Richard Moore, jefe del Servicio Secreto de Inteligencia de Reino Unido habla en una entrevista en el podcast “The Economist Asks” sobre las prioridades actuales del MI6 y cómo es necesario “volverse más abierto para mantenerse en secreto”.
En su primer discurso público desde que se convirtió en jefe del Servicio Secreto de Inteligencia de Reino Unido (MI6) en octubre de 2020, Richard Moore dijo que el servicio debe “volverse más abiertos para mantenerse en secreto”.
Moore aseguraba que desde la década de 1980, cuando se incorporó al MI6 y su identidad estaba bajo el pseudónimo “C”, ya era inusual que el titular de su propio cargo diera discursos públicos. Sin embargo, al comienzo de su discurso dejaba claro que eso era algo que quería cambiar por dos motivos.
En primer lugar, señaló que es una parte importante de los servicios secretos dentro de una democracia el responsabilizarse y mantener el apoyo público de su trabajo. Así como también esperaba “inspirar” a las personas y que así deseen unirse al servicio. En segundo lugar, mencionaba la naturaleza cambiante de las amenazas y cómo estas requieren un mayor grado de apertura por parte de una agencia de inteligencia moderna.
“Siempre habrá límites a lo que pueda decir. El MI6 es una organización que se ocupa de los secretos. De hecho, una de mis pocas responsabilidades especificadas en la Ley de Servicios de Inteligencia de 1994 es no revelar nuestra información de forma no autorizada”, puntualizaba. Sin embargo, también añadió que compartiría todo lo posible sobre su trabajo para “proteger la seguridad y promover los intereses y valores del Reino Unido”.
Así, la presentadora Anne McElvoy y Shashank Joshi, editora de defensa de The Economist, preguntaron qué significa eso en la práctica.
Moore aseguró durante la entrevista que China es la prioridad más urgente del servicio de inteligencia británico. Junto con lo que él consideró el “campo de batalla clave” y la “superficie de ataque digital” exponencialmente creciente de la tecnología y la recopilación de datos. Un desafío clave, dijo, es el de afirmar y defender los valores democráticos occidentales al tiempo que se garantiza la “cooperación de China en los temas transnacionales clave”, incluido “el mayor problema de todos”: el cambio climático.
También añadió que, a pesar de un fuerte enfoque en la tecnología, el negocio de la inteligencia es “todavía, fundamentalmente una cuestión de construir una relación con un ser humano”. Por lo que se necesitan “oficiales que puedan generar confianza con las personas que están asumiendo riesgos significativos para trabajar con nosotros”.
Moore también describió las lecciones clave de las últimas dos décadas de lucha contra el terrorismo, la actuación en Afganistán que terminó en fracaso y sus esperanzas de frenar las capacidades nucleares de Irán en medio de conversaciones vacilantes.
Además, el jefe del Servicio Secreto de Inteligencia británico se disculpó con la comunidad LGBT+ por las reglas históricas que prohíben a los “gays” servir en inteligencia. Así señaló su determinación por contrarrestar los mitos que rodean al MI6 y “ser el último jefe seleccionado de una lista de preseleccionada, blanca y heterosexual”.
Al ser preguntado por cuáles podrían ser los próximos pasos de Vladimir Putin a medida que acumula fuerzas militares alrededor de Ucrania, aseguró que Vladimir Putin “realmente piensa que Rusia, en el siglo XXI, tiene derecho a imponer límites a la soberanía de los países de su periferia. Y eso es un problema”. Aún así, agregó, que Putin corre el riesgo de subestimar a sus homólogos en Washington.
Si quieres escuchar la entrevista completa en “The Economist Ask” puedes hacerlo aquí: