba pensado por si la defunción tenía lugar en el Palacio de Buckingham, lo que era lo más probable. Sin embargo, debido al débil estado de salud de la monarca en los últimos días, esta no llego a volver a Londres de sus vacaciones en el Castillo de Balmoral (Escocia), por lo que el plan que finalmente se ejecutó el 8 de septiembre fue la “Operación Unicornio”, la cual sí contemplaba la muerte de la reina en Escocia.

El domingo 11 de septiembre, el féretro de la monarca será trasladado de Balmoral al Palacio de Holyrood en Edimburgo, capital de Escocia, y de allí será llevado a Londres el próximo martes en avión, a pesar de que inicialmente se había previsto que el ataúd fuera trasladado en tren.

Operación London Bridge: antes del funeral

El día después de la muerte de la reina, en una retransmisión en vivo, Carlos dará su primer discurso oficial como rey y el gobierno jurará lealtad al sonido de 41 cañonazos en Hyde Park. Después de eso, Carlos III (nombre con el que ya ha elegido que se le reconozca), se embarcará en una gira por todo Reino Unido, visitando a los líderes del gobierno en las capitales de cada país constituyente del Estado, Edimburgo, Belfast y Cardiff, antes de regresar a Londres.

En los próximos días, los canales de televisión y medios de comunicación, emitirán diversos documentales que llevan tiempo preparados en honor a la reina. Además, la BBC se abstendrá de emitir cualquier programa de comedia como señal de respeto hasta después del funeral.

El próximo miércoles 14 de septiembre, el ataúd de la reina sería trasladado en una procesión militar hasta Westminster Hall, donde permanecerá custodiada durante los próximos cuatro días y donde el ahora rey Carlos, la familia real y los dignatarios presentarán sus respetos

Después, las puertas se abrirán a los cientos de miles de personas que hagan cola fuera, a los que ya pudimos ver agolpados en Buckingham en el momento en el que se conoció la noticia. Finalmente, el lunes 19 de septiembre tendrá lugar el funeral de Estado.

Operación London Bridge: el funeral

Se estima que el funeral tenga lugar entre 10 y 12 días después del fallecimiento de la reina. Ese día, será día festivo oficial para todo el Reino Unido. La bolsa cerrará por segunda vez en menos de dos semanas y con ella, muchos negocios del país. 

A las 11 en punto, las campanas del Big Ben sonarán, el país guardará silencio y el ataúd será llevado a la Abadía de Westminster, donde 2.000 invitados especiales inclinarán sus cabezas en oración. Después, el ataúd se llevará al Castillo de Windsor y finalmente a la Capilla de San Jorge, donde la reina Isabel descansará junto a su padre, el rey Jorge VI.

Operación London Bridge: después del funeral

Probablemente, un año después del funeral, la coronación oficial del rey Carlos III tendrá lugar otro día que será festivo. Con todo, teniendo en cuenta los múltiples días festivos, los gastos del funeral y celebraciones de la coronación, se estima que el fallecimiento de la reina le costará a la economía británica miles de millones de libras esterlinas.

Además, cientos de cambios se darán en el país en los próximos meses. En la nueva moneda británica se acuñará el retrato del nuevo rey y la moneda de la reina se irá retirando progresivamente de la circulación. Lo mismo pasará con los sellos, pasaportes y uniformes de la policía y el ejército. Además, el himno nacional se cambiará por “God save the King” (Dios salve al rey).

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Sin entrar mucho en la reacción del mundo y de la Commonwealth ante el nuevo rey, este acontecimiento podría alterar la familia real británica para siempre, ya que hay varios países de los que Isabel II era reina que no está claro si aceptarán como figura para la jefatura estatal a su hijo Carlos, lo que debilitaría la monarquía británica.

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