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El riesgo real de Chernóbil y algunas lecciones aprendidas

Análisis

Laura Estévez Núñez
Laura Estévez Núñez
Ingeniero superior industrial. Máster Europeo en Ingeniería Nuclear. Doctoranda en tecnologías industriales de fusión nuclear.

Rusia capturó la Zona de exclusión de Chernóbil el primer día de la invasión a Ucrania. Este hecho ha aumentado el temor por la repetición de accidentes nucleares y el uso directo de la energía nuclear como arma letal. En este artículo te explicamos cuáles son los peligros reales y algunas lecciones aprendidas.

Con el actual consumo de energía primaria, el agotamiento de combustibles fósiles, la subida de precios de la electricidad, a lo que se suma, además, el calentamiento global, parece que la energía nuclear podría volverse a considerar indispensable e insustituible para la consecución de la independencia energética. Actualmente, con organismos reguladores que velan por la seguridad nuclear de las personas y el medio ambiente, podría suponer un beneficio para la propia sociedad.

En España, contamos con un mix energético para la transformación en energía eléctrica que consta mayoritariamente de ciclo combinado, cogeneración hidráulica, eólica y energía nuclear. La energía nuclear está representada por siete unidades en cinco grandes centrales (Cofrentes, Ascó, Vandellós, Trillo y Almaraz) proporcionando el 20% del mix energético. Esto se traduce en un potencia de unos 7400 MW en la red eléctrica, disponible y constante durante todo el año pues no se ve alterada por factores meteorológicos ni geopolíticos.

Sin embargo, la reciente situación en Ucrania ha aumentado el temor por la repetición de accidentes nucleares y el uso directo de la energía nuclear como arma letal. En este último siglo, se han realizado numerosos avances tecnológicos y científicos en materia de seguridad nuclear y protección radiológica cuando la energía nuclear se ha utilizado tanto con fines bélicos como de forma controlada.

Algunas lecciones aprendidas se han obtenido a partir de Three Mile Island, Chernóbil o Fukushima. Además, se han elaborado protocolos de colaboración para la vigilancia radiológica y protocolos de actuación en caso de detección de movimiento inadvertido o tráfico lícito de material nuclear y radiológico, tal y como se realizó tras el suceso del 11-S como medida de control en segunda línea de defensa. 

El uso de bombas nucleares requiere un proceso de enriquecimiento del uranio-235 entorno al 90%. El uranio mayoritariamente utilizado para las centrales nucleares se enriquece hasta un 5% o, incluso, podría emplearse uranio natural en ciertos tipos de reactores como los CANDU. Existen reservas de uranio recuperables mayoritariamente en Australia y se prevé importantes reservas inexploradas en Canadá y la Antártida.

Hoy en día se discute el uso del ciclo del torio, lo que podría evitar el uso de proliferación de armas nucleares. También hay diversidad de diseños de SMR (Small Modular Reactors) propuestos por distintas empresas nucleares que proveen de 300MWe cada módulo y que podrían ser clave para países en proceso de industrialización.

En cuanto al riesgo real de Chernóbil, decir que la Unidad 4 sufrió una reacción violenta en 1986 y está cubierta con un «sarcófago». Las otras tres unidades de Chernóbil están en fase de desmantelamiento y no están operando. No obstante, de forma general, se debe garantizar la refrigeración con generadores diésel para evacuar el calor residual de los productos de fisión producidos. Ante una pérdida de suministro eléctrico, los generadores diésel podrán refrigerar el núcleo sin repostaje durante 48 horas antes de una posible liberación de material radioactivo. 

En el caso de Chernobyl, el isótopo cesio-137 es el elemento radioactivo mayoritario de emisión gamma tras el accidente nuclear y cuenta con un período de semidesintegración corto de 30.2 años. Eso es, en el año 2016 decreció toda su actividad a la mitad. La refrigeración propia de la piscina de combustible gastado en las instalaciones nucleares proporciona suficiente refrigeración aún sin disponer alimentación eléctrica. 

Según el Organismo Internacional de Energía Atómica, se les ha comunicado por parte de las autoridades ucranianas que 210 trabajadores están bajo aislamiento con acceso limitado a comida, agua y medicinas en Chernóbil. A diferencia de los otros dos reactores en operación ocupados por las fuerzas rusas, indican que no existe rotación de forma regular, y además han dejado de existir sistemas de monitorización y vías de comunicación en la Zona de Exclusión de Chernóbil. 

Según declaró el director del Organismo Internacional de Energía Atómica, Rafael Mariano Grossi, la capacidad de los trabajadores de realizar decisiones libres de indebida presión es uno de los siete pilares de la seguridad nuclear internacional. En este sentido, Rusia estaría violando los propios principios de seguridad de la OIEA, organización a la que el país también pertenece. 

Que ocurra una liberaciónde radioactividad y consecuente difusión de nube radioactiva no parece probable en las instalaciones nucleares tomadas por las fuerzas rusas ya que Rusia está demasiado cerca de Ucrania, y sería el primer interesado en que no se produjeran este tipo de catástrofes nucleares.

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