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Una tragedia “renovada” en el mar Mediterráneo en 2021

Análisis

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Contenido creado por el Equipo de Redacción de LISA News con el apoyo del equipo docente de LISA Institute.

Según un informe del Monitor Euromediterráneo de Derechos Humanos, 2021 ha supuesto una “tragedia renovada” con el aumento del número de migrantes ahogados y desaparecidos en el Mediterráneo. Por su parte, ACNUR pide a la presidencia francesa del Consejo de la Unión Europea (UE) que den prioridad a una mejor protección de los refugiados en Europa y en el mundo.

Los datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) indican que desde 2014, el Mediterráneo ha sido testigo de unos 176.406 intentos de cruzar por parte de migrantes marítimos desde las costas del norte de África y Turquía a las costas europeas. Entre ellos, hasta diciembre de 2021, unos 23.150 migrantes habían muerto o desaparecido como resultado de estos intentos.

Los datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) indican que 116.573 migrantes y solicitantes de asilo llegaron a Europa a través del Mediterráneo en 2021, lo que representa un aumento del 20% en comparación con 2020, cuando el número era de 88.143.

Asimismo, según un nuevo informe del Monitor Euromediterráneo de Derechos Humanos, 2021 fue testigo de un aumento en el número de personas que mueren o desaparecen después de incidentes de ahogamiento en el Mediterráneo. Alrededor de 1.864 migrantes murieron o desaparecieron en 2021, incluidos al menos 64 niños, más de cinco personas por día, en comparación con 1.401 personas en 2020. La gran mayoría de las víctimas se registran en el Mediterráneo Central.

Septiembre registró la tasa más alta de llegadas a las costas europeas con más de 16.000 personas, mientras que julio, solo dos meses antes, registró la más trágica, con 311 migrantes muriendo o desaparecidos. Esto significa más de 10 víctimas al día.

Si bien las personas que mueren o desaparecen en el proceso de migración a través del Mediterráneo están en aumento, el informe también llama la atención y asegura que la UE todavía no tiene un marco legal común que abarque las actividades de búsqueda y rescate (SAR) y desembarque de los Estados miembros de la UE.

Por el contrario, según aseguran, “está trabajando constantemente para endurecer las leyes de asilo para limitar la llegada de migrantes a sus costas del sur, especialmente haciendo tratos con los países de origen y criminalizando a las organizaciones no gubernamentales que salvan vidas en el Mediterráneo”.

Críticas a las políticas europeas

Según el informe, la política de la UE hacia los migrantes y solicitantes de asilo se ha centrado más en los “rechazos” y “disuasión” que en la adecuación de las solicitudes de asilo. En este sentido, pone de ejemplo marzo de 2020 cuando la UE suspendió oficialmente la Operación Sophia y las patrullas de barcos que solían rescatar a decenas de miles de migrantes anualmente. En cambio, la UE ahora depende de la vigilancia aérea y la coordinación con las autoridades libias.

“Aunque el aumento en el número de migrantes no está relacionado con los esfuerzos de rescate de migrantes, múltiples países europeos, como Italia y Grecia, han comenzado a criminalizar y procesar a activistas, organizaciones e iniciativas no gubernamentales de rescate de migrantes, acusándolos de tráfico ilícito y trata de personas”, asegura el informe.

La UE depende principalmente de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) para proteger sus fronteras terrestres y marítimas de amenazas a la seguridad y cruces ilegales.

Frontex se enfrentó a fuertes críticas de derechos humanos y múltiples investigaciones oficiales europeas, especialmente durante 2021, especialmente por su participación en los rechazos ilegales llevados a cabo por Grecia y sus diversas violaciones del derecho europeo e internacional de los derechos humanos. Sin embargo, su papel, personal y presupuesto aumentaron sin ninguna sanción clara para sus prácticas señaladas como “ilegales” según el informe.

“Las políticas migratorias europeas y los retrocesos ilegales no solo han convertido al Mediterráneo en una de las rutas migratorias más mortíferas del mundo, sino que también han dejado a los migrantes vulnerables a la extorsión de traficantes”, advierten. Así, apuntan que “es la falta de vías seguras y legales hacia Europa lo que impulsa a los migrantes en barcos destartalados y los empuja a tomar rutas peligrosas desde Libia, causando finalmente la desaparición y ahogamiento de miles de migrantes anualmente”.

El informe también denuncia cómo en los últimos años, la UE concluyó acuerdos con países de origen clave, especialmente Libia, que es el principal punto de partida para los migrantes que cruzan el Mediterráneo hacia Europa.

Desde 2015, la UE ha proporcionado alrededor de 525 millones de dólares a Libia para limitar las llegadas y “retirar” físicamente los barcos de los migrantes a Libia antes de que pudieran llegar a aguas europeas, sin tener en cuenta las terribles consecuencias y amenazas que enfrentan los migrantes en manos de la Guardia Costera Libia (LCG) y en Libia.

ACNUR pide a Francia una mejor protección de los refugiados en Europa y en el mundo

ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, ha pedido a la Presidencia francesa del Consejo de la Unión Europea (UE), y a la República Checa, que asumirá la Presidencia en julio, que den prioridad a una mejor protección de los refugiados en Europa y en el mundo.

Aunque muchos países de la UE siguen comprometidos con la legislación y los principios europeos e internacionales en materia de derechos humanos y de refugiados, en 2021 siguieron produciéndose violentos rechazos en las fronteras de la UE. 

“La UE es una Unión basada en el Estado de Derecho, pero hemos visto con demasiada frecuencia posturas y prácticas divididas y politizadas que buscan eludir las obligaciones de asilo. Los movimientos mixtos y la instrumentalización de los refugiados y los migrantes plantean desafíos a los sistemas de asilo. Sin embargo, estos retos nunca justifican respuestas que vayan en contra del derecho internacional e ignoren las obligaciones en materia de asilo”, declaró Gonzalo Vargas Llosa, Representante de ACNUR para Asuntos de la UE.

De esta forma ACNUR considera que la propuesta de Pacto sobre Migración y Asilo de la Comisión Europea, presentada en septiembre de 2020, sigue ofreciendo la oportunidad de pasar de un enfoque ad hoc en materia de asilo y migración en la UE, impulsado por situaciones de crisis, a un enfoque común más amplio, bien gestionado y predecible, tanto dentro como fuera de la Unión.

“Es urgente avanzar hacia el fin de las devoluciones o pushbacks, el establecimiento de Mecanismos Nacionales Independientes de Seguimiento para investigar dichas devoluciones y las medidas para mejorar la búsqueda y el rescate y garantizar un desembarco previsible de las personas rescatadas en el mar”, aseguran.

A falta de un consenso sobre un marco común de asilo de la UE, al ACNUR le preocupa que se produzcan nuevas prácticas perjudiciales, como propuestas de externalización o subcontratación de las obligaciones del asilo a otros países. Tales esfuerzos irían en contra del espíritu de la Convención de 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados y del Pacto Mundial sobre los Refugiados, socavando así la protección de los refugiados.

Si quieres saber cómo la comunidad internacional debe intervenir para asegurar el respeto de los derechos humanos de los refugiados, te recomendamos este análisis sobre refugio y Derecho Internacional de Mauricio Díaz, profesor del curso de Experto Internacional de Protección de Civiles de LISA Institute.




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