Estados Unidos observa con preocupación “el continuo afán” del Gobierno de Hungría por estrechar sus lazos con Rusia.
El Departamento de Estado ha anunciado sanciones contra tres altos cargos del Banco Internacional de Inversiones (IIB), una entidad controlada por Moscú y que tiene su sede en Budapest desde que el presidente Víktor Orbán diera el visto bueno en 2019.
El Secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, ha justificado la sanción explicando que el IIB mantiene “conexiones con la ilegítima e injustificada invasión de Ucrania por la Federación Rusa”. En el pasado, esta banca estuvo ligada al KGB.
Uno de los informes de Inteligencia filtrados esta semana escrito supuestamente por analistas de la CIA señalaba que el Gobierno de Orbán, pese a su pertenencia a la OTAN y a la UE, considera a EEUU “uno de sus principales adversarios geopolíticos” mientras la Administración Biden esté al frente del país.
