La catástrofe humanitaria tras los terremotos que asolaron el sudeste de Turquía el noroeste de Siria también tendrá consecuencias políticas. Si el actual líder turco llegó al poder en un contexto similar al actual, en este artículo te explicamos cómo la catástrofe sísmica puede impactar en las elecciones de mayo de 2023.
La mañana del 6 de febrero, la tierra tembló en Turquía. Ese día sucedieron dos grandes terremotos, uno de magnitud 7,8 grados en la escala de Richter cercano a Gaziantep y otro de 7,5 en la provincia de Kahramanmaraş, ambos en el sudeste de Turquía. Además, se sucedieron multitud de réplicas de menor intensidad en todas las zonas contiguas.
El terremoto ha afectado especialmente a las provincias ya citadas de Gaziantep y Kahramanmaraş además de a Hatay, Adana, Osmaniye, Diyarbakır, Malatya y Şanlıurfa. Los temblores también han afectado a la vecina Siria y se han sentido en Irak, Chipre, Jordania, Líbano y hasta Georgia y Armenia. El saldo de fallecidos todavía es impreciso, pero se estima en más de 21.000 personas entre ambos países afectados a fecha 10 de febrero.
La magnitud del terremoto se explica por la concurrencia de las placas Arábiga y de Anatolia. Juan Vicente Cantavella, director de la Red Sísmica Nacional del Instituto Geográfico Nacional (IGN), expone que, al tratarse de una de las zonas con mayor actividad sísmica del planeta, con epicentro en una zona ya de por sí elevada, cercana a numerosas poblaciones y a una profundidad de solamente 18 kilómetros, se garantiza la devastación. Esto se suma a una potente liberación de energía como resultado de la falla provocada por los desplazamientos de tierra en la zona de concurrencia de las placas.
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Además, se pone de manifiesto el riesgo que suponen las réplicas para los edificios que han permanecido con daños menores y para los equipos de rescate y grupos de trabajo desplazados hasta la zona. Ante esto, Cantavella señala que “pueden ocurrir desgracias de nuevo con cierta probabilidad”.
Tras lo ocurrido, la comunidad internacional ha reaccionado mostrando y solidaridad con los afectados y ha proporcionado ayuda para realizar las operaciones de rescate de posibles supervivientes. La Unión Europea ha movilizado en Turquía reservas estratégicas rescEU para entregar unidades de alojamiento temporal y tiendas de campaña para apoyar a las más de 300.000 personas que han perdido sus hogares. Los últimos datos cifran en cerca de 6.450 los edificios destruidos.
En cuanto a Siria, fue el jueves cuando llegó al país el primer convoy de vehículos con ayuda humanitaria, a través del paso de Bab Al-Hawa. Sin embargo, la Organización de Defensa Civil siria señaló que esta ayuda es insuficiente. Mientras, continúan los esfuerzos para abrir nuevos puntos de acceso a las zonas bajo control de la oposición, pero también hacia las áreas controladas por el Gobierno sirio.
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Una vez transcurridas más de 72 horas, la posibilidad de encontrar supervivientes bajo los escombros es cada vez más remota, por lo que el número total de fallecidos es susceptible a aumentar. En este cuarto día después del terremoto han comenzado a darse por finalizadas en algunas provincias turcas las operaciones de rescate de supervivientes.
El impacto del terremoto en Turquía las elecciones de 2023
Esta catástrofe se da en el marco de unas elecciones presidenciales próximas en Turquía, en concreto las que se van a celebrar el 14 de mayo de este año 2023, tras el adelanto de un mes promovido por el gobierno. Precisamente, la fecha seleccionada nos lleva a un histórico en la política turca, la victoria de Adnan Menderes con el 52% de los votos el 14 de mayo 1950 en las que fueron las primeras elecciones multipartidistas de la Turquía moderna fundada por Mustafa Kemal Atatürk.
Las elecciones de 2023 se presentan ampliamente abiertas debido al retroceso en intención de voto del presidente actual Recep Tayyip Erdoğan, con sondeos que sitúan a la oposición con opciones claras de hacerse con el gobierno del país. De hecho, este es uno de los principales motivos que ha llevado a Erdoğan a adelantar la contienda electoral, para así ganar rédito temporal en términos de posible desgaste frente a sus adversarios. Tras la tragedia en el sureste del país, todo queda abierto para lo que pueda suceder.
Ahondando en la historia turca, existen precedentes acerca de contiendas electorales y cambios políticos influidos por un desastre natural sin paliativos, en concreto tras otro terremoto, la hecatombe natural más común en el país otomano. Destacamos el terremoto de 1999 de Izmit, en la provincia de Kocaeli en región del Mármara, cerca de Estambul, al noroeste del país.
Tras esta catástrofe, la popularidad del gobierno de Bülent Ecevit cayó en picado debido a la mala respuesta de su gobierno ante el desastre y los más de 17.000 fallecidos. Esta situación junto con la crisis económica y social en el país precipitó el ascenso en las elecciones de 2002 del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), con Erdoğan al frente, que lleva gobernando el país desde entonces.
De hecho, este año los condicionantes se repiten, con un gobierno debilitado, un desastre natural con miles de muertos y una situación económica actual muy comprometida, con la lira turca devaluada y una inflación crónica. En los últimos años, numerosos inversores han abandonado el país debido a la inestabilidad de la moneda y a la política económica llevada a cabo por el gobierno turco, subiendo los tipos de interés para afrontar la creciente inflación.
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Entre acusaciones de corrupción tras el terremoto en Turquía y la caída de la lira turca
La situación económica es muy frágil y está expuesta a mayores debilidades tras la catástrofe sísmica. De hecho, tras el terremoto, la moneda se desplomó hasta mínimos históricos, con su principal mercado bursátil cayendo un 1,35%. La Bolsa de Estambul ha suspendido de forma temporal las transacciones con acciones en aquellas empresas situadas en el área afectada por los temblores y la reconstrucción de los daños materiales se prevé por costes millonarios.
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Además, el terremoto se ha desatado en una de las zonas menos desarrolladas de Turquía y que por su localización, cercana a la frontera con Siria, en los últimos años ha contado con nuevos proyectos urbanísticos para construir edificios que sirvan de hogar para refugiados de la guerra civil en el país vecino.
Recientemente, se han desarrollado mecanismos de resistencia para edificios nuevos y así mejorar la protección del país, excesivamente sensible a los terremotos en todo su territorio. Sin embargo, no todo el parque inmobiliario turco ha sido actualizado y la falta de inspecciones ha permitido que algunos constructores ignoren las normativas y, por lo tanto, muchos edificios no estén en condiciones materiales ni legales para afrontar un desastre natural de este calibre.
El principal partido de la oposición, el Partido Republicano del Pueblo (CHP), ha acusado al presidente turco de corrupción. Kemal Kilicdaroglu, líder del partido, rechazó toda alianza con el gobierno y solicitó a sus alcaldes ponerse a disposición de toda la población. “Si os ponen obstáculos burocráticos, háganlo igual, no escuchen. Si son arrestados por encontrar pan y mantas para la gente, sean arrestados”.
Estas palabras de Kilicdaroglu se enmarcan en medio de acusaciones de la oposición contra el gobierno por impedir canales de ayuda desde administraciones menores controladas por el CHP argumentando que toda ayuda debía ser estatal y no local o regional. Estas tensiones con el principal partido de la oposición se suman a la tensa situación tras la detención e inhabilitación política de Ekrem Imamoglu alcalde de Estambul y potencial adversario de Erdoğan.
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Por su parte, esta tragedia ha supuesto un alto al fuego por parte del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) de forma unilateral. El copresidente del Consejo Ejecutivo de la Confederación de los Pueblos del Kurdistán (KCK), Cemil Bayik expuso que se frenara cualquier actividad militar contra el Estado turco a no ser que se produjera un ataque. Es importante resaltar que algunas de las provincias más afectadas por los terremotos pertenecen al Kurdistán turco.
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¿Cómo ha reaccionado Erdoğan al terremoto en Turquía?
Las críticas al gobierno no han cesado desde las primeras horas tras la tragedia. El secretario general del partido nacionalista IYI, parte del bloque alianza de la nación contrario a Erdoğan, Ugur Poyraz, exponía en su entrevista en Reuters un día después de la tragedia que no había señales de rescatistas de emergencia de forma visible en las zonas más gravemente afectadas.
A su vez, comenzaron a extenderse vídeos a través de los medios de comunicación y las redes sociales de víctimas criticando la falta de coordinación de los medios nacionales y la escasa ayuda recibida, todo ello en un clima visceral dada la magnitud del desastre humanitario.
Ante esta situación, con una extensa oleada de críticas a la gestión del gobierno turco en redes sociales, Erdoğan bloqueó Twitter el pasado 8 de febrero para los teléfonos móviles de compañías turcas. No es la primera vez que se censuran opiniones críticas al gobierno en redes.
Ya en marzo de 2014 el presidente turco bloqueó YouTube y Twitter durante alrededor de un mes tras la filtración de vídeos que comprometían su honorabilidad y la de sus allegados. A esto se suma la tragedia de Soma en mayo de ese mismo año en la que fallecieron un total de 301 mineros, que volvió a poner en cuestión la gestión del gobierno.
El gobierno turco ha detenido a aproximadamente una docena de personas tras el seísmo por publicaciones en redes sociales con contenidos críticos con la respuesta del presidente y la gestión de la tragedia. Dentro de las zonas afectadas, la provincia de Hatay presenta las mayores incidencias críticas por parte de los usuarios, a lo que el presidente turco ha respondido exponiendo el enorme despliegue de medios por todas las zonas afectadas, en concreto un total de 20.000 soldados en dicha provincia citada.
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Las principales medidas que Erdoğan ha anunciado para paliar la catástrofe son indemnizaciones de unas 10.000 liras (500 euros aproximadamente) para cada una de las familias afectadas. Además, se ha comprometido a que su gobierno va a realizar operaciones masivas de vivienda en las provincias afectadas. En su discurso para la población del país, Erdoğan declaró el estado de emergencia en 10 provincias del país por 3 meses y expresó que se actuará contra aquellos que difundan información presuntamente distorsionada con hasta 3 años de cárcel basándose en una ley recientemente aprobada por su gobierno.
¿Qué podemos esperar?
En este contexto, podemos concluir que este desastre natural tendrá un importante recorrido político, destacando los efectos en la ya maltrecha economía y la censura y la arbitrariedad con la que se están afrontando las críticas a la gestión gubernamental. Por otra parte, también se abren debates acerca de la prevención de estos desastres, en concreto con la activación de mecanismos que protejan a los edificios además del correcto mantenimiento de estos, con inspecciones para cumplir con las pautas de seguridad.
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Toda decisión tomada a partir de ahora influirá en unas elecciones inciertas. No solo encontramos este desastre natural, Turquía también se encuentra ante una grave amenaza terrorista. Sin ir más lejos, el pasado 13 de noviembre de 2022 hubo un atentado en pleno centro de Estambul que dejó al menos 6 muertos.
Al igual que en otros momentos de debilidad del mandatario turco las tragedias en el país como los atentados terroristas han jugado a su favor para recuperar mayorías, se plantea si en este caso podrá reconducir sus índices de popularidad.
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No obstante, los próximos meses se presentan muy complicados dadas las labores de reconstrucción y la batalla política que ya ha empezado. Erdoğan cuenta con todos los mecanismos a su disposición para crear un relato e imponer un modelo más restrictivo y autoritario que frene la libertad de acción de sus contrarios, y es lo más probable de cara a unas elecciones tan determinantes.
Editado por:
Paula García Mora. Manager de LISA News. Periodista especializada en Relaciones Internacionales y Comunicación con experiencia en agencia de noticias, periódico impreso y medios digitales. Mi vocación es hacer del mundo un lugar más seguro, justo y protegido a través de la información.
