Un resumen, en claves, de las prioridades de trabajo de la ONU en 2022.
El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, ha presentado las prioridades de la agenda de trabajo de la ONU para 2022. La pandemia de la COVID-19, el sistema financiero, la crisis climática, la falta de regulación del ciberespacio y los conflictos violentos son, según Guterres, los problemas más críticos de la humanidad en este momento.
Mientras comenzamos un nuevo año en las «garras» de la pandemia global, «las desigualdades están creciendo, la inflación está aumentando y la crisis climática está aumentando». «Nos enfrentamos a un caldero de disturbios políticos y conflictos feroces. La desconfianza entre las potencias mundiales está alcanzando un punto álgido, la autopista de la información está obstruida con odio y mentiras, dando oxígeno a los peores impulsos de la humanidad. Todos lo sabemos. Ahora no es el momento de simplemente enumerar y lamentar los desafíos. Ahora es el momento de actuar», aseguró Guterres.
«Todos estos desafíos son, en el fondo, fracasos de la gobernanza global. Desde la salud global hasta la tecnología digital. Muchos de los marcos multilaterales actuales están obsoletos y ya no son adecuados para su propósito», advirtió el líder de la ONU.
Pandemia de la COVID-19
Según Guterres, es necesario entrar en un «modo de emergencia» en la batalla contra la COVID-19 ya que la siguiente variante «puede ser peor». Al mismo tiempo también denunció que el virus no se puede utilizar como «cobertura par socavar los derechos humanos, reducir el espacio cívico y sofocar la libertad de prensa».
«Los gobiernos también han impuesto restricciones desproporcionadas que penalizan a los países en desarrollo», señaló. Y recordó cómo lo había descrito anteriormente como «apartheid de viajes». «Nuestras acciones deben basarse en la ciencia y el sentido común. La ciencia es clara: las vacunas funcionan. Las vacunas salvan vidas», señaló.
También lamentó cómo no se habían cumplido los objetivos marcados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de vacunar al 40% de las personas en todos los países a finales del año pasado, y al 70% a mediados de este año.
«No estamos ni cerca de estos objetivos. Las tasas de vacunación en los países de altos ingresos son siete veces más altas que en los países de África. A este ritmo, África no alcanzará el umbral del 70% hasta agosto de 2024», dijo.
En relación a la pandemia también destacó la prioridad de suministro de vacunas a COVAX en el mundo, la creación de condiciones para la producción local incluyendo cómo las farmacéuticas deberían compartir licencias, conocimientos y tecnología más rápidamente y hacer frente a la «plaga» de desinformación sobre las vacunas.
Sistema financiero mundial
Según el líder de la ONU el sistema financiero global está «moralmente en bancarrota» al «favorecer a los ricos y castiga a los pobres». «Una de las principales funciones del sistema financiero mundial es garantizar la estabilidad, apoyando a las economías a través de crisis financieras. Sin embargo, frente a tal shock como una pandemia global se ha fallado al Sur global», aseguró.
Desde el comienzo de la pandemia, aseguró que había pedido «una reforma del sistema financiero mundial para apoyar las necesidades de los países en desarrollo, a través de un proceso inclusivo y transparente» y que continuará haciéndolo en 2022.
«Todos los países deben ser capaces de invertir en sistemas sólidos de salud y educación, creación de empleo, protección social universal, igualdad de género y economía de los cuidados, y una transición justa a las energías renovables. Esto requiere una revisión seria de los mecanismos de gobernanza financiera mundial, que están dominados por las economías más ricas del mundo», añadió.
Así, aseguró que eran necesarias métricas que fueran más allá del Producto Interior Bruto (PIB), un sistema tributario global más justo, abordar flujos financieros ilícitos e impulsar recursos de bancos multilaterales de desarrollo. También afirmó que la reforma de la arquitectura financiera mundial requiere un marco operativo de alivio y reestructuración de la deuda.
Crisis climática
El titular de la ONU habló de los golpes devastadores debidos al cambio climático, que en 2020 obligaron a 30 millones de personas a huir de sus hogares, una cantidad tres veces mayor que las guerras y la violencia.
«La batalla por mantener viva la meta de calentamiento del planeta en 1,5º grados Celsius para fin de siglo es la tercera gran emergencia y se ganará o perderá en esta década, cuando ya la Tierra ha alcanzado temperaturas 1,2º por encima de los niveles preindustriales», destacó.
“Los números no mienten, necesitamos reducir un 45% las emisiones globales para 2030 si queremos llegar a la neutralidad del carbono a mediados de siglo”, puntualizó, recalcando la catástrofe que habrá si no se logra.
Ciberespacio
La cuarta prioridad para la ONU está relacionada con un campo en el que, según Guterres, no existe prácticamente gobernanza mundial: la tecnología.
“Si se gobierna adecuadamente, las oportunidades son extraordinarias, especialmente si podemos garantizar una conectividad a internet segura y protegida. Pero el creciente caos digital beneficia a las fuerzas más destructivas y niega oportunidades a la gente común”, indicó.
Reflexionó también sobre los riesgos que corren las personas al acceder al ciberespacio, como son el uso indebido de datos, la información incorrecta y los delitos cibernéticos, que se multiplican aceleradamente.
“Nuestra información personal está siendo explotada para controlarnos o manipularnos, cambiar nuestros comportamientos, violar nuestros derechos humanos y socavar las instituciones democráticas”, argumentó.
El líder de la ONU dijo que las empresas de redes sociales se benefician de algoritmos que priorizan la adicción, la indignación y la ansiedad a costa de la seguridad pública. “Necesitamos marcos normativos sólidos para cambiar este modelo de negocio”, puntualizó, y abundó que para afrontar esos problemas propuso un Pacto Mundial Digital como parte de la Cumbre del Futuro en 2023.
Conflictos violentos
El mundo encara el número más alto de conflictos violentos desde la formación de la ONU en 1945, año en que terminó la Segunda Guerra Mundial.
“Las existencias de armas nucleares ahora superan 13.000, el nivel más alto en décadas. Los derechos humanos y el estado de derecho se encuentran bajo ataque. El populismo, el innatismo, la supremacía blanca y otras formas de racismo y extremismo están envenenando la cohesión social y las instituciones en todas partes. El retroceso de los derechos humanos, especialmente los derechos de las mujeres y las niñas, continúa”, destacó.
El Secretario General mencionó algunos de los países aquejados por conflictos que precisan alcanzar la paz para detener el sufrimiento extremo de su población: Afganistán, donde urge inyectar efectiva para evitar el colapso económico, garantizar el respeto de los derechos humanos, especialmente de las mujeres y niñas, y desterrar el terrorismo; Colombia, que requiere profundizar la implementación del Acuerdo de Paz; y Etiopía, que necesita un alto el fuego duradero, la retirada de tropas extranjeras y un diálogo inclusivo.
Señaló también a Haití, para el que solicitó apoyo en la redacción de una nueva constitución y elecciones seguras y pacíficas; Irán, donde pidió revivir el plan sobre su programa nuclear; y Libia, cuyas elecciones general deben celebrarse lo antes posible, además de que urge la retirada de los combatientes extranjeros.
En Israel y Palestina conminó a no tomar medidas unilaterales, instó a Israel a detener la expansión de los asentamientos y la violencia, y se pronunció por reactivar el proceso de paz, poner fin a la ocupación y alcanzar una solución viable de dos Estados.
Para Siria insistió en la implementación de las resoluciones del Consejo de Seguridad y en convocar nuevamente a un comité constitucional creíble dirigido por los sirios. En Ucrania consideró que las tensiones se deben abordar por la vía diplomática y en Yemen pugnó por un alto el fuego duradero y acceso humanitario, así como por reiniciar un proceso político inclusivo.Guterres habló, asimismo, de Libia, Mali, Myanmar, el Sahel, Sudán y Venezuela.
“Desde los Balcanes Occidentales hasta el Cáucaso… desde la República Centroafricana hasta Chipre y la República Democrática del Congo… desde Iraq hasta la península de Corea y Líbano, desde Mozambique hasta Somalia, desde Sudán del Sur hasta Venezuela y el Sahara Occidental, y más allá”, la solución de estos problemas requiere perseverar en los esfuerzos para prevenir conflictos, proteger a los civiles y consolidar la paz.
En esta línea de ideas, el Secretario General arremetió contra las divisiones en el Consejo de Seguridad de la ONU, pugnando por la unidad y el compromiso de ese órgano resolutivo.