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Comienza la presidencia francesa del Consejo de la Unión Europea

Análisis

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Contenido creado por el Equipo de Redacción de LISA News con el apoyo del equipo docente de LISA Institute.

Francia va a ser quien asuma la presidencia del Consejo de la UE los siguientes seis meses. Durante su presidencia se esperan cambios en muchos ámbitos dada su ambiciosa agenda, sobre todo en cuanto a transición ecológica, cambio climático, recuperación económica y cooperación.

El Consejo de la Unión Europea, también conocido como el Consejo de Ministros de la UE -no confundir con el Consejo Europeo- es una institución comunitaria en el marco de la Unión en la que están representados los 27 Estados miembros a través de representantes con rango ministerial. La función principal de este órgano es hacerse cargo de las funciones legislativas y presupuestarias de la UE, junto con el Parlamento.

El Consejo de la UE también se encarga de coordinar las actuaciones de los distintos socios comunitarios en materias específicas, como en el ámbito económico, de educación y cultura, o en políticas de empleo.

La presidencia del Consejo es de carácter rotatorio y se turna por periodos de seis meses. El 1 de enero de 2022 ha empezado el turno de Francia en la presidencia, a quien le tocará hasta el 1 de junio presidir las sesiones en todos los niveles del Consejo, y contribuir a garantizar la continuidad del trabajo de la UE en esa institución.

Los Estados miembros que ejercen la presidencia, al ser tan breve, trabajan por grupos llamados Tríos donde se plantea un programa común con objetivos a cumplir en un periodo de 18 meses.

Desde 1959, Francia ha ocupado la presidencia del Consejo de la Unión Europea en 12 ocasiones. Ahora, bajo el lema de “Recuperación, fuerza y sentido de pertenencia”, la República francesa estrena este nuevo grupo de trabajo al que le precederán, primero la República Checa en julio de 2022 y luego Suecia a principios de 2023, de manera que estos tres miembros cooperarán juntos en los esfuerzos por presidir la institución. Para julio de 2023, será España quien encabezará el siguiente periodo de la presidencia del Consejo.

Prioridades de la presidencia francesa

La presidencia francesa del Consejo de la Unión ha elaborado un programa que seguir durante su mandato en el que se establecen una serie de prioridades definidas.

Francia ha destacado que su agenda se centrará en la recuperación tras la crisis ocasionada por la pandemia, para que Europa pueda apoyar las transiciones ecológica y digital; en la fuerza, para defender y promover nuestros valores e intereses; y en el sentido de pertenencia, para construir y desarrollar una visión europea común a través de la cultura, de nuestros valores y de nuestra historia común. Sobre todo ha admitido que centrará sus prioridades en 3 ámbitos fundamentales:

Tecnología digital: priorizando la regulación económica de los derechos de autor y elaborando legislación vinculante para que la rendición de cuentas en redes sociales sea una realidad. Todo ello con el fin de evitar los discursos de odio.

Transición ecológica: priorizando el establecimiento de precios del carbono en las fronteras de la UE para los productos importados. 

Social: teniendo como prioridad establecer una legislación europea sobre salarios mínimos.

“Si tuviera que resumir en una sola frase el objetivo de esta Presidencia que discurrirá del 1 de enero al 30 de junio de 2022, diría que tenemos que pasar de una Europa de cooperación en el interior de nuestras fronteras, a una Europa fuerte en el mundo, plenamente soberana, libre en sus elecciones y dueña de su destino.” Apuntaba Emmanuel Macron a principios de diciembre de 2021.

Las ideas, ya planteadas en 2017 por Macron, con la Agenda de soberanía, serán en general el marco de actuación de la presidencia francesa.

Esta agenda para una Europa soberana se ha desplegado ya durante los últimos cuatro años y estas son algunas de las prioridades en cada materia:

  • Medidas sostenibles y ecológicas, dando los primeros pasos para una Europa sin huella de carbono para 2050 y combatiendo el calentamiento global, al que dedicará un tercio de su presupuesto.
  • Medidas de ciberseguridad, enfocándose en la prohibición y eliminación del contenido terrorista online.
  • Medidas a favor de la igualdad salarial, revisando la directiva sobre el desplazamiento de trabajadores.
  • Medidas de defensa, traducidas en el primer presupuesto militar conjunto y la Iniciativa de Intervención Europea.
  • Medidas económicas, avaladas por un plan de recuperación histórico financiado con préstamos europeos conjuntos.

Por el momento son propósitos ambiciosos y todavía está por ver cuántos de ellos llegan a ver la luz y se materializan durante la presidencia de Macron, quien se juega las elecciones el próximo abril y no conseguir ninguno de estos objetivos podría salirle caro.

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