Israel ha admitido ser responsable de los ataques que mataron a siete trabajadores de la ONG World Central Kitchen, con sede en Washington y fundada por el chef español José Andrés.
Hasta el momento se sabe que un dron israelí llegó a disparar tres veces contra el convoy de WCK. Un primer misil alcanzó al auto que lideraba el convoy. Los supervivientes corrieron a refugiarse al siguiente vehículo, también atacado por otro misil segundos después. Un tercero se acercó a socorrerlos y recibió otro impacto.
Los siete trabajadores viajaban en dos coches «blindados e identificados con el logo de WCK», que fueron alcanzados, pese a haber coordinado sus movimientos con el ejército israelí, según denuncia la ONG en un comunicado. Los trabajadores salían de un almacén en Deir al Balah, en el centro de Gaza, donde el equipo había descargado más de 100 toneladas de ayuda alimentaria humanitaria que había llegado en barco, según ha informado la ONG World Central Kitchen. Un barco de Open Arms zarpó el pasado 12 de marzo desde una ciudad chipriota con el objetivo de abrir una ruta marítima de ayuda humanitaria entre Chipre y Gaza. La misión, financiada en su mayor parte por los Emiratos Árabes Unidos, fue organizada por la ONG World Central Kitchen (WCK).
«Esto no es un ataque contra WCK, es un ataque contra las organizaciones humanitarias que aparecen en las situaciones más duras en las que el alimento es usado como arma de guerra. Es imperdonable», ha afirmado en la nota de prensa la responsable de la ONG, Erin Gore, que añade que el ejército israelí va a llevar a cabo un «examen en profundidad al máximo nivel» sobre el incidente.
Entre los 7 fallecidos hay tres exsoldados británicos, un palestino de 25 años, una australiana de 43, un polaco de 35 y un ciudadano de doble nacionalidad de Estados Unidos y Canadá, de 33 años.
La ONG ha decidido suspender sus operaciones en la región. Asimismo, Emiratos Árabes Unidos han decidido detener los esfuerzos de ayuda humanitaria a través del corredor marítimo desde Chipre a Gaza en espera de mayores garantías de seguridad por parte de Israel y una investigación completa sobre las muertes de los trabajadores humanitarios en Gaza, dijo un funcionario de los Emiratos Árabes Unidos a la agencia de noticias con sede en el Reino Unido Reuters.
Israel admite haber matado a los trabajadores de la ONG WCK
Israel ha admitido que uno de sus bombardeos contra la Franja fue el responsable de las muertes de los trabajadores de WCK. «Desafortunadamente, el último día hubo un caso trágico en el que nuestras fuerzas atacaron involuntariamente a personas inocentes en la Franja de Gaza», dijo Netanyahu. «Sucede en la guerra, lo estamos examinando a fondo, estamos en contacto con los gobiernos y haremos todo lo posible para que esto no vuelva a suceder», ha afirmado el primer ministro de Israel.
Al día siguiente, el Jefe del Estado Mayor de Israel, el teniente general Herzi Halevi, ha afirmado en un vídeo publicado en la cuenta de X (anteriormente Twitter) de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI): «Quiero ser muy claro: el alcance no se llevó a cabo con la intención de herir a los trabajadores de WCK. Fue un error que siguió a una identificación errónea; de noche durante una guerra, en condiciones muy complejas. No debería haber sucedido». Halevi indicó que ya se ha creado un «centro de mando» para mejorar la manera en que se coordina el reparto de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza, horas después de que el ministro de Defensa, Yoav Gallant, lo ordenara, y se comprometió a hacer mayores esfuerzos por proteger a los trabajadores humanitarios.
El Ejército de Israel ha encargado una investigación independiente al Mecanismo de Investigación y Evaluación de Hechos (FFAM), un cuerpo liderado por un mayor general, encargado de ofrecer la mayor información posible para decidir si se abre una investigación criminal sobre incidentes en combate.
Indignación internacional ante la muerte de trabajadores de una ONG por un bombardeo de Israel
Casi 200 empleados humanitarios han muerto en la Franja de Gaza desde que comenzó la guerra. Lo que demuestra que el ataque al convoy de WCK «no es un incidente aislado», denunció el coordinador humanitario de la ONU para los Territorios Palestinos Ocupados, Jamie McGoldrick.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó en un comunicado: «Israel no ha hecho lo suficiente para proteger a los trabajadores humanitarios que intentan entregar la ayuda que los civiles necesitan desesperadamente. Incidentes como el de ayer simplemente no deberían ocurrir. Israel tampoco ha hecho lo suficiente para proteger a los civiles».
El secretario de Asuntos Exteriores británico, David Cameron, calificó las muertes de los trabajadores como «completamente inaceptables» en una publicación en la red social X (anteriormente Twitter) y agregó: «Israel debe explicar urgentemente cómo sucedió esto y hacer cambios importantes para garantizar la seguridad de los trabajadores humanitarios».
Por su parte, la relatora especial de la ONU para Palestina, Francesca Albanese, ha asegurado que el Ejército de Israel ha matado «intencionadamente» a los siete cooperantes de la ONG World Central Kitchen (WCK) en la Franja de Gaza para provocar que las organizaciones humanitarias se retiren y los palestinos sigan pasando hambre. Mientras que el portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, ha asegurado que «no hay pruebas» de que el ataque llevado a cabo por Israel haya sido «deliberado».
Artículo escrito por:
Laura Ruiz Sancho. Periodista. Apasionada de la geopolítica y siempre con un ojo puesto en la actualidad internacional. Experta profesional en terrorismo yihadista por la UNED y Máster en Verificación Digital y Periodismo de datos (CEU).
