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¿Cómo prevenir y reducir el impacto de los desastres naturales?

Análisis

Daniel Barrios Cavero
Daniel Barrios Cavero
Graduado en Estudios de Asia y África, especializado en Mundo Árabe e Islámico, y Máster en Gobernanza y Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de Madrid. Interesado en el ámbito de la Geopolítica, Seguridad Internacional, Política Exterior, Diplomacia y Derechos Humanos, con especial énfasis en la región de Oriente Medio y Norte de África. Alumno del Máster Profesional de Analista Internacional y Geopolítico de LISA Institute.

La aceleración del cambio climático y la ineficacia de los sistemas de coordinación están motivando los esfuerzos de la comunidad internacional en las estrategias frente a los desastres naturales. El terremoto de Marruecos, las inundaciones en Libia o el seísmo de Turquía o Siria son algunos de los casos que ponen de relieve la necesidad de una cooperación efectiva para una reducción a corto, medio y largo plazo de las políticas nacionales e internacionales. En este análisis, el alumno del Máster Profesional de Analista Internacional y Geopolítico de LISA Institute, Daniel Barrios, explica la evolución histórica sobre la reducción de los desastres naturales así como los casos de Indonesia y Filipinas.

La evolución histórica sobre la reducción de los desastres naturales

Las Naciones Unidas designaron el período de 1990 a 1999 como el Decenio Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales (DIRDN). Durante este período, se estableció un marco global para la gestión y reducción de desastres, que introdujo conceptos clave como la amenaza, exposición y riesgo, destacando la necesidad de reducir el riesgo de desastre para lograr un desarrollo sostenible.

En 2005, se celebró la Conferencia Mundial sobre la Reducción de Desastres (WCDR) en Kobe, Japón, con el apoyo de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR) y el Gobierno de Japón. Esta conferencia resultó en el Marco de Acción de Hyogo (MAH), respaldado por 168 Estados Miembros, que fortaleció los esfuerzos nacionales y locales para reducir el riesgo de desastres y promovió la cooperación internacional.

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En 2015, se adoptó el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres durante la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Reducción del Riesgo de Desastres. Este marco, que abarca de 2015 a 2030, sucede al MAH y guía los esfuerzos a nivel local, nacional, regional e internacional. Está estructurado de manera similar al MAH y establece prioridades clave para la acción, con cuatro prioridades de acción y siete objetivos globales.

El objetivo principal del Marco de Sendai es reducir sustancialmente el riesgo de desastres y las pérdidas en vidas, medios de subsistencia y bienes. También se menciona la importancia de la utilización de información espacial en la gestión de desastres, y se destaca el trabajo de la Plataforma de las Naciones Unidas para la gestión de desastres y la respuesta de emergencia mediante información obtenida desde el espacio (ONU-SPIDER). ONU-SPIDER promueve la utilización de información espacial en todas las fases del ciclo de gestión de desastres y colabora con redes regionales y asociados para ayudar a los países en este ámbito, contribuyendo a las prioridades del Marco de Sendai. También fomenta la utilización de datos espaciales en los indicadores para el seguimiento de los siete objetivos del marco.

La importancia del Marco Sendai en la gestión de los desastres naturales

El objetivo del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres es lograr una reducción sustancial del riesgo de desastres y de las pérdidas asociadas en vidas, medios de subsistencia, salud y bienes económicos, físicos, sociales, culturales y ambientales de las personas, empresas, comunidades y países hasta 2030.

Para ello, se ha establecido la siguiente meta:

Prevenir la aparición de nuevos riesgos de desastres y reducir los riesgos existentes mediante la implementación de medidas integradas e inclusivas en diversas áreas, como económica, estructural, jurídica, social, sanitaria, cultural, educativa, ambiental, tecnológica, política e institucional. Estas medidas deben reducir la exposición a las amenazas, la vulnerabilidad a los desastres, aumentar la preparación para la respuesta y la recuperación, y fortalecer la resiliencia.

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Para lograr este objetivo, es fundamental mejorar la capacidad de aplicación en los países en desarrollo, especialmente en aquellos que son más vulnerables, como los pequeños Estados insulares en desarrollo, países en desarrollo sin litoral y países africanos. Esto incluye la movilización de apoyo a través de la cooperación internacional para proporcionar los recursos necesarios de acuerdo con las prioridades nacionales.

Además, se han acordado siete metas mundiales que se medirán a nivel global para evaluar el progreso en la consecución de este objetivo. Estas metas incluyen reducir la mortalidad causada por desastres, disminuir el número de personas afectadas, reducir las pérdidas económicas directas, proteger las infraestructuras críticas, incrementar el número de países con estrategias de reducción de riesgo de desastres, mejorar la cooperación internacional para países en desarrollo y aumentar la disponibilidad de sistemas de alerta temprana para amenazas múltiples y la información sobre riesgo de desastres para las personas.

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El Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres se basa en una serie de principios rectores que guían su aplicación. Estos principios son los siguientes:

Responsabilidad primordial. Cada Estado tiene la responsabilidad principal de prevenir y reducir el riesgo de desastres. Esto incluye la cooperación internacional, regional, subregional, transfronteriza y bilateral, reconociendo que la reducción del riesgo de desastres es un problema compartido por todos los Estados.

Responsabilidad compartida. La reducción del riesgo de desastres implica la responsabilidad compartida entre los gobiernos centrales, las autoridades locales, los sectores y otros actores nacionales relevantes, de acuerdo con sus circunstancias y sistemas de gobernanza.

Enfoque en la protección de las personas. La gestión del riesgo de desastres está orientada a proteger a las personas, sus bienes, salud, medios de vida, bienes de producción y activos culturales y ambientales. Se promueve la aplicación de todos los derechos humanos, incluido el derecho al desarrollo.

Participación inclusiva. La reducción del riesgo de desastres requiere la participación y colaboración de toda la sociedad, con un enfoque en la inclusión, accesibilidad y no discriminación. Se presta especial atención a las personas más afectadas, incluyendo a las más pobres, y se integran perspectivas de género, edad, discapacidad y cultura.

Coordinación y colaboración. La coordinación entre todos los sectores y niveles, así como la colaboración con actores pertinentes, tanto públicos como privados, incluyendo empresas y el sector académico, son fundamentales para la gestión del riesgo de desastres.

Empoderamiento local. Se reconoce la importancia de empoderar a las autoridades y comunidades locales para reducir el riesgo de desastres, otorgándoles recursos, incentivos y responsabilidades en la toma de decisiones según corresponda.

Enfoque basado en múltiples amenazas. La gestión del riesgo de desastres se basa en un enfoque que considera múltiples amenazas y toma decisiones inclusivas basadas en la determinación de los riesgos, compartiendo datos desglosados, incluyendo información por género, edad y discapacidad, y se utiliza información científica y conocimientos tradicionales.

Coherencia con el desarrollo sostenible. Se busca la coherencia entre las agendas para el desarrollo sostenible, la seguridad alimentaria, la salud, el cambio climático, la gestión ambiental y la reducción del riesgo de desastres, reconociendo que la reducción del riesgo es esencial para el desarrollo sostenible.

Comprender riesgos locales. Se reconoce que los riesgos de desastres tienen características locales y específicas que deben entenderse para determinar las medidas de reducción del riesgo.

Enfoque en la prevención: Se promueve la inversión en la prevención basada en información sobre riesgos, ya que es más rentable que depender principalmente de la respuesta y recuperación después de los desastres, y contribuye al desarrollo sostenible.

«Reconstruir mejor». Después de los desastres, se enfatiza la importancia de reconstruir mejor y aumentar la educación y conciencia pública sobre el riesgo de desastres.

Cooperación Internacional. Se destaca la necesidad de una alianza mundial eficaz y una mayor cooperación internacional, incluyendo el cumplimiento de los compromisos de asistencia oficial para el desarrollo por parte de los países desarrollados.

Apoyo a países en desarrollo. Los países en desarrollo, especialmente los más vulnerables, necesitan apoyo suficiente, sostenible y oportuno, que incluye financiamiento, transferencia de tecnología y capacidad, de acuerdo con sus necesidades y prioridades definidas por ellos mismos.

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Asimismo, el Marco de Sendai establece cuatro prioridades de acción para los Estados y otros actores relevantes:

  1. Comprender el riesgo de desastres. La primera prioridad implica adquirir un conocimiento profundo de los riesgos de desastres en todos los niveles, desde lo local hasta lo mundial.
  2. Fortalecer la gobernanza del riesgo de desastres. La segunda prioridad se centra en mejorar la gestión y gobernanza del riesgo de desastres para una mejor toma de decisiones y respuesta efectiva.
  3. Invertir en la reducción del riesgo de desastres para la resiliencia. La tercera prioridad consiste en invertir en medidas que reduzcan los riesgos de desastres, fortalezcan la resiliencia y prevengan daños y pérdidas futuras.
  4. Aumentar la preparación y «reconstruir mejor». La cuarta prioridad se refiere a mejorar la preparación para casos de desastre, incluyendo una respuesta eficaz y la reconstrucción después de los desastres, con un enfoque en «reconstruir mejor» para evitar la repetición de desastres similares.

En la implementación de estas prioridades, se deben considerar las actividades clave específicas relacionadas con cada una de ellas. Además, se destaca la importancia de la cooperación internacional, un entorno internacional favorable y recursos para fortalecer el conocimiento, las capacidades y la motivación en la reducción del riesgo de desastres, especialmente en los países en desarrollo, en un contexto de creciente interdependencia global.

Respuestas ante los desastres naturales: el caso de Indonesia y Filipinas

La respuesta se refiere a las acciones tomadas directamente antes, durante o inmediatamente después de un desastre con el fin de salvar vidas, reducir los impactos en la salud, garantizar la seguridad pública y satisfacer las necesidades básicas de subsistencia de las personas afectadas.

La respuesta a desastres se centra principalmente en las necesidades inmediatas y a corto plazo y a veces se denomina ayuda humanitaria en caso de desastres. Una respuesta efectiva, eficiente y oportuna depende de medidas de preparación informadas sobre el riesgo de desastres, lo que incluye el desarrollo de capacidades de respuesta en individuos, comunidades, organizaciones, países y la comunidad internacional.

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Los planes de preparación y respuesta en caso de emergencia bien concebidos no solo salvan vidas y propiedades, sino que también contribuyen a la resiliencia y la recuperación posterior al desastre al reducir el impacto de un desastre. Los esfuerzos de preparación, los sistemas de alerta temprana y los sistemas de comunicación ayudarán a garantizar que las ciudades, las comunidades y las personas amenazadas por peligros naturales u otros puedan actuar a tiempo y de manera apropiada para reducir lesiones, pérdida de vidas y daños a propiedades y entornos frágiles. La sostenibilidad se puede lograr si la comunidad misma y las autoridades locales comprenden la importancia y la necesidad de la preparación y respuesta local ante emergencias.

Yakarta en Indonesia: integración de un Sistema de Alerta Temprana de Inundaciones

Yakarta es una ciudad costera altamente expuesta a inundaciones. El 40% de la ciudad se encuentra por debajo del nivel del mar y el área de la autoridad provincial incluye 110 islas. Los peligros meteorológicos han causado daños en áreas costeras y zonas residenciales cercanas a las orillas de los ríos. La mejora del sistema de alerta temprana de inundaciones para Yakarta ha sido un proceso multinstitucional, que involucra a una amplia gama de autoridades locales y socios.

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Al gestionar los intereses y roles de todos y mejorar la coordinación, el sistema de alerta temprana ha mejorado por completo. Las mejoras técnicas significan que ahora se pueden emitir advertencias de inundaciones con mayor antelación. Pero lo más importante es que se ha desarrollado y simplificado la capacidad de preparación. Se han establecido y probado centros de coordinación clave y procedimientos operativos estándar con ejercicios exhaustivos, de modo que las instituciones y comunidades están ahora más preparadas para actuar ante las advertencias.

Makati en Filipinas: Centro de Operaciones de Emergencias

Ubicada en el corazón de la Región de la Capital Nacional de Filipinas, Makati City alberga el dinámico distrito de negocios central, que alberga las principales corporaciones del país y la convierte en la capital financiera de Filipinas. El crecimiento social y económico dinámico de la ciudad requirió mejoras significativas en sus servicios para garantizar la seguridad y la protección de sus habitantes y, en 2006, el entonces alcalde y posterior vicepresidente, Jejomar Binay, estableció el Makati Command, Control and Communication (Makati C3) para servir como el Centro de Operaciones de Emergencia de la ciudad.

Se encargó de monitorear, coordinar e integrar servicios y recursos durante desastres y emergencias. Makati C3 mejoró la capacidad operativa y los estándares de su personal al relacionarse con organizaciones internacionales como ASEAN, INSARAG y UNDAC. También se establecieron vínculos sólidos con organizaciones nacionales, regionales, locales y no gubernamentales, así como con el sector privado y empresarial.

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