Desde principios de julio de 2023, España asumió la presidencia del Consejo la Unión Europea hasta finales de año. En este artículo el alumno del Máster Profesional de Analista Internacional y Geopolítico de LISA Institute, Daniel Barrios, explica en qué consiste la estrategia y cuáles son las prioridades y planes de España en el continente africano.
Desde el 1 de julio de 2023, España ha vuelto al frente de la presidencia del Consejo de la Unión Europea (UE) hasta finales de año. Durante este año y a lo largo de su liderazgo, España establece cuatro prioridades principales: reindustrialización y autonomía estratégica de la UE; transición ecológica y adaptación medioambiental; justicia social y económica; y fortalecimiento de la unidad europea. También se busca impulsar el desarrollo de industrias estratégicas, liderar la lucha contra el cambio climático, establecer estándares tributarios comunes, fortalecer la integración económica y gestionar la migración de manera coordinada.
Pero más allá de estos pilares, ¿qué papel juega África y el Sur Global, en general, en esta presidencia? ¿Hay alguna estrategia definida? En relación a la estrategia de la presidencia española del Consejo de la UE con respecto al Sur Global (en general) se enfocará en varios aspectos clave:
En primer lugar, en la cooperación al desarrollo. España apuesta por una cooperación al desarrollo ordenada y equilibrada, promoviendo la inclusión de las voces del Sur Global en la toma de decisiones. Se busca fortalecer las relaciones con los países de la vecindad sur y África, estableciendo proyectos regionales estructurantes que aborden problemas compartidos y generen confianza.
En segundo lugar, en la migración y el asilo. España buscará ampliar la mirada del Pacto de Migración y Asilo para abordar la conveniencia de formar en origen a la futura inmigración legal que Europa necesita. Además, se pretende avanzar en la agenda de derechos humanos e igualdad de género tanto dentro de la UE como en la acción exterior, teniendo en cuenta la situación migratoria en el Sur Global.
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La tercera medida girará en torno a la energía y el cambio climático. La presidencia española busca cerrar asuntos clave relacionados con el Pacto Verde Europeo y definir la reforma del mercado eléctrico. También se pretende reforzar la diplomacia energética y climática hacia América Latina y África, reconociendo la importancia de la región en la lucha contra el cambio climático y la diversificación del suministro de materias primas estratégicas. En 2018, de los países que recibieron la mayor cantidad de financiamiento climático por parte de las instituciones de la UE, incluyeron tres en África: Camerún, Egipto y Marruecos.
El último aspecto clave mirará hacia la política de ampliación y su presencia en la vecindad. España, además de comprometerse con mantener el apoyo a Ucrania, también reforzará su presencia en la vecindad sur. Se pretende avanzar de manera sincera y realista en la política de ampliación de la UE, evitando agravios comparativos y tensiones dentro del proyecto europeo.
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La estrategia africana durante la presidencia de España en la Unión Europea en 2010
Durante la presidencia española del Consejo de la UE en 2010, persistió un enfoque especial en las relaciones con África y la ribera sur del Mediterráneo. Sin embargo, destacaron las dificultades para impulsar proyectos como la Unión por el Mediterráneo tras los problemas arrastrados desde el Proceso de Barcelona y la falta de compromiso de los actores involucrados.
A pesar de las limitaciones, se logró designar al primer secretario general de la Unión por el Mediterráneo, el diplomático jordano Ahmad Masa’deh, y aprobar los estatutos de la Secretaría, con el respaldo financiero de la Comisión Europea. Además, durante la presidencia española en 2010, se celebró la Cumbre Euro-Mediterránea en Barcelona, uno de los eventos destacados de este período, que buscaba fortalecer las relaciones entre la UE y los países mediterráneos.
Otro momento importante para la presidencia española fue la cumbre UE-Marruecos. En este momento, España tenía un interés estratégico en fortalecer las relaciones con Marruecos, ya que es un país líder en el Magreb y se reconocía su importancia en temas como la lucha contra la inmigración ilegal y el terrorismo internacional. Aunque no se logró cerrar el acuerdo de readmisión, se creó una Comisión Parlamentaria Mixta UE-Marruecos, el acuerdo sobre los principios generales para la participación de Marruecos en los programas europeos y el aumento del apoyo financiero a proyectos en Marruecos a través del Programa Indicativo Nacional 2011-2013.
En resumen, la presidencia española de la UE en 2010 buscó fortalecer las relaciones con los países de la ribera sur del Mediterráneo, con un enfoque en Marruecos, a pesar de afrontar dificultades en la implementación de proyectos y desafíos en el contexto regional. Se lograron avances en la cooperación, pero también se identificaron áreas donde aún se necesitaba trabajar para fortalecer los lazos y abordar temas importantes para ambas partes.
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Objetivos específicos de la presidencia de España en la Unión Europea con África
Para conseguir grandes logros en la presidencia de 2023 centrándose en las estrategias enfocadas a África, es importante considerar los siguientes enfoques:
- Fortalecer las relaciones bilaterales. España debe buscar fortalecer las relaciones con los países del Sur Global, especialmente con Marruecos, otros países del Magreb y del Golfo de Guinea. Esto implica impulsar la cooperación económica, política y de seguridad, así como promover el intercambio cultural y educativo.
- Fomentar la cooperación regional. España puede desempeñar un papel clave en el fomento de la cooperación regional en África, apoyando los mecanismos de integración y promoviendo la estabilidad y la prosperidad compartida. Esto incluye trabajar en colaboración con la Unión Africana y otras organizaciones regionales para abordar desafíos comunes, como la seguridad, el desarrollo económico y la migración.
- Impulsar el comercio y la inversión. España puede impulsar iniciativas que fomenten la inversión y el comercio entre la UE y los países africanos. Esto podría incluir la promoción de asociaciones público-privadas, el apoyo a empresas europeas interesadas en invertir en África y la facilitación de intercambios comerciales en sectores estratégicos, como la energía, las infraestructuras y la tecnología.
- Cooperación en temas clave. España puede trabajar en estrecha colaboración con los países africanos en temas clave como la transición energética, la seguridad alimentaria, la educación y la lucha contra el cambio climático. Estos son desafíos globales que requieren acciones conjuntas y España puede desempeñar un papel de liderazgo en estas áreas.
- Promover la gobernanza y los derechos humanos. España y la UE deben defender los principios de gobernanza democrática, el respeto de los derechos humanos y el Estado de derecho en sus relaciones con los países de la vecindad sur. Esto implica promover la buena gobernanza, la transparencia y la participación ciudadana, así como apoyar los esfuerzos para abordar los desafíos de derechos humanos en la región.
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Reacciones naciones e internacionales sobre la presidencia de España en la Unión Europea respecto a África
Durante el Foro Económico España-Marruecos 2023, el ministro de Industria, Comercio y Turismo, Héctor Gómez, destacó la importancia de África como prioridad durante la presidencia española. Resaltó la buena relación comercial entre España y Marruecos, así como el potencial de colaboración en el desarrollo turístico.
Además, el ministro mencionó la Estrategia Horizonte África, que busca posicionar a España en la región, promover la internacionalización de las empresas españolas en el mercado africano y fortalecer la presencia española en el continente. También hizo hincapié en el compromiso de España en abordar los desafíos migratorios y trabajar en estrecha colaboración con la Comisión Europea para hacer de África una prioridad en la agenda política y económica.
En términos comerciales, recordó que Marruecos es el tercer destino exportador de España dentro de la UE y los esfuerzos y los recursos financieros disponibles para apoyar proyectos en Marruecos y promover un mayor desarrollo económico en la región. En general, se enfatiza la voluntad de España de fortalecer y mejorar las relaciones con Marruecos, buscando un futuro mutuamente beneficioso.
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Por otra parte, el secretario de Estado para la UE, Pascual Navarro, ha abogado por una mayor relación con el continente africano y ha destacado que los acuerdos más sólidos actualmente se encuentran con los vecinos del sur. En este sentido, se busca mejorar al máximo las relaciones con los países del norte de África y del resto del continente africano durante este período de presidencia.
Por otra parte, Alfonso Barnuevo Sebastián de Erice, embajador español en Guinea Ecuatorial, ha afirmado que: “Es evidente que por los vínculos históricos, culturales y sociales que nos unen, Guinea Ecuatorial no puede dejar de estar presente durante el semestre de nuestra presidencia [en la Unión Europea]. Les invitamos a que saquen el mayor partido de nosotros en áreas de cooperación regional, en la diversificación económica, en temas de seguridad marítima y formación”.
Sebastián de Erice, quien anunció la próxima celebración de una “reunión de alto nivel” entre Europa y África, manifestó que, durante este semestre, España quiere profundizar la relación entre los dos continentes con el objetivo de estrechar la asociación política y la integración económica entre ambas partes, creando un área de estabilidad, seguridad y de prosperidad compartida. “Para lograrlo hay que reforzar la relación con el Magreb, el Sahel y el Golfo de Guinea. Queremos apoyar la Unión Africana y los mecanismos de integración regional del continente e impulsar el área africana de libre comercio”, matizó.
¿Qué esperar de la estrategia africana durante la presidencia de España en la Unión Europea?
Es fundamental tener en cuenta las necesidades y prioridades de los países africanos en el diseño e implementación de programas y proyectos. Escuchar y tener en cuenta las voces de los socios africanos es esencial para asegurar que las iniciativas sean efectivas y respondan a las realidades y desafíos específicos de la región.
La cooperación y el intercambio de conocimientos son aspectos clave para el éxito de la presidencia. España puede aprovechar su experiencia y conocimientos en diversos campos, como el desarrollo económico, la gestión del agua, la energía renovable y la agricultura sostenible, para promover la cooperación técnica y compartir mejores prácticas con los países africanos.
Además, la presidencia debe abordar de manera integral las cuestiones de migración y movilidad humana, promoviendo una aproximación basada en los derechos humanos y la cooperación internacional. Esto implica trabajar en colaboración con los países de origen para abordar las causas fundamentales de la migración y promover una migración segura, ordenada y regular.
Se espera que la presidencia española en la UE logre avances en el control de los flujos migratorios y la prevención del terrorismo a través de la cooperación con los países del Sur Global, así como en materia energética, dada la importancia de la transición energética y la lucha contra el cambio climático tanto para Europa como para África. Con su experiencia en energías renovables, España puede promover iniciativas que impulsen la cooperación en este campo y el desarrollo de proyectos energéticos sostenibles en la región.
En conclusión, si bien es cierto que África no parece ser el objetivo principal en la agenda de la Unión Europea —ni siquiera se desarrollan medidas concretas para la región del Sahel y parece que la prioridad regional está en el norte de África y, especialmente, en Marruecos— España puede, durante su presidencia, desempeñar un papel clave en fortalecer las relaciones con los países africanos y avanzar hacia una cooperación mutuamente beneficiosa. España debe centrarse en fortalecer las relaciones bilaterales, fomentar la cooperación regional, impulsar el comercio y la inversión, colaborar en temas clave y promover la gobernanza y los derechos humanos, todo ello a través de la diplomacia, el diálogo, la escucha activa, la cooperación técnica y el intercambio de conocimientos.
