La Cooperación Estructurada Permanente (PESCO) representa un hito en la integración de la defensa europea. Elena Bueso explica su origen, objetivos y su relevancia en la búsqueda de una mayor soberanía y autonomía estratégica para la Unión Europea.
En el contexto actual de creciente inestabilidad global, la Unión Europea se enfrenta a desafíos cada vez mayores para proteger su seguridad y soberanía.
Si bien la cooperación en defensa ha sido una parte esencial de la integración europea, la necesidad de una mayor autonomía estratégica y capacidad operativa ha impulsado la creación de la Cooperación Estructurada Permanente (PESCO). Lanzada oficialmente en 2017, PESCO es una iniciativa de la UE destinada a mejorar la cooperación en defensa entre sus países miembros. Les permite desarrollar capacidades militares conjuntas, mejorar la interoperabilidad y reducir la dependencia de actores externos, como la OTAN.
➡️ Te puede interesar: Europa ante la guerra de Ucrania: retos y oportunidades para la defensa europea
El panorama geopolítico ha cambiado sustancialmente en los últimos años. El auge de nuevas potencias como China, el cambio en las dinámicas de poder con Estados Unidos y el desafío inmediato que supone Rusia (especialmente con la invasión de Ucrania) han transformado el contexto geopolítico. Ante esta situación, la necesidad de una respuesta militar unificada y autónoma por parte de Europa se ha vuelto cada vez más evidente. PESCO se ha convertido en una de las principales herramientas de la UE para enfrentar estos retos.
Origen y fundamentos de PESCO
PESCO tiene su origen en los artículos 42(6) y 46 del Tratado de la Unión Europea. Estos permiten a un grupo de países de la UE avanzar en áreas específicas de cooperación en defensa, incluso si otros países no participan. Esto refleja un cambio en el paradigma tradicional de seguridad europea. Hasta ese momento, la integración en defensa había sido limitada, ya que los Estados miembros mantenían un control significativo sobre sus fuerzas armadas.
PESCO, al contrario, ofrece un mecanismo formalizado para que los países de la UE colaboren en el desarrollo de capacidades militares y operativas.
La iniciativa fue lanzada oficialmente el 11 de diciembre de 2017, con la participación inicial de 25 Estados miembros. Cabe destacar que el Reino Unido no formaba parte, debido a su salida de la UE. PESCO tiene como objetivo consolidar la defensa de Europa de una manera que permita a la UE actuar de forma colectiva y aumentar su autonomía.
➡️ Te puede interesar: El mapa de la Unión Europea
Esto implica reducir la dependencia de actores externos en la toma de decisiones estratégicas y operativas. En este sentido, PESCO busca complementar la cooperación existente con la OTAN (sin sustituirla) y optimizar los esfuerzos de defensa a nivel europeo, aprovechando las capacidades compartidas.
Objetivos Principales de PESCO
El objetivo central de PESCO es el desarrollo conjunto de capacidades militares y la mejora de la interoperabilidad entre los Estados miembros.
A través de esta colaboración, la UE pretende garantizar una mayor capacidad para responder a emergencias y operaciones militares, tanto dentro como fuera de sus fronteras. El objetivo es no depender completamente de actores ajenos a la Unión. En términos prácticos, esto se traduce en la creación de proyectos conjuntos que permitan optimizar recursos, estandarizar equipos y aumentar la capacidad operativa de las fuerzas armadas europeas.
Uno de los pilares fundamentales de PESCO es la integración operativa. Esto implica que las fuerzas armadas de los países miembros puedan operar de forma conjunta, compartiendo información, recursos y capacidades. Esta interoperabilidad es crucial, ya que permite a la UE reaccionar de manera más eficaz ante amenazas en situaciones de crisis, como misiones de evacuación o intervenciones militares. Sin una adecuada interoperabilidad, las acciones coordinadas entre los países miembros de la UE podrían ser más lentas y menos efectivas.
Además, PESCO busca fortalecer la autonomía estratégica de la UE. En este contexto, autonomía significa que la Unión pueda tomar decisiones en materia de defensa sin depender completamente de potencias externas. Esto cobra especial relevancia en un mundo donde las decisiones de actores como Estados Unidos pueden estar motivadas por intereses ajenos a los de Europa. Con PESCO, la UE aspira a reducir esa dependencia, tanto en términos de capacidades como de toma de decisiones.
Desarrollo de capacidades y proyectos de PESCO
Desde su creación, PESCO ha impulsado una serie de iniciativas y proyectos que han transformado la cooperación en defensa entre los Estados miembros. Algunos de estos proyectos están enfocados en áreas clave como la ciberseguridad, la movilidad militar, la vigilancia marítima y la protección de infraestructuras críticas. A través de estos proyectos, la UE está desarrollando capacidades compartidas. Estas permiten a los países miembros responder de manera más eficiente a las amenazas externas e internas.
➡️ Te puede interesar: ¿Qué pasará con la guerra de Ucrania en 2025?
Por ejemplo, uno de los proyectos más destacados es el Sistema Europeo de Drones de Media Altitud y Largo Alcance (MALE). Su objetivo es mejorar las capacidades de vigilancia y reconocimiento de la UE mediante el uso de drones.
Estos vehículos aéreos no tripulados son esenciales para las operaciones de defensa moderna, ya que permiten recolectar información en tiempo real sin arriesgar vidas humanas. El desarrollo de este sistema dentro de PESCO refuerza la capacidad de la UE para mantener la seguridad en su territorio, así como en las misiones fuera de sus fronteras.
Otro proyecto relevante es la Red de Vigilancia Marítima (MARSUR), que permite la cooperación entre los países de la UE en el monitoreo y vigilancia del espacio marítimo. La protección de las rutas marítimas y la lucha contra la piratería y el tráfico ilegal son prioridades estratégicas para la Unión. Esto cobra especial importancia, dada la relevancia de estas rutas para el comercio internacional y la seguridad de sus fronteras.
MARSUR busca mejorar la interoperabilidad entre las distintas agencias de seguridad marítima y optimizar la coordinación en operaciones conjuntas.
La dimensión cibernética y la soberanía de PESCO
Una de las áreas en las que PESCO ha tenido un impacto significativo es la ciberseguridad. Esta se ha convertido en una de las amenazas más graves para la seguridad nacional y europea. La creación de un Centro de Excelencia en Ciberseguridad bajo la égida de PESCO (Cyber and Information Domain Coordination Center, CIDCC) tiene como objetivo mejorar las capacidades de defensa cibernética de los Estados miembros.
Este centro se encarga de proporcionar formación, organizar ejercicios conjuntos y ofrecer una plataforma para el intercambio de información y mejores prácticas en defensa cibernética. En un mundo cada vez más digitalizado, garantizar que las infraestructuras críticas y las capacidades militares sean seguras frente a ciberataques es una prioridad central de PESCO.
Además, la dimensión cibernética también está relacionada con el fortalecimiento de la soberanía digital de Europa. En un contexto global donde la dependencia de tecnologías extranjeras puede poner en peligro la autonomía operativa, PESCO busca fomentar el desarrollo de soluciones tecnológicas europeas para la defensa. El objetivo es minimizar la dependencia de proveedores externos que podrían comprometer la seguridad de la UE.
Impacto de PESCO en la Soberanía Europea
PESCO tiene un impacto directo sobre la soberanía de la Unión Europea, ya que promueve una mayor independencia en la toma de decisiones y en la capacidad de acción en defensa. Al fomentar la colaboración y el desarrollo conjunto de capacidades, PESCO contribuye a reducir la fragmentación de los esfuerzos de defensa. Esto permite optimizar recursos y garantizar una respuesta más ágil y eficaz ante las amenazas.
A largo plazo, la colaboración estructurada en defensa también impulsa la creación de una industria más fuerte y autónoma. Gracias a ello, Europa puede actuar de forma más independiente en materia de seguridad.
➡️ Te puede interesar: ¿Debe la Unión Europea crear su propio Ejército? El debate en torno a la Estrategia Industrial de Defensa en Europa
Asimismo, PESCO tiene una clara implicación política. Refuerza el papel de la UE como actor estratégico global, capaz de actuar con mayor autonomía en el ámbito de la defensa y la seguridad internacional. Al reducir la dependencia de aliados externos, como Estados Unidos, la UE se posiciona como un actor más autónomo en la resolución de conflictos y la gestión de crisis globales.
Conclusión
La Cooperación Estructurada Permanente ha representado un paso crucial en la evolución de la defensa europea. Al facilitar la cooperación en el desarrollo de capacidades militares, mejorar la interoperabilidad y fortalecer la autonomía estratégica de la UE, PESCO está configurando un futuro más sólido en defensa.
➡️ Te puede interesar: Masterclass | Innovación y tecnología al servicio de la Defensa
Europa podrá actuar de forma más eficiente y soberana en cuestiones estratégicas. En un mundo cada vez más interconectado y lleno de amenazas complejas, PESCO se consolida como un pilar fundamental para garantizar la seguridad, la estabilidad y la soberanía de la Unión Europea en el siglo XXI.
➡️ Si quieres adquirir conocimientos sobre Geopolítica y análisis internacional, te recomendamos los siguientes cursos formativos: