Las claves para entender las implicaciones de los documentos filtrados del Pentágono desde un punto de vista geopolítico y para la comunidad de Inteligencia estadounidense.
El pasado 6 de abril salía a luz la filtración de varios documentos clasificados del Pentágono en materia de seguridad nacional e internacional. El sello «Top Secret» de los archivos ocultaba importante información geopolítica, incluidas operaciones en la guerra de Ucrania y espionajes a países aliados. Dicha filtración ha incomodado a los gobiernos de varios países que han tensado su relación con Estados Unidos, pese a que muchos han negado la veracidad de estos archivos. Esta filtración de documentos clasificados es la más relevante en el panorama mundial desde Wikileaks en 2010, que reveló los secretos de la política exterior de Estados Unidos.
Quién es Jack Douglas: supuesto autor de la filtración de documentos de Inteligencia del Pentágono
Solo 7 días después de que se hicieran públicos los archivos secretos, el FBI ha arrestado al presunto autor de la filtración masiva: Jack Douglas Teixeira, un joven de 21 años que trabajaba en la 102ª Ala de Inteligencia de la Guardia Nacional de la Fuerza Aérea de Massachusetts. Las autoridades detuvieron el pasado jueves a Teixeira en North Dighton (Massachusetts), su ciudad natal, y ahora se encuentra en disposición de las autoridades a la espera del juicio en el que se le acusará según la Ley de Espionaje. Con esa temprana edad -se graduó del instituto en 2020-, el militar ya había ascendido a Aerotécnico de Primera Clase.
Durante meses, Jack Teixeira envió documentos clasificados por un grupo de Discord, un servicio de mensajería instantánea muy popular entre gamers. Y eso era exactamente este grupo: un chat donde Teixeira y otros cientos de usuarios jugaban a videojuegos online, charlaban, rezaban, compartían memes, bromeaban y, también, se filtraban documentos del Pentágono.
Según la exclusiva del The Washington Post, OG, como se hacía llamar Jack Teixeira en Discord, contó en cierta ocasión que trabajaba en una base militar (aunque no quiso revelar cuál) y que, por tanto, conocía secretos de Estado. La curiosidad alimentó la mente de varios de sus colegas y el presunto responsable reprodujo el contenido de varios documentos, incluso reconociendo que eran de tipo “NOFORN”, es decir, una información tan sensible que no debía compartirse con naciones extranjeras.
Entre partidas de Minecraft y memes, OG explicaba a sus colegas de Discord asuntos de geopolítica y rozaba teorías conspiranoicas. Pero transcribir cientos de páginas de esos archivos clasificados comenzaba a cansarle y muchos de los usuarios dudaban de la veracidad de sus relatos, por lo que el joven militar accedió a las instalaciones con su teléfono móvil (que estaba prohibido utilizar allí dentro) y fotografió los documentos.
Cientos de adolescentes crearon este grupo de Discord durante la cuarentena del coronavirus para refugiarse de la realidad y el joven militar encontró en ese chat una “familia”, como él mismo expresaría. Fanático de las armas, religioso y patriota, Jack Teixeira se sirvió de este grupo para erigirse como el “líder” embriagado en un sentimiento de mesianismo.
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¿Qué medidas ha tomado el Pentágono tras la filtración de los documentos de Inteligencia?
El mismo día de la detención de Jack Teixeira, el Pentágono ha informado de que está limitando el acceso a estos documentos confidenciales. La Casa Blanca ha recordado que esta información es secreta a pesar de su difusión en las redes sociales y su publicación en los medios de comunicación. Además, Washington ha expresado su temor a que las informaciones filtradas supongan un riesgo nacional y una amenaza para los Estados Unidos, como ya ha ocurrido en el pasado.
Estados Unidos ya carga con una indeseada tradición de filtraciones, como la ya mencionada Wikileaks. La organización de Julian Assange, que cumple ya cuatro años en prisión, filtró cientos de miles de documentos sobre las operaciones militares de Estados Unidos en Afganistán e Irak; los abusos de Guantánamo; el espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA) a tres presidentes de Francia: Jacques Chirac, Nicolas Sarkozy y François Hollande; o conversaciones privadas de altos cargos, como las acusaciones de Hillary Clinton a Catar y Arabia Saudí de apoyar a ISIS.
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La otra filtración que ha sufrido Washington y que transformó Internet fue el caso Snowden. Edward Snowden era trabajador de la NSA y filtró cientos de documentos clasificados para revelar que el Gobierno había desarrollado un sistema global de vigilancia masiva, en el que encajaba tanto el espionaje a países aliados como a sus propios ciudadanos. Los estadounidenses se enfrentaron a la realidad: estaban siendo espiados constantemente por su propio Gobierno.
A las reivindicaciones sociales se sumaron las grandes empresas del sector tecnológico, que introdujeron cambios reales para proteger la privacidad de las comunicaciones. Compañías como Google, Apple, Microsoft o Yahoo! desarrollaron nuevos y avanzados modelos de encriptación para evitar la vigilancia de la NSA.
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¿Qué dicen los documentos de Inteligencia filtrados?
En los documentos que supuestamente habría filtrado Jack Teixeira se ha podido leer información internacional muy variada, desde operaciones en la guerra de Ucrania hasta la relación de Estados Unidos con algunos países árabes. En el caso del conflicto entre Kiev y Moscú, algunos de los archivos indicaban la presencia de tropas de la OTAN en Ucrania.
Más de medio centenar de soldados con nacionalidad estadounidense, británica, francesa y letona estarían operando en el frente, aunque no se especifican las actividades. Reino Unido, Francia y Ucrania lo han negado. Además, se apunta que, si la guerra se prolongase demasiado, Moscú podría ganarla por desgaste de Kiev y falta de munición si se redujeran las ayudas internacionales al país. También se incluyen informes sobre en qué situaciones el presidente ruso Vladímir Putin podría hacer uso de armamento nuclear.
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Entre otras cosas, los archivos del Pentágono muestran la preocupación de Washington por la creciente influencia de Rusia y China en África y América Latina, por la supuesta negociación de Pekín para construir un puerto de aguas profundad en Nicaragua o la presunta contratación del grupo Wagner en Haití para combatir las bandas criminales.
Otra de las informaciones que ha llegado a la esfera pública es la confirmación del espionaje de Estados Unidos a sus aliados, como ya salió a la luz el espionaje a la excanciller alemana Angela Merkel durante. Con ayuda de la Inteligencia danesa, Estados Unidos habría aprovechado la colaboración de vigilancia que mantenía con los servicios de Inteligencia militares para espiar a políticos de la élite de Alemania, Francia, Suecia y Noruega. Así, Washington tuvo acceso a mensajes de texto, llamadas telefónicas y búsquedas de Internet.
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Además, la Inteligencia estadounidense habría enviado armas a Marruecos, habría averiguado que Egipto se planteó apoyar a Rusia en la guerra con la exportación de armas y que el Mossad, el servicio de Inteligencia de Israel, podría haber estado detrás de las protestas contra el primer ministro Benjamin Netanyahu por la reforma judicial, cosa que Jerusalén ha negado.
¿Qué puede implicar la filtración de los documentos de Inteligencia?
La filtración masiva de estos documentos secretos ha complicado las relaciones de muchos países con Estados Unidos. No obstante, en el caso de la guerra de Ucrania, resulta difícil determinar si este acontecimiento podría alterar el transcurso del conflicto. No era un secreto que la OTAN proporcionaba asesoramiento a las tropas ucranianas, aunque no se sabía (ni se sabe a ciencia cierta) hasta qué punto está la Alianza Atlántica implicada en la guerra.
De confirmarse que soldados de la OTAN están participando activamente en el frente, la guerra podría sucumbir a una enorme escalada. Las denuncias de Rusia sobre la presencia de soldados de la Alianza en la guerra serían ciertas y probablemente se crearía una polémica sobre si debería activarse o no el artículo 5, que implicaría que los 31 miembros estarían directamente implicados en la guerra. Si fuera cierto y sin una declaración oficial de por medio, podría gestarse una crisis interna dentro de la propia OTAN, pues se desconoce si esto se habría llevado en secreto o con la connivencia del resto de Estados miembro.
Por otra parte, los documentos también dañarían la “reputación antibelicista” de muchos países occidentales que han pedido a China que no envíe armas a Rusia para evitar la escalada de la guerra. Así lo hicieron la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, y el presidente francés, Emmanuel Macron, en su reunión con el presidente chino, Xi Jinping, el pasado 6 de abril. Pekín podría sentirse legitimado para enviar armamento a su socio Moscú, aunque eso afectaría a su intención de convertirse en el nuevo mediador mundial.
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Más allá de las consecuencias geopolíticas que pueda acarrear la difusión de estos archivos confidenciales, resulta interesante plantearnos que la amenaza de esta filtración para Estados Unidos reside no solo en el contenido, sino también en el continente. Es decir, los métodos empleados, cómo consigue la Inteligencia estadounidense la información es un factor clave para que los servicios de Inteligencia de otros países rivales puedan captar dónde está la válvula de escape de sus propias informaciones secretas.
Además, se podrían también identificar a agentes infiltrados o reforzar la encriptación de sus sistemas, como ya hicieron las grandes compañías tecnológicas tras el escándalo de Snowden. Este revés puede dañar la imagen de Washington como la superpotencia en el campo de Inteligencia y elevar la de Pekín, que desde la aprobación de su Ley de Inteligencia en 2017 ha intensificado la inversión en estos servicios.
La relativa facilidad con la que, supuestamente, Jack Teixeira habría filtrado los archivos (simplemente fotografiando los documentos con su teléfono móvil y compartiéndolas en Discord) puede abrir la puerta a un debate sobre nuevas medidas de protección nacional en materia de Inteligencia, ya que Internet y sus foros han simplificado enormemente la manera de filtrar informaciones.
