Representantes de los talibanes en Afganistán llegaron ayer a Noruega para tres días de conversaciones con la comunidad internacional sobre cómo aliviar la crisis humanitaria en el país.
Una delegación talibán encabezada por el ministro de Asuntos Exteriores, Amir Khan Muttaqi, inició el domingo tres días de conversaciones en Oslo con funcionarios occidentales y representantes de la sociedad civil afgana en medio de un deterioro de la situación humanitaria en Afganistán.
Tras el primer día de negociaciones entre los talibanes y varias personalidades afganas en Noruega, el portavoz de los talibanes publicó en Twitter que «los participantes escucharon las opiniones de los demás con paciencia e intercambiaron puntos de vista sobre la situación actual en el país».
«Afganistán fue llamado el hogar común de todos los afganos y se enfatizó que todos los afganos trabajan juntos por la política, el bienestar económico y la seguridad del país», aseguró. Así también declaró que los participantes también consideraron el «entendimiento mutuo y la cooperación» como «la única vía para solucionar los problemas de Afganistán».
Por su parte, la Ministra de Asuntos Exteriores, Anniken Huitfeldt, aseguró en comunicado de prensa que estas reuniones no representaban una «legitimación o reconocimiento» de los talibanes. Pero que, sin embargo, debían hablar con las autoridades «de facto» en el país para no permitir que la «situación política» conduzca a un «desastre humanitario aún peor».
«Estamos extremadamente preocupados por la grave situación en Afganistán, donde millones de personas se enfrentan a un desastre humanitario en toda regla. Para poder ayudar a la población civil en Afganistán, es esencial que tanto la comunidad internacional como los afganos de diversas partes de la sociedad entablen un diálogo con los talibanes. Seremos claros sobre nuestras expectativas de los talibanes, en particular con respecto a la educación de las niñas y los derechos humanos, como el derecho de las mujeres a participar en la sociedad», dijo Huitfeldt.
En Oslo, los talibanes se reunirán con representantes de las autoridades noruegas y funcionarios de varios países aliados. También se celebrarán reuniones entre la delegación talibán y otros afganos con antecedentes de una amplia gama de campos. Estos incluyen mujeres líderes, periodistas e individuos que trabajan para salvaguardar los derechos humanos y abordar cuestiones humanitarias, económicas, sociales y políticas.
Uno de los principios clave que sustentan los esfuerzos de paz y reconciliación de Noruega es la voluntad de hablar con todas las partes. Noruega ha estado en diálogo con los talibanes durante muchos años.
Afganistán está lidiando con la sequía, una pandemia, un colapso económico y los efectos de años de conflicto. Unos 24 millones de personas están experimentando una grave inseguridad alimentaria. Los informes indican que un millón de niños podrían morir de hambre. Según estimaciones de la ONU, más de la mitad de la población se enfrentará a la hambruna este invierno, y el 97 % de la población podría caer por debajo del umbral de pobreza este año.
Las reuniones se celebran a puerta cerrada y habrá un acceso muy limitado a los medios de comunicación. No está prevista ninguna conferencia de prensa formal.