A 75 días de las elecciones de mitad de mandato en Estados Unidos, el Departamento de Defensa explica cómo está comprometido frente a la injerencia e influencia extranjeras en el ciberespacio.
El Grupo de Seguridad Electoral conjunto de Cybercom y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) pusieron en marcha a principios de 2022 los esfuerzos conjuntos de estas organizaciones para interrumpir, disuadir y mitigar la capacidad de los adversarios extranjeros estadounidenses para interferir e influir en la forma de votar de los ciudadanos estadounidenses y el recuento de votos.
“Se trata de una misión duradera y sin fallos para el Mando Cibernético de los Estados Unidos y la Agencia de Seguridad Nacional, que aportan ideas y acciones únicas al esfuerzo de todo el gobierno”, dijo el general del ejército de los Estados Unidos Paul M. Nakasone, comandante del Mando Cibernético y director de la NSA/jefe del Servicio de Seguridad Central.
El grupo encabeza los esfuerzos del Departamento de Defensa y está codirigido por el general de brigada de la Fuerza Aérea Víctor Macías, codirector del Cibercom y comandante adjunto de la Fuerza de Misión Nacional Cibernética, y Anna Horrigan, alta ejecutiva de la NSA y codirectora de seguridad electoral.
“El equipo del ESG está compuesto por algunos de los mejores y más brillantes en este campo”, dijo Horrigan. “Estamos aprovechando los éxitos anteriores, al tiempo que maximizamos nuestras sólidas relaciones y nos sincronizamos con frecuencia, lo que permite a Estados Unidos responder rápidamente a las amenazas electorales”.
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Los principales objetivos del ESG son: generar información sobre adversarios extranjeros que puedan interferir o influir en las elecciones; reforzar la defensa nacional compartiendo información con socios interagenciales, industriales y aliados; e imponer costes a los actores extranjeros que intenten socavar los procesos democráticos.
Al igual que en ciclos electorales anteriores, el Cibercomando y la NSA colaboran estrechamente con el gobierno y la industria y son un componente fundamental de un esfuerzo de todo el gobierno. El grupo apoya directamente a sus socios, como el Departamento de Seguridad Nacional y el FBI, en la recopilación, desclasificación y puesta en común de información vital sobre adversarios extranjeros para permitir los esfuerzos nacionales en materia de seguridad electoral.
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Según indica el Departamento de Defensa estadounidense, el ESG desempeña un papel único en la lucha y la interrupción de la actividad de los adversarios en este ámbito. “La recopilación de información extranjera y los conocimientos técnicos únicos de la NSA pueden proporcionar información sobre los planes de los adversarios y su estrategia cibernética, mientras que las operaciones cibernéticas de amplio espectro del Cybercom pueden defender y desbaratar a los ciberactores maliciosos”, explican.
“El mayor éxito de los dos últimos ciclos electorales no fue sólo la defensa de nuestros procesos democráticos de la influencia e interferencia extranjera”, dijo Macías. “También es el enfoque organizativo en esta misión duradera, las asociaciones creadas y las personas que vienen a trabajar todos los días para defender las elecciones de nuestra nación de los adversarios extranjeros”.
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Por ejemplo, si el ESG ve un ciberataque que se está produciendo en el espacio extranjero, podría comunicar esa información a los organismos nacionales para mitigar el problema y utilizar sus autoridades cibernéticas ofensivas para interrumpir y degradar las operaciones de ese actor cibernético extranjero. La seguridad electoral fue considerada un componente de infraestructura crítica en 2017 por el DHS.
Injerencia extranjera y operaciones de influencia
El gobierno de Estados Unidos se defiende activamente contra la interferencia extranjera y las operaciones de influencia en las elecciones de Estados Unidos, específicamente, centrándose en cómo los adversarios buscan socavar los intereses y la prosperidad de Estados Unidos, la voluntad de votar de la población, así como su confianza en la seguridad de sus elecciones.
Según la Oficina del Director de Inteligencia Nacional, Rusia, China, Irán y otros actores extranjeros malintencionados pueden tratar de interferir en los procesos de votación de Estados Unidos e influir en la percepción de los votantes. Esta actividad extranjera puede amenazar con socavar los principios fundamentales de la democracia estadounidense e influir en el sentimiento de la población de Estados Unidos.
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“En el complejo dominio del ciberespacio en el que operamos, tenemos que tener en cuenta tanto el panorama de amenazas de los adversarios como la escala de los avances tecnológicos”, dijo Macías. “Estos adversarios utilizan operaciones cibernéticas discretas para lograr sus objetivos estratégicos y operan por debajo del umbral del conflicto armado. Nuestro trabajo es desbaratarlas”.
Otro componente clave de la defensa electoral es la colaboración, no sólo con socios interinstitucionales como el DHS y el FBI, sino también con el sector privado y los aliados y socios de Estados Unidos. Aprovechando los éxitos del pasado, el ESG ha aumentado su compromiso con la industria para compartir las amenazas y las posibles vulnerabilidades.
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“El éxito de la defensa contra las amenazas electorales requiere relaciones sólidas que incluyan intercambios de información e inteligencia entre los sectores público y privado”, dijo Horrigan. “No podemos limitarnos a observar a nuestros adversarios: tenemos que hacer algo al respecto, ya sea compartir información oportuna o tomar medidas contra ese actor. Nuestra nación espera eso de nosotros”.
