El magnate sudafricano usó el controvertido caso de tráfico de menores como munición en su batalla pública contra el presidente estadounidense. Si quieres aprender más sobre este país, te recomendamos el Curso de Experto en Estados Unidos de LISA Institute.
La escalada de tensiones entre Elon Musk y Donald Trump alcanzó un punto sin retorno el 5 de junio de 2025 cuando el magnate sudafricano lanzó lo que él mismo denominó «la gran bomba»: acusar públicamente al presidente estadounidense de figurar en los archivos del caso Jeffrey Epstein. Esta gran acusación, realizada en plena disputa por la política fiscal de Trump, ha puesto de nuevo en el centro del debate uno de los escándalos de tráfico sexual más mediáticos de las últimas décadas y ha convertido un enfrentamiento político en una guerra personal que amenaza con fracturar el movimiento conservador estadounidense.
➡️ Te puede interesar: ¿Por qué Elon Musk y Donald Trump han roto relaciones?
El conflicto entre ambos millonarios comenzó con diferencias sobre el proyecto de ley presupuestario de Trump, pero rápidamente derivó en acusaciones mutuas que culminaron con Musk sugiriendo que el presidente estadounidense tenía vínculos ocultos con la red de explotación sexual que dirigía Jeffrey Epstein. «Es hora de lanzar la gran bomba: Trump está en los archivos de Epstein. Esa es la verdadera razón por la que no se han hecho públicos», escribió Musk en la red social X, añadiendo de forma sarcástica: «¡Que tengas un buen día, DJT!». Esta acusación, realizada sin aportar pruebas concretas, ha reabierto el debate sobre uno de los casos criminales más controvertidos de la historia reciente estadounidense.
¿Quién era Jeffrey Epstein y cuál fue su caso?
Jeffrey Edward Epstein era un financiero multimillonario nacido en Brooklyn en 1953 que construyó una gran red de contactos con la élite política, empresarial y del entretenimiento de Estados Unidos y el mundo. Comenzó su carrera en el banco de inversión Bear Stearns antes de fundar su propia firma, J. Epstein & Co, lo que le permitió acumular una fortuna considerable que utilizaría para cultivar relaciones con figuras influyentes. Su lista de conocidos incluía desde presidentes hasta miembros de la realeza, artistas reconocidos y grandes empresarios, con quienes se reunía regularmente en sus lujosas propiedades, incluyendo una famosa isla privada en el Caribe.
El escándalo que terminaría con su carrera y su vida comenzó en 2005, cuando los padres de una niña de 14 años acudieron a la policía de Palm Beach, Florida, para denunciar abusos sexuales por parte de Epstein. La investigación policial reveló un patrón sistemático de reclutamiento y explotación de menores de edad que se extendía por al menos dos décadas. Según las acusaciones, Epstein operaba una «vasta red» de tráfico sexual de menores desde sus mansiones en Manhattan y Florida, donde supuestamente pagaba a adolescentes por servicios sexuales y las incentivaba a reclutar a otras jóvenes para ampliar la red.
➡️ Te puede interesar: Las acciones y decisiones de Elon Musk respecto a X
La investigación inicial concluyó con un acuerdo controvertido en 2008, mediante el cual Epstein se declaró culpable de delitos menores y cumplió apenas 13 meses de cárcel, además de ser registrado como delincuente sexual. Este acuerdo, negociado por el entonces fiscal federal Alexander Acosta, fue muy criticado por su indulgencia, especialmente considerando que los delitos sexuales contra menores en Estados Unidos pueden conllevar incluso cadena perpetua. Además, las víctimas no recibieron ninguna información de estas negociaciones hasta cerca de un año después, lo que violó la Ley de Derechos de las Víctimas estadounidense.
No obstante, el caso resurgió en 2018 cuando una investigación del Miami Herald reveló la magnitud del encubrimiento judicial y la indulgencia del acuerdo original. Esta investigación provocó la dimisión de Acosta, quien para entonces trabajaba como secretario de Trabajo en la primera administración de Donald Trump. Además, en julio de 2019, las autoridades arrestaron nuevamente a Epstein por cargos federales de tráfico sexual de menores. Sin embargo, el caso se interrumpió cuando, según la versión oficial, Epstein apareció muerto en su celda del Centro Correccional Metropolitano de Manhattan el 10 de agosto de 2019, en lo que las autoridades determinaron que fue un suicidio por ahorcamiento.
Los documentos clasificados y las «listas de Epstein»
Los llamados «archivos Epstein» son un conjunto de documentos judiciales, listas de contactos, correos electrónicos y otros registros relacionados con Jeffrey Epstein y su red de tráfico sexual. Estos documentos incluyen testimonios de víctimas, registros de vuelos de su jet privado, listas de contactos telefónicos y evidencias recolectadas durante las investigaciones. Gran parte de estos archivos permanecieron clasificados durante años como parte del secreto de sumario, lo que alimentó especulaciones sobre la identidad de las personalidades públicas que podrían estar implicadas.
En enero de 2024, la justicia de Nueva York desclasificó la primera tanda de más de 900 páginas de documentos judiciales relacionados con una demanda por difamación presentada en 2015 por Virginia Giuffre, una de las principales denunciantes de Epstein, contra su examante y socia Ghislaine Maxwell. Estos documentos mostraron centenares de nombres que incluían personalidades como el expresidente Donald Trump, el científico Stephen Hawking, el cantante Michael Jackson, el príncipe Andrés de Inglaterra y el expresidente Bill Clinton.
➡️ Te puede interesar: Qué son los tecnoligarcas y qué tiene que ver con el tecnofeudalismo
Sin embargo, es importante entender que aparecer en estos documentos no implica necesariamente culpabilidad o participación en actividades delictivas. Los nombres pueden aparecer por diferentes contextos: desde correos electrónicos hasta declaraciones de víctimas o testigos, registros de vuelos, o simplemente menciones incidentales. Por ejemplo, tanto Clinton como Trump aparecen porque viajaron en el jet privado de Epstein, pero ninguno ha sufrido acusaciones formales de delitos relacionados con el caso.
No obstante, entre los documentos más controvertidos se encuentra una lista de «masajistas» que contiene 254 nombres que continúan censurados para «proteger la información de potenciales víctimas». El Departamento de Justicia ha indicado que podrían publicarse más registros en el futuro, lo que mantiene viva la especulación sobre nuevas figuras que podrían salir a la luz. En febrero de 2025, la fiscal general Pam Bondi prometió publicar miles de documentos adicionales del FBI que aún no se han difundido.
La ruptura entre Trump y Musk
La relación entre Donald Trump y Elon Musk, que se había forjado durante la campaña electoral de 2024 con promesas de eficiencia gubernamental y apoyo mutuo, comenzó a deteriorarse rápidamente después de que Musk asumiera el cargo de jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). La alianza, que duró apenas 136 días, se fracturó inicialmente por diferencias sobre la política fiscal de Trump, específicamente sobre su «gran y hermoso» proyecto de ley presupuestario.
Musk, quien había invertido más de 270 millones de dólares para apoyar a Trump y otros republicanos durante las elecciones de 2024, comenzó a criticar públicamente el proyecto de ley del presidente, calificándolo como una «abominación repugnante». El magnate sudafricano expresó su preocupación por el precio del proyecto y su impacto estimado en la deuda nacional, lo que provocó grandes tensiones con la administración Trump. Además, la disputa incrementó cuando Musk sugirió que quienes votaron a favor del proyecto deberían sentirse «avergonzados» e instó a la ciudadanía a manifestar su desacuerdo.
➡️ Te puede interesar: El neorreaccionarismo: la rama del trumpismo contra la democracia
Tras esas palabras del magnate, el presidente Trump le criticó durante una conferencia de prensa en el Despacho Oval, donde expresó su decepción y sorpresa por las críticas de Musk. Sin embargo, el presidente sugirió que Musk estaba descontento debido a la eliminación de créditos fiscales para vehículos eléctricos y mencionó que había rechazado a un candidato recomendado por el magnate para dirigir la NASA. «Entiendo por qué está molesto», afirmó Trump, cuestionando si su relación seguiría siendo la misma.
Pero la situación escaló cuando Trump amenazó con cancelar todos los subsidios y contratos gubernamentales con las empresas de Musk, lo que tendría un impacto económico significativo para el magnate. «La manera más fácil de ahorrar miles de millones de dólares en nuestro presupuesto es cancelar los subsidios y contratos gubernamentales de Elon», escribió Trump en Truth Social. El presidente también ofreció una nueva versión sobre la salida de Musk del gobierno, afirmando que le había pedido que se fuera: «Elon se estaba desgastando, le pedí que se fuera… ¡y simplemente se volvió LOCO!».
La «bomba» de Musk: Trump en los archivos Epstein
En el punto más álgido de la disputa, Musk decidió utilizar lo que consideró su arma más poderosa: vincular públicamente a Trump con el caso Jeffrey Epstein. «Es momento de hacer explotar la gran bomba, Donald Trump está en las listas de Epstein. Esa es la razón por la cual no se hicieron públicos», afirmó el fundador de Tesla en una publicación en X. Musk añadió posteriormente: «Marquen esta publicación para el futuro. La verdad saldrá a la luz».
Esta acusación, realizada sin presentar evidencia alguna, representa una escalada sin precedentes en el conflicto entre ambos magnates. Musk insinuó que Trump tenía una conexión más profunda con los crímenes de Epstein y que su presencia en los archivos era la razón por la cual ciertos documentos no se habían desclasificados. Sin embargo, fuentes de la Casa Blanca recordaron que Trump expulsó a Epstein de su club de golf en Palm Beach y señalaron que la administración había liberado los archivos Epstein que incluían el nombre de Trump, sin que hubiera revelaciones nuevas.
➡️ Te puede interesar: La influencia del populismo nacionalista en el trumpismo
«Si Elon realmente pensara que el presidente estaba más profundamente involucrado con Epstein, ¿por qué pasó tiempo con él durante 6 meses y dijo que lo ‘amaba tanto como un hombre heterosexual puede amar a un hombre heterosexual’?», cuestionó una fuente familiar con el asunto.
La acusación de Musk parece dirigirse a los documentos adicionales del FBI que aún no han sido publicados, sugiriendo que contienen información más comprometedora sobre Trump. Sin embargo, es importante mencionar que la relación entre Trump y Epstein ya era conocida públicamente, incluyendo el hecho de que Trump viajó en el jet privado de Epstein y que ambos se movían en círculos sociales similares en Nueva York y Florida.
Implicaciones políticas futuras
La ruptura entre Trump y Musk tiene implicaciones que van más allá de una disputa personal entre dos magnates. Ambos líderes representaban una poderosa alianza de influencia política y empresarial, especialmente dentro del movimiento conservador estadounidense, y su fractura amenaza con dividir parte del movimiento MAGA y crear un vacío de liderazgo. Musk ha indicado que no está dispuesto a permanecer callado y ha lanzado incluso una encuesta en X sobre la posibilidad de fundar un tercer partido político como alternativa al sistema bipartidista estadounidense.
El uso del caso Epstein como arma política también refleja la forma en que este escándalo continúa utilizándose para atacar a figuras públicas, independientemente de su nivel real de implicación. La mera mención de los «archivos Epstein» conlleva una carga simbólica poderosa que puede dañar reputaciones, incluso lanzándose sin evidencia concreta de participación en actividades delictivas. Esto demuestra cómo el caso Epstein se ha convertido en una especie de «arma nuclear» política que puede desplegarse en disputas de alto nivel.
Esta pelea también ha puesto de manifiesto las peticiones de transparencia total sobre los archivos de Epstein. Durante meses, funcionarios del gobierno de Trump han enfrentado momentos de presión para que hagan públicos todos los documentos restantes de la investigación. La promesa de la fiscal general Pam Bondi de liberar miles de documentos adicionales mantiene viva esta presión y alimenta las especulaciones sobre qué revelaciones adicionales podrían surgir.
➡️ Te puede interesar: La influencia del nacionalismo cristiano en el trumpismo
Asimismo, la disputa entre Trump y Musk ilustra también cómo las redes sociales han transformado la naturaleza de los conflictos políticos, permitiendo que disputas privadas se conviertan rápidamente en espectáculos públicos con impacto en el mundo y en los mercados financieros. El hecho de que Musk controle una de las principales plataformas de comunicación (X) le otorga una ventaja significativa en esta batalla mediática, permitiéndole amplificar sus mensajes y controlar parte de la narrativa.
En última instancia, la utilización del caso Epstein en esta disputa política demuestra cómo los escándalos del pasado continúan proyectando sombras sobre el presente político estadounidense. Independientemente del resultado final de la confrontación entre Trump y Musk, el caso Jeffrey Epstein seguirá siendo controvertido y especulativo, especialmente mientras permanezcan clasificados documentos que podrían contener información sensible sobre muchas figuras públicas. La «lista Epstein» se ha convertido así en algo más que un conjunto de documentos judiciales. Es un símbolo del poder corruptor de la riqueza y la influencia, y un recordatorio de que incluso los más poderosos no están exentos de los actos delictivos.
➡️ Si quieres adquirir más conocimientos, te recomendamos los siguientes cursos formativos de LISA Institute: