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¿Activará la OTAN el artículo 5?

Análisis

Paula García Mora
Paula García Mora
Responsable de LISA News, el medio de comunicación y análisis de LISA Institute.

Por qué los países bálticos invocaron el pasado febrero el artículo 4 del Tratado del Atlántico Norte, cuáles pueden ser los próximos pasos y si, entre ellos, estaría la opción de que se llegara a activar el artículo 5 de la OTAN.

El Consejo Atlántico, el máximo órgano de toma de decisiones de la OTAN, celebró el pasado febrero una reunión de urgencia después de que varios países bálticos invocaran el artículo 4 del Tratado del Atlántico Norte. De acuerdo con este artículo, las partes están obligadas a establecer consultas cuando alguno de los países miembro de la OTAN considere amenazada su seguridad, independencia o integridad territorial.

Según la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, que Rusia haya lanzado un ataque militar contra un país europeo soberano es una amenaza para Europa en su conjunto y para todos los países de la OTAN.

«El ataque militar de Rusia a Ucrania podría tener efectos directos e indirectos en todos los países europeos. Necesitamos estar preparados para posibles incidentes y prepararnos para la gestión del impacto», declaró Kallas. 

De esta forma, aseguró que los países pueden ser objeto, por ejemplo, de campañas de desinformación y ciberataques. «La respuesta más efectiva a la agresión de Rusia es la unidad», dijo. De todas formas, quiso tranquilizar a su población asegurando que no hay una amenaza actual directa para Estonia y que su frontera exterior está «tranquila» por el momento.

Por su parte, el ministerio de Exteriores de Letonia, aseguró a través de un comunicado, que «tenemos que estar preparados ante una impredecible ola migratoria, ciberataques y campaña de desinformación por parte rusa».

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha declarado en múltiples ocasiones que la OTAN no intervendrá en Ucrania puesto que el país no forma parte de la Alianza, pero sí que se movilizarían si desde Moscú atacaran a los países sí cubiertos por la cláusula de defensa colectiva como son Polonia o los países bálticos que han solicitado la activación del artículo 4.

Para la OTAN, las acciones de Rusia representan una grave amenaza para la «seguridad euroatlántica» y tendrán «consecuencias geoestratégicas». «La OTAN continuará tomando todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad y defensa de todos los aliados. Estamos desplegando fuerzas terrestres y aéreas defensivas adicionales en la parte oriental de la Alianza, así como activos marítimos adicionales. Hemos aumentado la disposición de nuestras fuerzas a responder a todas las contingencias», aseguran fuentes de la OTAN.

Así también anunciaron, tras la celebración de consultas en virtud del artículo 4 del Tratado de Washington, que de acuerdo con su «planificación defensiva» para proteger a todos los aliados, «tomarán medidas adicionales para fortalecer aún más la disuasión y la defensa en toda la Alianza». «Nuestras medidas son y siguen siendo preventivas, proporcionadas y no escalificadoras. Nuestro compromiso con el artículo 5 del Tratado de Washington está revestido de hierro. Estamos unidos para defendernos mutuamente», advirtieron.

Precisamente uno de los argumentos del presidente ruso, Vladimir Putin, repetidos durante los últimos años y las semanas previas a la invasión de Ucrania era, precisamente, la ampliación de la OTAN hacia el este y que Ucrania no debía -ni podía- entrar en la OTAN debido al riesgo hacia la seguridad e integridad rusa.

Desde 2014, a raíz de la invasión rusa en Crimea, se intensificó la cooperación entre Ucrania y la OTAN en áreas críticas. Durante estos últimos meses previos a la crisis ucraniana también se debatió más abiertamente la posibilidad de la incorporación del país a la OTAN. Según Estados Unidos, Ucrania es un país «soberano e independiente con capacidad para decidir su propio futuro».

Mientras la comunidad internacional preparaba en febrero una nueva oleada de sanciones a Rusia, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, lamentaba que nadie le diera una respuesta clara sobre las aspiraciones de Ucrania de integrar en la OTAN. «Nos han dejado solos en la defensa de nuestro Estado. ¿Quién está preparado para luchar a nuestro lado? No veo a nadie. ¿Quién está preparado para garantizar la adhesión de Ucrania a la OTAN? Todos tienen miedo», dijo.

«El enemigo ataca no solo las instalaciones militares, como afirma, sino también civiles. Matan a gente y convierten a ciudades pacíficas en objetivos militares», destacó después de informar de que durante el primer día de ataque ruso al país han muerto al menos 137 ucranianos.

Zelenski declaró entonces el estado de emergencia en todo el país (exceptuando las provincias de Donetsk y Lugansk porque allí llevan en esta situación desde 2014) durante un plazo mínimo de treinta días. También ha llamado a los ciudadanos ucranianos a armarse para combatir la invasión rusa.

Pero, ¿qué implica el artículo 4?

Como hemos mencionado brevemente en las primeras líneas del artículo, el artículo 4 del tratado de la OTAN cubre el caso de que un Estado miembros se sienta amenazado por otro país (u organización terrorista). En concreto el artículo reza:

Las Partes se consultarán cuando, a juicio de cualquiera de ellas, la integridad territorial, la independencia política o la seguridad de cualquier de las Partes fuese amenazada.

Así, los miembros se ven obligados a iniciar consultas formales si un miembro se ve amenazado y a tratar en dichas conversaciones si este una amenaza y cómo contrarrestarla con decisiones tomadas por unanimidad. Desde la creación de la OTAN en 1949, el artículo 4 ha sido invocado 7 veces, contando con esta última a solicitud de Bulgaria, la República Checa, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Rumania y Eslovaquia.

En julio de 2015, Turquía realizó la misma solicitud en vista de la «gravedad» de la situación tras los ataques terroristas, y para informar a los aliados de las medidas que estaba tomando. Polonia invocó el artículo 4 el 3 de marzo de 2014 tras el aumento de las tensiones en la vecina Ucrania, como resultado de las «acciones agresivas de Rusia».

En dos ocasiones en 2012, Turquía solicitó una reunión de la NAC en virtud del artículo 4: una vez el 22 de junio después de que uno de sus aviones de combate fuera derribado por las fuerzas de defensa aérea sirias y la segunda vez el 3 de octubre cuando cinco civiles turcos murieron por proyectiles sirios. Tras estos incidentes, el 21 de noviembre, Turquía solicitó el despliegue de misiles Patriot. La OTAN acordó esta medida defensiva para «ayudar a Turquía a defender su población y territorio, y ayudar a reducir la crisis a lo largo de la frontera».

Anteriormente, el 10 de febrero de 2003, Turquía invocó formalmente el artículo 4, solicitando consultas en el NAC sobre la asistencia defensiva de la OTAN en caso de una amenaza para su población o territorio como resultado del conflicto armado en el vecino Iraq. La OTAN acordó un paquete de medidas defensivas y llevó a cabo la Operación Disuasión de Exhibición desde finales de febrero hasta principios de mayo de 2003.

Qué dice el artículo 5 de la OTAN

A diferencia del artículo 4, el artículo 5 de la Carta de la OTAN sí establece la asistencia militar de toda la Alianza en caso de que uno de los estados miembros sea atacado. La última y única vez que esto ocurrió fue en 2001 después de los ataques de Al Qaeda contra Estados Unidos.

En concreto el artículo 5 dice:

Las Partes acuerdan que un ataque armado contra una o más de ellas, que tenga lugar en Europa o en América del Norte, será considerado como un ataque dirigido contra todas ellas, y en consecuencia, acuerdan que si tal ataque se produce, cada una de ellas, en ejercicio del derecho de legítima defensa individual o colectiva reconocido por el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, ayudará a la Parte o Partes atacadas, adoptando seguidamente, de forma individual y de acuerdo con las otras Partes, las medidas que juzgue necesarias, incluso el empleo de la fuerza armada, para restablecer la seguridad en la zona del Atlántico Norte.

Cualquier ataque armado de esta naturaleza y todas las medidas adoptadas en consecuencia serán inmediatamente puestas en conocimiento del Consejo de Seguridad. Estas medidas cesarán cuando el Consejo de Seguridad haya tomado las disposiciones necesarias para restablecer y mantener la paz y la seguridad internacionales.

Estados Unidos ha sido el único país en invocar este artículo. En relación a la crisis ucraniana, el presidente estadounidense, Joe Biden, al igual que el secretario general de la OTAN como ya mencionamos anteriormente, ha asegurado que no intervendrán en Ucrania. Sin embargo, sí que han comunicado que reforzarán el flanco oriental de la OTAN y se está haciendo hincapié en que el compromiso con el artículo 5 de la OTAN es «férreo».

¿Qué se podría considerar un ataque para activar el artículo 5?

Para entender, a efectos del artículo 5, qué se podría considerar un «ataque armado» contra una o más de las partes en el propio Tratado de la OTAN, se explica en el artículo 6 del propio tratado, que se efectuaría un ataque armado en:

  • el territorio de cualquiera de las Partes en Europa o América del Norte, en los Departamentos Argelinos de Francia 2, en el territorio de Turquía o en las Islas bajo la jurisdicción de cualquiera de las Partes en el área del Atlántico Norte al norte del Trópico de Cáncer;
  • las fuerzas, buques o aeronaves de cualquiera de las Partes, cuando estén dentro o sobre estos territorios o cualquier otra área de Europa en la que las fuerzas de ocupación de cualquiera de las Partes estuvieran estacionadas en la fecha en que el Tratado entró en vigor o el Mar Mediterráneo o el área del Atlántico Norte al norte del Trópico de Cáncer.

Sin embargo, algunos expertos plantean que la OTAN podría intervenir en el caso de una «flagrante violación de la legalidad internacional» como ya ocurrió en Kosovo, cuando la OTAN actuó aunque no se trataba de un país miembro.

Otros consideran que no entraría en el conflicto de forma directa, ya que ha realizado declaraciones en este sentido en múltiples ocasiones, pero que una invasión total a Ucrania podría afectar a las fronteras directas de alguno de los países miembros de la OTAN. En este caso sí podrían intervenir.

Desde la comunidad internacional se debate abiertamente sobre qué podría considerarse un ataque a un país más allá de lo territorial en un entorno repleto de amenazas híbridas. En este sentido, es interesante mencionar cómo la OTAN afirmaba en un comunicado el año pasado que la Alianza sopesaría activar el artículo 5 por un ciberataque y que tendría que ser analizado «caso por caso».

El presidente de Inteligencia del Senado, de Estados Unidos Mark Warner, también defendió ante la CNN que le preocupan los ciberataques rusos y que podrían llegar a verse como un ataque en el que poder invocar el artículo 5.

Según dijo un asesor del ministro del Interior de Ucrania ante la situación en Chernóbil y la posibilidad de dañar el reactor nuclear revestido de cemento que se derritió en 1986, que «el polvo radiactivo podría cubrir el territorio de Ucrania, Bielorrusia y los países de la Unión Europea» y podría considerarse así también un motivo para activar el artículo 5 de la OTAN.

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