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Márketing y propaganda yihadista

Análisis

Carlos Seisdedos
Carlos Seisdedos
Responsable de Ciberinteligencia en Internet Security Auditors. Profesor y ponente en multitud de eventos y conferencias de Ciberseguridad, Ciberterrorismo y Ciberinteligencia.

De la misma manera que nosotros aprovechamos las posibilidades que ofrece internet, las organizaciones terroristas también lo hacen. Analizamos las principales estrategias de propaganda del Dáesh y Al-Qaeda, a través de casos reales.

Con la evolución de las nuevas tecnologías, también se ha producido un desarrollo paralelo de la actividad criminal y terrorista. Internet les confiere la oportunidad y posibilidad de poder contactar e interactuar con individuos sin restricciones físicas o geográficas. Esto les permite convertir el ciberespacio en una fuente de financiación, información, adoctrinamiento y adiestramiento, al mismo tiempo que crean una base sobre la cual sustentar su organización.

De la misma manera que nosotros aprovechamos las posibilidades que ofrece internet, las organizaciones terroristas también lo hacen. Más allá de poder realizar esas actividades más relacionadas con la “coordinación”, también les permite realizar en ese medio parte de la guerra psicológica contra sus enemigos y utilizarlo con medio de publicidad y propaganda llegando, incluso, a crear medios de comunicación propios.

Existe un gran control de los gobiernos para detectar a las organizaciones terroristas que operan en internet con estos motivos. Existen incluso grupos exclusivos dedicados a captar a estas organizaciones y comprobar la veracidad de sus vídeos y contenido. Las organizaciones terroristas son muy conscientes de este control riguroso de los gobiernos y van a adoptando medidas diferentes como crear sitios web que caducan al cabo de cierto tiempo o utilizar diferentes usuarios.

De Dabiq a Telegram

La estrategia de comunicación del Dáesh es muy simple, a la vez que estudiada y planificada. Esta pretende que, a partir de la publicación de un mensaje ideológico y, gracias a la variada cantidad de material audiovisual (destinada y diseñada para un target específico), sean dichos seguidores quienes amplifiquen sus mensajes ideológicos.

Actualmente, Dáesh es el principal actor en la escena yihadista, tanto en internet como en las redes sociales. Está, hoy en día, muy por delante de Al-Qaeda que, por norma general, no ha sabido, podido o querido imitarle en esta faceta comunicativa.

En los últimos años el Dáesh ha ido perdiendo terreno tanto físico como virtual conquistado. Un ejemplo de ello es la desaparición de sus principales productos propagandísticos como eran las revistas Dabiq y Rumiyah. Para conseguir este incremento continuo de fieles, la organización se ha visto obligada a mutar, actualizándosela a la nueva situación.

Actualmente continúa realizando su labor de propaganda y adoctrinamiento a través de redes sociales. En ellas realiza llamamientos para que se cometan ataques en Occidente, en lugar de centrarse para impulsar su legitimidad a nivel internacional, como sucedía en los años de expansión del califato.

Esta última idea es evidente que ha fracasado, pero su ideología violenta expuesta en su propaganda continúa su expansión. Si bien las principales plataformas de compartición de contenido, como YouTube, Twitter, Facebook o Instagram, han ido expulsando sus mensajes de sus espacios, los terroristas, nuevamente, se han adaptado, migrando a plataformas donde no se les censure el contenido, como la aplicación de mensajería instantánea Telegram.

El fenómeno del ciberterrorismo tiene un doble enfoque. Por un lado, la visión de cómo están organizados, estructurados y qué mecanismos utilizan los terroristas para esquivar las medidas adoptadas por las diferentes leyes nacionales e internacionales para frenar la difusión del contenido yihadista en línea. Por el otro, realizando un análisis de la actividad en las diferentes redes sociales se muestra la verdadera dimensión del problema al que se debe enfrentar la sociedad actual y futura.

La base de la construcción del terrorismo yihadista, tal como lo conocemos en la actualidad, ha sido el uso de los canales de comunicativos y de difusión, utilizados como medios de trasmisión de su ideología mediante su propaganda, acaparando la atención de los medios de comunicación a nivel mundial.

El caso de Al-Qaeda

Al-Qaeda fue la primera organización terrorista de ideología yihadista que se percató de la necesidad del uso intensivo de los medios de comunicación como plataforma de difusión de su mensaje ideológico. En sus inicios, la propaganda de este grupo no era muy elaborada, al contrario, consistía básicamente en largos discursos grabados en vídeo de baja calidad, donde se observaba a Osama Bin Laden, con su AK-47 en el fondo, mientras daba un discurso.

Estas cintas de vídeo tardaban días, incluso semanas, en llegar a su destino, Al Jazeera, siendo posible gracias a la colaboración de mensajeros responsables de hacerlas llegar a la cadena de televisión catarí. Este fue el principal medio mediante el que Al-Qaeda difundió su mensaje, que era reproducido por el resto de las televisiones mundiales, quienes únicamente reproducían los fragmentos que consideraban convenientes, mientras paralelamente iniciaban su andadura en el ciberespacio, creando sus primeras páginas webs y los primeros foros en Internet.

En 2014, con la aparición en escena del Dáesh, el panorama cambia radicalmente. Dáesh quería demostrar que había aprendido de la experiencia comunicativa de Al-Qaeda, buscando mejorar la poca habilidad que tuvo esta para conseguir una “relación estable y duradera” con los medios de comunicación tradicionales, ya que no quería depender de la voluntad de censura de los medios de comunicación.

Dáesh, protagonista de la escena yihadista online

Así, Dáesh necesitaba hacer llegar su mensaje ideológico, íntegro, sin intermediarios y sin filtros a sus seguidores. Así les proporcionaba, de forma ágil, contenido inédito y de creación propia lo suficientemente impactante para poder cumplir un doble propósito: difundir su ideología y conseguir atraer a nuevos seguidores dispuestos a integrarse en sus filas.

La propaganda se ha convertido en un elemento imprescindible para el terrorismo yihadista. Con los asesinatos, las decapitaciones y sus acciones de violencia gratuita buscan generar terror, terror que esperan y necesitan sea recogido y ampliado por los medios de comunicación.

En la actualidad, toda acción terrorista está diseñada y enfocada estratégicamente para y hacia los medios de comunicación occidentales. Así esperan obtener atención mediática y aprovechar la repercusión que les otorguen las portadas de los medios a sus acciones terroristas, intentando conseguir legitimidad a sus acciones que de otra forma nunca hubieran llegado a conocer la opinión pública.

Las estrategias utilizadas por los militares han variado lentamente en el transcurso del tiempo, pero las tácticas en comunicación, propagandísticas y de marketing se encuentran en un continuo aprendizaje y adaptación a los nuevos medios. De esta forma, Dáesh ha conseguido trasladar el campo de batalla a las redes sociales e Internet.

Ciberataques para amplificar su mensaje

El 12 de enero de 2015, las cuentas de Twitter y Youtube utilizadas por el Mando Central Estadounidense (USCENTCOM), encargado del planeamiento y la conducción de las operaciones militares en Afganistán, Iraq con Dáesh fueron atacadas.

A pesar de una primera alarma sobre la posibilidad de que los atacantes hubieran accedido a las redes del Pentágono o hubiera obtenido información clasificada, al filtrarse documentos que según los atacantes se habría obtenido en el ciberataque, los documentos difundidos por los ciberterroristas parecen haber sido obtenidos de Internet. Los atacantes publicaron mensajes en dichas cuentas de apoyo a los terroristas de Dáesh.

El mismo año, en el mes de abril, la cadena de televisión francesa TV5 Monde sufrió un ataque por parte de ciberterroristas que aseguraban pertenecer a Dáesh. Con el ataque, la cadena de televisión perdió el control de su señal, al igual que sus sistemas de información y comunicaciones, y gran parte sus plataformas, las páginas web, así como las cuentas en las redes sociales.

La web de la cadena sufrió un “defaced”, modificando la estructura y añadiendo imágenes de un combatiente islamista enmascarado. Los ciberterroristas también publicaron documentos en los que se amenaza a soldados franceses que participan en operaciones contra el grupo terrorista, por formar Francia parte de la coalición liderada por Estados Unidos que lleva a cabo ataques aéreos contra posiciones yihadistas en Irak y Siria.

El día 10 de septiembre de 2015 con motivo del aniversario del atentado contra las torres gemelas de Nueva York 11-S, el grupo de ciberterroristas Islamic Cyber Army (ICA) emitió un video de más de diez minutos de duración, en el que se mostraban diversos ciberataques realizados a objetivos estadounidenses, así como se instaba a continuar ejerciendo este tipo de acciones tanto a través de la red, como con atentados con coches bomba en dicho territorio. La campaña sería ejecutada principalmente bajo el nombre #AmericaUnderHacks, aunque también se emplearon los hashtags #USAUnderHacks y #WearebackAmerica.  Amenaza pensada para ser realizada principalmente a través de la red.

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