Los miembros del entramado operaban a nivel nacional e internacional haciendo creer a sus víctimas que mantenían una relación sentimental a distancia, a razón de la cual se hacían necesarias varias transacciones económicas para sufragar gastos que posibilitarían el encuentro entre ambos.
La Policía Nacional de España ha desarticulado un grupo criminal, de origen nigeriano, especializado en la comisión de ciberestafas románticas. Los miembros del entramado operaban a nivel nacional e internacional haciendo creer a sus víctimas que mantenían una relación sentimental a distancia, a razón de la cual se hacían necesarias varias transacciones económicas para sufragar gastos que posibilitarían el encuentro entre ambos.
Agentes españoles fueron los responsables de la detención de dos individuos de origen nigeriano tanto en Benidorm (Alicante) como Pamplona (Navarra). El fraude detectado asciende a más de 20.000 euros y las víctimas se extienden a diferentes países europeos.
El modus operandi de los ciberestafadores
La investigación se inició en septiembre de 2021 cuando, gracias a la cooperación policial internacional, los agentes recibieron una denuncia remitida por Interpol-Dublín donde una mujer relataba que había sido víctima de una modalidad de estafa conocida como romance scam.
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En su caso concreto, un desconocido la contactó mediante un perfil falso a través de una red social e iniciaron una supuesta relación sentimental. Abusando de la confianza que había entre ellos, el hombre le pidió dinero en numerosas ocasiones, llegando ella a sentirse acosada por la inmediatez que le requería. En este sentido, dos de las transferencias realizadas por la víctima tenían como destino una cuenta bancaria española.
De análisis de dicha cuenta bancaria, los agentes obtuvieron información de las direcciones IP de conexión de los movimientos fraudulentos, que fueron geolocalizados tanto en España como en Italia. Además, la titularidad de la cuenta estaba a nombre de un ciudadano de origen nigeriano con domicilio en Barcelona. Por otra parte, observaron que muchas de las transferencias bancarias que aparecían reflejadas habían sido emitidas por ciudadanas españolas, y que se trataba de importes altos, lo cual resultaba sospechoso.
Las víctimas de este tipo de ciberestafas son, en su mayoría, personas de avanzada edad que se encuentran solas en sus casas, sin ocupación laboral alguna y con escasa vida social. Además, muchas de ellas se niegan a denunciar los hechos porque, o bien no lo ven como un delito al seguir engañadas creyendo en la supuesta relación sentimental, o bien se avergüenzan de lo ocurrido.
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Como ya hemos mencionado los miembros del entramado, que operaban a nivel nacional e internacional, hacían creer a sus víctimas que mantenían una relación sentimental a distancia, a razón de la cual se hacían necesarias varias transacciones económicas para sufragar gastos –tales como viajes ficticios o tratamientos médicos- que posibilitarían el encuentro entre ambos en un breve espacio de tiempo.
Tras varias gestiones policiales, las pesquisas se centraron en otras potenciales víctimas españolas que, mediante el mismo modus operandi, pudieran haber sido estafadas. Los agentes acreditaron la existencia de transferencias a ésta y a otras cuentas bancarias españolas abiertas por los miembros de la organización.
Asimismo, detectaron envíos de dinero a través de una conocida empresa de envío internacional de dinero. Tras analizar las nuevas cuentas localizadas, comprobaron que las IPs de conexión de los movimientos, esta vez, únicamente estaban geolozalizadas en España, aportando sus titularidades y resultando que todas ellas pertenecían a ciudadanos nigerianos con domicilios en Alicante y Pamplona.
La investigación reveló que los miembros de la organización asentados en España estaban afincados en ciudades como Barcelona, Alicante, Vitoria y Pamplona, si bien el entramado delincuencial se extendía a otros países europeos, como Irlanda. La cooperación policial internacional ha sido fundamental para el desarrollo de la investigación, que ha contado con la colaboración de Europol e Interpol.