Cada año, el Instituto Español de Estudios Estratégicos publica el informe del Panorama Estratégico. Este 2024, las elecciones presidenciales en Estados Unidos, la tensión en Oriente Medio, la influencia de la inteligencia artificial o el cambio climático, entre otros, determinarán las prospectivas del año a corto, medio y largo plazo.
El avance de las TICs intensificada por la inteligencia artificial (IA), la ciberseguridad, la proliferación y el ataque constante de la utilización de las armas nucleares, los cambios de poder que se están produciendo en varios países, el cambio climático, los conflictos bélicos en diferentes partes del globo, etc… se presentan como una serie de cuestiones que provocan desafíos y amenazas para la estabilidad económica y la seguridad tanto nacional como internacional.
Las próximas presidenciales del 5 de noviembre de 2024 en Estados Unidos, los conflictos continuados en Oriente Medio junto con el pulso de Rusia y China vs Estados Unidos por la hegemonía tecnológica global y su posición estratégica en la zona Indo-Pacífico están produciendo una inestabilidad económica, social, política y legal, que de una manera u otra afecta a todos los países a nivel internacional.
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¿Qué es el documento sobre el Panorama Estratégico 2024 del Instituto Español de Estudios Estratégicos?
Cada año, el Instituto Español de Estudios Estratégicos, organismo adjunto del Ministerio de Defensa, elabora un análisis sobre el panorama estratégico a nivel global. En este análisis, se recogen los cambios y la evolución de las cuestiones que afectan a la seguridad internacional.
Este año, en la publicación de abril de 2024, un grupo de trabajo compuesto por varios autores expertos en Seguridad Internacional y Relaciones Internacionales, aborda cuestiones actuales y futuras, que afectan a la estabilidad y seguridad global.
Este estudio comprende, tanto temas tan actuales como el conflicto Rusia-Ucrania, el conflicto Israel-Gaza, las elecciones en multitud de países, el conflicto Taiwán-China, como retos globales como la Inteligencia Artificial (IA), el cambio climático o el conflicto por los minerales «raros», entre otros.
En los siguientes apartados se abordarán a modo de resumen las cuestiones que se analizan en este documento sobre el panorama estratégico 2024 y cómo afecta a la geopolítica a nivel internacional.
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Un recorrido por la política exterior de Estados Unidos
¿Por qué las elecciones presidenciales de Estados Unidos son un indicador de cambio clave en el encuadre geopolítico? Antes de dar respuesta a esta pregunta, se debe comprender la política exterior que lleva ejerciendo Estados Unidos durante años.
Para entender la política exterior de un país, se debe conocer primero su cultura internacional. En el caso del país norteamericano, la democracia y el antiimperialismo son dos conceptos clave de su colonización en el pasado. En la actualidad, Estados Unidos es percibido por sus homólogos occidentales como una nación poderosa, vinculada a la democracia y a la economía de libre mercado.
Tras la Primera y Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos fue considerado la gran potencia mundial que ayudó a reconstruir junto al resto de países el estado de bienestar y un nuevo ordenamiento mundial. Tras la Revolución Industrial, el país norteamericano accedió a nuevos mercados europeos reforzados tras la liberación de los territorios ocupados por la Unión Soviética (URSS). Con el paso de las décadas y tras varios pactos, tratados y formación de organismos internacionales como la Organización para el Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Estados Unidos se convirtió en el principal actor geopolítico con un peso trascendental en la política y la defensa internacional.
Con el estallido del 11S, se puso en riesgo el modelo de vida de los países occidentales y su democracia en general. Por ello, Estados Unidos decidió invadir Oriente Medio y combatir la amenaza que sumía sobre Occidente. Tras las elecciones presidenciales en el país en 2008, la política exterior que venía ejerciendo Estados Unidos cambió de forma trascendental en los territorios de Oriente Medio, haciendo peligrar su gran prestigio entre el resto de países.
La globalización trajo consigo un cambio de mentalidad en la sociedad norteamericana y tras las elecciones presidenciales de 2016, Estados Unidos dejó clara su política exterior. Seguir siendo la gran superpotencia tecnológica por encima de China. En el año 2020 y con la entrada de un nuevo presidente en la Casa Blanca, Estados Unidos volvió a la jugada estratégica geopolítica. Las relaciones estratégicas con la OTAN y países como China, no pasaban por su mejor momento. Se produjo un cambio de escenario donde el país norteamericano se dio cuenta de que necesitaban afianzar la colaboración estratégica entre países y volver a su posición clave tecnológica como mercado en auge y competitivo.
Por tanto, ¿qué cambios podemos esperar de las nuevas elecciones del 5 de noviembre de 2024 en Estados Unidos sabiendo los escenarios clave que existen en la actualidad?
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Alianza estratégica: China, Rusia y su posición en los BRICS
En 1996, China y Rusia firmaron un acuerdo estratégico para oponerse al orden global que se venía estableciendo por parte de Occidente con Estados Unidos como ejecutor. Por tanto, no es de extrañar que en la actualidad las relaciones comerciales y estratégicas que tienen ambos países sigan intactas ante los conflictos y desafíos actuales.
Las dos superpotencias, Estados Unidos y China, siguen con su rivalidad tecnológica que viene desde 2017 y las relaciones diplomáticas continúan sin mejorar. A esto se suma la lucha que mantienen por la zona Indo-Pacífica y la problemática de Taiwán, convirtiendo a lo que se conoce como el «Sur Global», en el principal escenario geopolítico actual.
Por otra parte, Rusia y China siguen manteniendo su alianza y llevan años cultivando las relaciones con África, Oriente Medio, parte de Asia y la zona de LATAM. Prueba de ello son los BRICS. Aunque parece que la India se desmarca y mira hacia Estados Unidos y Occidente. Su rivalidad con China en la carrera tecnológica y por los microchips es el punto de inflexión que Estados Unidos necesita para poder controlar la zona Indo-Pacífica y seguir siendo la principal potencia tecnológica del mundo.
Si el G7 es el principal foro político y económico de Occidente, los BRICS son el espacio alternativo económico que China y Rusia utilizan para seguir profundizando sus relaciones y ganar territorios en la zona del Sur Global, haciendo que Occidente pierda su influencia estratégica en esas zonas del globo.
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Retos globales: minerales críticos, IA y cambio climático
La escasez de materias primas está tensionando la rivalidad geopolítica por la adquisición de minerales raros para cumplir con los requisitos establecidos para la Transición Energética Global. El cambio climático se acelera y los países buscan nuevas políticas y alianzas estratégicas para paliar este fenómeno.
Entrando ya en la etapa culminante del cambio climático, Naciones Unidas decidió crear en 2022, el Grupo de Expertos de Alto Nivel sobre los Compromisos de Cero Emisiones Netas de las Entidades no Estatales. Este grupo de expertos, emitió un informe titulado como La integridad es decisiva: Compromisos Cero Neto de empresas, entidades financieras, ciudades y regiones, donde se estipulan las diez recomendaciones que a nivel global se deben seguir para cumplir con las cero emisiones para 2025.
Según datos del informe anual de Net Zero Tracker, para 2050 habrán cumplido con los objetivos de las cero emisiones Estados Unidos y la Unión Europea. En 2060, lo hará China y en 2070 la India, aunque este último conseguirá reducir a la mitad de las emisiones en 2030.
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Para evitar que el cambio climático se convierta en otro eje de conflicto geopolítico global, se deberá movilizar una mayor inversión climática por parte de Occidente. Según datos de Climate Policy Initiative, actualmente China es quien está financiando el 51% de inversión climática global.
En cuanto a la lucha geopolítica por los materiales tecnológicos y energéticos, China y Estados Unidos seguirán manteniendo el pulso por la cadena de suministros de estas materias, a nivel global. El cambio climático y la transición energética necesitan de materias primas específicas para adaptarse a los nuevos cambios, convirtiéndose en uno de los ejes de conflicto entre los países por la adquisición y suministro de estas materias primas críticas.
La producción de microchips, la IA y los minerales raros son el otro gran conflicto entre Estados Unidos y China. El pulso que existe entre los dos países por ser el primero en cuanto a tecnología y la obtención de minerales raros por la sobre explotación de las materias primas convencionales, afecta de forma directa al resto de países que tienen acuerdos y dependen de esos materiales.
El papel de África en el tablero geopolítico internacional
La UE está perdiendo posiciones en África y las relaciones comerciales y diplomáticas no están dando sus frutos. Esta brecha geopolítica la están ganando Rusia y China, que aumentan posiciones estratégicas en el continente.
Después de la pandemia de la COVID-19, África quedó duramente castigada en materia económica. La inestabilidad en varios países del Sahel, los grupos insurgentes y el inicio del conflicto de Rusia y Ucrania han hecho mella en el continente africano. China y Rusia han sabido jugar sus cartas y actualmente tienen una gran presencia en los territorios del continente. La UE, por el contrario, ha perdido fuerza en las relaciones estratégicas con África.
Por ello, ¿qué puede hacer Europa para reconectar con África y seguir siendo un socio importante en el tablero geopolítico? Está claro que Europa debe cambiar de estrategia si no quiere perder las relaciones con el continente. La vía diplomática y política debe de ir en conexión con los intereses del continente africano. La UE debe apoyar y financiar proyectos en África que impliquen una mejora de la calidad de vida, de su integración y de su economía, si quieren mantener las conexiones a largo plazo.
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América Latina y su importancia geopolítica
América Latina posee una relevancia estratégica alejada del foco de las tensiones y conflictos internacionales. Mientras China se disputa la hegemonía tecnológica global con los Estados Unidos, va tomando posiciones estratégicas en la zona de LATAM para continuar con la alianza de los países que convergen el Sur Global contra Occidente.
El posicionamiento de América Latina ante los conflictos de Rusia-Ucrania e Israel-Gaza, han dejado entrever la problemática política, económica y social que existen entre los diferentes países que engloban esta zona. Sin olvidar el problema de seguridad que acarrean desde hace años en algunos de los países de LATAM y que Occidente sigue de cerca con cierta preocupación por el aumento de la criminalidad transnacional.
¿Dónde se encuadra América Latina en el panorama geopolítico? La respuesta es sin duda en la explotación de sus recursos naturales. Ante el proceso de adaptación de los países al cambio climático y la transición ecológica, el litio juega un papel fundamental. Este elemento químico procede casi principalmente de varios países de LATAM, como son Argentina, Bolivia, Chile y Perú. Según este análisis, casi dos tercios de las reservas a nivel mundial proceden de estos países, lo que implica que su financiación e inversión es un escenario clave geopolítico a considerar a corto, medio y largo plazo por potencias como Estados Unidos, China, Rusia y Europa en general.
Además de su importancia en cuanto a la explotación de minerales, las relaciones comerciales de América Latina con multitud de países, incluido China, están muy arraigadas y no se espera que cambien a estas alturas.
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Oriente Medio y su relación con China
El repliegue de tropas estadounidenses en Oriente Medio, ha hecho que China adquiera una mayor importancia en el territorio del golfo Arábigo. Los países que conforman esta región como Qatar, Arabia Saudí, Emiratos Árabes e Irán, están restableciendo relaciones y conexiones para adaptarse a los cambios de la nueva era digital.
Ante el conflicto de Israel-Gaza, se espera con gran expectación si estas conexiones se verán afectadas o, por el contrario, se acelerarán. El resurgimiento de la problemática del Estado palestino en Oriente Medio, vuelve a poner en jaque toda la geopolítica global ante un problema que simplemente se había olvidado.
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El posicionamiento de Occidente ante esta problemática es crucial y puede verse alterado tras las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2024. Están en juego no solo las relaciones diplomáticas y económicas, sino también las posiciones estratégicas dentro de Oriente Medio.
China, por su parte, afianza posiciones no solo en la vía política sino también económica en la región. La inversión procedente de China para la construcción de rutas terrestres y marítimas en Oriente Medio es un hecho, además de en otros sectores como las telecomunicaciones. China, por su parte, importa los hidrocarburos que necesita de esta región, lo que hace que tengan una relación de conveniencia mutua. Además, varios países de Oriente Medio fueron invitados a formar parte de los BRICS, lo que refuerza las alianzas estratégicas de China con esta región.
