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¿Funcionan los corredores humanitarios?

Análisis

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Contenido creado por el Equipo de Redacción de LISA News con el apoyo del equipo docente de LISA Institute.

Rusia ha confirmado la apertura de un corredor humanitario desde Mariúpol para este viernes. Te explicamos qué son, cómo funcionan y hasta qué punto son efectivos los corredores humanitarios en una situación de conflicto armado.

Rusia ha aceptado abrir un corredor humanitario este viernes desde la ciudad ucraniana de Mariupol hasta Zaporiyia cumpliendo así con las peticiones de los gobiernos de Francia y Alemania, según informó la viceprimera ministra ucraniana, Iryna Vereshchuk. «Esta noche recibimos un mensaje del Comité Internacional de la Cruz Roja sobre la confirmación de Rusia de su disposición a abrir un corredor humanitario desde Mariúpol con tránsito a través de Berdiansk», declaró en su canal de Telegram.

Previamente, el Ministerio de Defensa ruso anunciaba un alto el fuego en la misma ciudad a partir de este jueves por la mañana para permitir la evacuación de los civiles. «A petición personal del presidente de Francia (Emmanuel Macron) y del canciller de Alemania (Olaf Scholz) al presidente de Rusia, Vladimir Putin, a partir de las 10:00 horas del 1 de abril, las Fuerzas Armadas rusas reabrirán un corredor humanitario desde Mariúpol hasta Zaporiyia», ha explicado el jefe del Centro de Control de la Defensa Nacional rusa, el coronel Mijail Mizintsev.

Mizintsev ha añadido que en la ruta del corredor humanitario se establecerá un punto intermedio en la ciudad portuaria de Berdiansk, a unos 70 kilómetros de Mariúpol y a casi 170 de Zaporiyia. El alto mando militar ha hecho un llamamiento a la participación tanto del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) como del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) para que el resultado de esta operación humanitaria sea «exitoso», según la agencia rusa de noticias TASS. Por su parte, desde el Comité Internacional de la Cruz Roja (CIRC) han comunicado que sus equipos a la zona para suministrar ayuda y facilitar el paso seguro de civiles desde Mariupol.

Según viceprimera ministra ucraniana, ayer 1.458 personas llegaron a Zaporiyia en tres corredores humanitarios acordados en su propio transporte. De ellas, 631 residentes de Mariúpol y 827 de las ciudades de la región de Zaporiyia. El alcalde de Mariúpol dijo esta semana que hasta 170.000 residentes estaban atrapados en Mariúpol sin electricidad y con suministros cada vez más escasos. Los anteriores intentos de abrir un corredor humanitario en la ciudad fracasaron.

Qué son los corredores humanitarios y cómo funcionan

Según la ONU los corredores humanitarios son una de las formas de lograr un cese temporal de los conflictos armados. Consisten en zonas desmilitarizadas militabas en el tiempo y el espacio que deben ser acordadas por las partes en conflicto. Así, los corredores humanitarios tienen como objetivo proveer de alimentos y bienes básicos a las zonas cercadas y, en el caso también de Ucrania, para evacuar a civiles. Estos corredores son necesarios cuando en el contexto de un conflicto armados hay ciudades sitiadas y la población carece de los suministros básicos (agua, alimentos o electricidad).

Los corredores humanitarios son acordados por los gobiernos o autoridades que forman parte del conflicto y en ellos pueden participar intermediarios considerados neutrales como las Naciones Unidas o el comité internacional de la Cruz Roja como posibles negociadores. Normalmente se establece una ruta concreta para que pueda accederse al lugar de destino de forma más ágil. Sin embargo, uno de los objetivos más difíciles de cumplir es que todo este proceso se haga de forma pacífica, respetado el orden y la seguridad del estado donde se pone en marcha el corredor humanitario; sin olvidar también que debe respetarse la imparcialidad en el conflicto.

El acuerdo de un corredor humanitario es, al fin y al cabo, una actividad logística a la que se le suma la complicación de que las partes se pongan de acuerdo y garanticen la seguridad de los civiles en el contexto de unas hostilidades en marcha. Así, se establece un periodo claramente definido (pueden ser incluso horas) y un espacio geográfico concreto (desde un puente a una carretera en un kilómetro definido) y es entonces cuando se transmiten las indicaciones claras de traslado de la población.

Hace más de 30 años, en 1990, las Naciones Unidas (ONU) recogieron en una resolución el concepto de «corredores de socorro» como un medio para facilitar “el suministro de la asistencia humanitaria apropiada a las víctimas de desastres naturales o situaciones de emergencia similares”. La ONU consideró entonces que como medida provisional, y en los casos en que sea necesario y de forma concertada entre los gobiernos afectados, se podría abrir un corredor humanitario para “la distribución de ayuda médica y alimentaria de emergencia”.

Aunque el término de corredor humanitario nació en el contexto de la guerra de Bosnia, el concepto existía desde las Convenciones de Ginebra de 1949, donde se incluían las zonas de seguridad en el derecho internacional humanitario, estableciendo zonas y localidades sanitarias o bien zonas neutralizadas. Ahí es donde se posicionaban los corredores humanitarios ya que se preveía la necesidad de protección de esta ayuda.  

Sin embargo, la realidad es que el uso de estos corredores humanitarios en los conflictos armados no siempre han funcionado ya que las partes implicadas suelen temer que el enemigo aproveche el alto el fuego para tomar ventajas militares, creando así una atmósfera de desconfianza mutua que muchas veces provoca que una de las partes rompa el acuerdo.

Según el portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja, Frederic Joli, si después de más de un mes de conflicto en Ucrania la evacuación civil continúa siendo tan complicada es porque los corredores humanitarios, según Joli, «nunca han funcionado realmente». «La idea tiene sentido, pero hace falta mucho valor para salir del lugar donde te escondes para llegar al corredor humanitario, que puede estar a 1, 3 o 10 kilómetros», añade.

Además la apertura de corredores humanitarios puede también ser utilizada de forma indebida por los combatientes para introducir armas y combustible de contrabando. También pueden ser usados por observadores neutrales, oenegés y periodistas para acceder a zonas donde podrían estar cometiéndose crímenes de guerra.

A día de hoy Kiev acusa a Moscú de atacar los corredores humanitarios en Ucrania. Según los expertos el miedo es «legítimo» ya que Rusia habría aprovechado en el pasado en Chechenia y Siria la apertura de corredores de evacuación solo para «cerrarlos sin previo aviso o para dejarlos (a los civiles) expuestos al fuego». Así, en ocasiones, la creación de corredores humanitarios se utiliza como parte de una estrategia militar «para asediar y conquistar zonas urbanas densamente pobladas».

Algunos de los corredores humanitarios que se han abierto a lo largo de la historia podrían ser los llamados «Kindertransporten» (1938.1939) a través de los cuales niños judíos en zonas controladas por los nazis eran evacuados hacia Reino Unido; durante el sitio de Sarajevo (1992-1995) y en la evacuación de la ciudad siria de Ghouta en 2018. Un ejemplo de corredor humanitario fallido podría ser el que la ONU trató de establecer en la guerra de Yemen.

Las demandas de CICR en relación a las cuestiones humanitarias en Ucrania

Peter Maurer, presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), ha finalizado esta semana una visita de dos días a Moscú, donde continuó dialogando sobre cuestiones humanitarias con las autoridades rusas. Como organismo humanitario neutral e imparcial, el CICR tiene el cometido de dialogar con todas las partes en un conflicto para promover el respeto del derecho internacional humanitario, o derecho de los conflictos armados, a fin de proteger la vida de las personas civiles y garantizar que la ayuda pueda llegar a quienes más la necesiten.

Las reuniones se centraron en el conflicto armado en Ucrania, pero también abordaron cuestiones humanitarias en Siria. Respecto de Ucrania, las conversaciones tuvieron como eje acuciantes cuestiones humanitarias, como las que se detallan a continuación:

Pasos seguros. Maurer subrayó que las partes deben facilitar los movimientos de las personas civiles para que puedan salir de las ciudades donde tienen lugar los enfrentamientos, así como la necesidad de que permitan el ingreso de ayuda humanitaria en esas ciudades. El CICR insta a las partes a acordar sobre el establecimiento de más pasos seguros y sobre los detalles específicos para ponerlos en práctica (por ejemplo, hora de inicio, duración, lugar) y permitir que las personas civiles huyan de los enfrentamientos.

Protección de las personas civiles y de la infraestructura de carácter civil. Preocupa al CICR el sufrimiento causado a las personas civiles cuando están expuestas a niveles de violencia devastadores. Donde sea que se encuentren, las personas civiles y las que ya no participen directamente en las hostilidades están protegidas por el derecho internacional humanitario. Todos los bienes y la infraestructura de carácter civil deben ser preservados de los ataques, en particular, los hospitales, las escuelas, los sistemas de abastecimiento de agua y la infraestructura eléctrica. Los principios de proporcionalidad, distinción y precaución deben respetarse y ponerse en práctica en las operaciones militares para limitar el sufrimiento de las personas civiles.

Prisioneros de guerra, internados civiles y desaparecidos. El derecho del CICR a visitar prisioneros de guerra e internados civiles es un aspecto esencial de las obligaciones de las partes de proteger a las personas civiles y a las que ya no participen en los enfrentamientos. La repatriación y el trato digno de las personas fallecidas de todas las partes en el conflicto armado son vitales, al igual que la necesidad de los familiares de saber qué les sucedió a sus seres queridos y dónde se encuentran. Todas las partes en el conflicto armado deben facilitar y, a la vez, beneficiarse de esta actividad humanitaria crucial.

Testimonios de Amnistía Internacional

Rita, médica de familia de 64 años en Kiev, explicó a Amnistía Internacional: “Kiev es una ciudad antigua, la gente anciana o con movilidad limitada no puede bajar de sus pisos al sótano. En nuestro bloque querían cortar la electricidad [por la noche] para no atraer las bombas. […] Dijimos que eso sería una condena a muerte para las personas mayores, porque no podrían usar el ascensor y quedarían atrapadas en sus pisos.

Sobko, de 70 años y residente en Kiev, dijo lo siguiente a Amnistía Internacional: “No queremos irnos, nuestros hijos han intentado convencernos muchas veces […] Aquí está nuestro hogar, ¿cómo vas a abandonar tu hogar para ir al extranjero? ¿Cómo es posible? […] Es nuestra tierra y no pensamos huir.”

Elena Kozachenko, de 38 años y residente en Chernígov, tiene cáncer de mama y se está sometiendo actualmente a quimioterapia. Así lo contaba: “Tengo cáncer y necesito la medicación. La última sesión de quimioterapia fue el 23 de febrero. La siguiente se supone que debería ser el 16 de abril. Necesito las revisiones, pero hay bombardeos constantes en el barrio donde está el hospital oncológico, es demasiado peligroso ir allí. Quiero irme porque, con mi diagnóstico, quedarse en Ucrania es un suicidio. “[Pero] es imposible salir. Tengo miedo de evacuar porque soy un objetivo.”

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