En África se desarrollaron las primeras civilizaciones y también será el lugar donde se liderará el crecimiento de poblacional mundial en 2050. El incremento demográfico en el continente será un reto para la inestabilidad de algunos países como Nigeria, pero una oportunidad para el desarrollo de nuevas oportunidad económicas en Etiopía.
África es el continente conocido como la cuna y el futuro de la humanidad. Allí nacieron los primeros homínidos y, por lo tanto, se desarrollaron las primeras civilizaciones. Por otra parte, en 2050, pasará a poseer el 25% de la población activa del mundo.
El continente africano está formado por 54 países y alberga importantes economías emergentes como Sudáfrica, Egipto o Nigeria. Su potencial demográfico, junto con la riqueza de sus recursos naturales, será clave para el desarrollo empresarial y humanitario del planeta.
Un recorrido histórico por África
Desde la segunda mitad del siglo XX, tras la Segunda Guerra Mundial, se produjeron las independencias de los países africanos respecto a sus potencias colonizadoras. La creación de estados independientes creaba nuevas necesidades para el continente, siendo una de ellas la integración continental de África en la esfera internacional.
Algunas de las organizaciones regionales como la Unión Africana —UA—, la Nueva Alianza para el Desarrollo de África —NEPAD—, la Comunidad Económica Africana —CEA— o la Comunidad Económica de Estados de África Occidental —ECOWAS—, han sido y continúan siendo de gran ayuda para la integración económica africana en el espectro internacional actual, estableciendo uniones monetarias y aduaneras en las distintas regiones del continente, como es el caso del este de África.
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De hecho, la Unión Africana es uno de los principales socios del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados —ACNUR— y también de las Naciones Unidas —ONU—. Con el fin de fortalecer la ayuda al continente africano, destinas alianzas se han puesto en marcha entre las dos organizaciones, como la Oficina del Asesor Especial en 2003 o la reforma de la Nueva Alianza para el Desarrollo de África en 2019.
Sin embargo, no podemos olvidar la dependencia de África respecto a los países europeos. A partir de 1960, el África poscolonial erigió los nuevos estados independientes sobre la base de una versión europea de sus sistemas políticos. Este hecho provocó que, los estados poscoloniales fueran muy represivos y autoritarios, con una gran economía centralizada basada mayormente en el sector público.
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En 1994, a través del Tratado de Abuja, nació la Comunidad Económica Africana, una organización clave para la integración económica africana. Cabe además mencionar la creación de la Unión Africana en el año 2000, que inició el proceso de integración política del continente.
La creación de diversas organizaciones regionales ha hecho posible que, a día de hoy, África tenga un lugar en el contexto internacional. Existen varias alianzas entre la Unión Africana y organizaciones internacionales como Naciones Unidas o la Unión Europea —UE—. De hecho, en febrero de 2022 tuvo lugar la Cumbre UE-Unión Africana, que busca un mayor compromiso multilateral en materia de paz y seguridad.
La importancia del boom demográfico
En 2050, la población mundial incrementará, aproximadamente, hasta los 9.500 millones de personas y, se estima que para esa misma fecha, solamente el continente africano acogerá a 2.500 millones de personas. Con ello, la población activa joven en África superará el 25% de los habitantes del planeta.
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Según Edward Paice, director del African Research Institute —Instituto de Investigación africana—, los datos demográficos de África para 2050, no tienen por qué ser un problema para el continente. Si África es capaz de gestionar políticamente este aumento de población, podría convertirse en una superpotencia mundial. No obstante, este desarrollo no sería en bloque, sino progresivamente. Para 2030, se estima que varios países africanos, como Nigeria o Etiopía, se conviertan en megalópolis y ostenten una mayor tasa de crecimiento.
Nigeria, el país más poblado de la región sumido en la inestabilidad
Según datos del Banco Mundial en 2021, la población total de Nigeria roza los 213,4 millones. Además, según Naciones Unidas, de cara a 2050, el país de África Occidental se colará entre los tres primeros puestos del ranking de mayor población, superando incluso a Estados Unidos.
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Sin embargo, se estima que seis de cada diez ciudadanos vivan en situación de pobreza, es decir, casi 130 millones de personas. Unos datos empujados por la inflación, la gran deuda pública, grandes tasas de cambio, la escasez de mercado de divisas y un déficit de la bolsa, que además, coincide con la incertidumbre política respecto a las próximas elecciones del 25 de febrero de 2023. El país más poblado del continente africano se enfrenta a un futuro prometedor, pero indudablemente complicado.
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A pesar de los desafíos, Naciones Unidas mira con esperanza el desarrollo y crecimiento de Nigeria, aprovechando la gran población joven del país. Tanto el gobierno de Nigeria como la ONU y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo —PNUD—, han llevado a cabo programas para la formación de millones de jóvenes para el desarrollo económico del país.
Etiopia: el crecimiento demográfico que apuesta por las energías renovables
Etiopía es uno de los nueve países donde se concentrará un aumento de población en 2050. Según datos de 2021, la población actual de Etiopía ronda los 120 millones aproximadamente, con un crecimiento poblacional del 2,6 por ciento. Se calcula que Etiopía albergará unos 214 millones de habitantes en 2050.
A pesar de la inestabilidad política, con el conflicto regional en la región del Tigray, y el agravamiento de las sequías y la crisis alimentaria, Etiopía apuesta por utilizar el crecimiento demográfico en la construcción y desarrollo de las energías renovables. Las estrategias buscan aumentar el tejido empresarial, no solo a través de empresas extranjeras sino también mediante el desarrollo local y el sector industrial del propio país.
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Favorablemente, el continente africano adoptó en 2013 en Addis Adeba, Etiopía, la Agenda 2063 para la reconstrucción social, económica y cultural. El principal objetivo de la Agenda 2063, no difiere mucho de la Agenda 2030 establecida en 2015 por Naciones Unidas.
Etiopía se suma también a esta iniciativa. El gobierno del presidente Abiy Ahmed ha apostado por las energías renovables y la accesibilidad a nuevas fuentes de financiación. De cara a 2030, Etiopía se ha marcado el objetivo de conseguir el 100% de electricidad con energías renovables y todo apunta a que, se podrá conseguir esta meta. Las energías renovables son una apuesta ganadora para luchar contra el cambio climático, muy atractivo para que las empresas y sujetos de la esfera internacional inviertan en el sector.
¿Qué futuro podemos esperar?
El futuro de África está por decidir. El continente está trabajando sobre el continuo desarrollo, sobre el cual las potencias internacionales deberán tender la mano a la cooperación. Algunas organizaciones regionales como la Unión Europea ya coopera con la Unión Africana, es el caso también de Naciones Unidas con la NEPAD. El interés es claro: un gran porcentaje de población activa joven será de origen africano, por lo que el continente será el lugar donde innovar y conseguir un futuro económico prometedor.
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Si bien es cierto que, todo este desarrollo tiene que estar acompañado de buenas políticas de gobierno con unas instituciones sólidas que tomen decisiones consensuadas. África necesita exprimir al máximo la formación de su población más joven, que aspira a un futuro mejor. Tiene que estar dispuesta a cooperar y el resto de la comunidad internacional.
Editado por:
Soraya Aybar Laafou. Editora y analista especializada en África en LISA News. Politóloga y periodista interesada en los derechos humanos, la geopolítica y los procesos migratorios. Me apasionan las Relaciones Internacionales y observo con especial interés al continente africano. Soy directora de África Mundi, el primer medio de análisis sobre África en castellano.
