Desde que comenzó la invasión rusa en Ucrania, el 24 de febrero de 2022, la información que llegaba de un bando y de otro era contradictoria y resultaba difícil distinguir la realidad de la ficción. No obstante, el experto en estrategia y liderazgo, Mick Ryan, prevé que la Guerra de Ucrania gire en torno a una serie de variables que marcaran el curso de la invasión.
Necesidad de más municiones
La primera variable es el manejo de municiones y la capacidad de Occidente para aumentar la producción de defensa. La guerra en Ucrania ha desafiado los modelos logísticos, industriales y estratégicos de defensa posteriores a la Guerra Fría.
Las reducciones de las fuerzas y las consolidaciones de las compañías de defensa a raíz de la Guerra Fría hicieron que las organizaciones militares más pequeñas tuvieran menos equipos y municiones que en las décadas anteriores.
Las tasas de consumo en Ucrania de municiones de precisión y municiones de artillería han agotado casi por completo las existencias del ejército ucraniano, de Rusia y de muchos de sus socios. Para algunos, la solución es enseñar a los ucranianos a “luchar como estadounidenses” y usar menos municiones. Esta es una solución a corto plazo. Incluso con objetivos más precisos, Ucrania necesitará grandes cantidades de municiones en las próximas ofensivas para recuperar el territorio ocupado.
La única solución es ampliar la capacidad de producción de la industria de defensa occidental. Hasta ahora, solo Estados Unidos ha indicado que lo hará, y esto llevará al menos un año. Hasta entonces, la norma será un uso más eficaz de las reservas de municiones existentes. Afortunadamente, los rusos se enfrentan a problemas similares.
Despliegue de tropas
La siguiente variable clave es la capacidad de Ucrania y Rusia para movilizar, entrenar y desplegar sus tropas. Ucrania, como objetivo de la invasión de Rusia, movilizó sus fuerzas al principio de la guerra y ha estado constantemente entrenando fuerzas regulares y territoriales para operaciones defensivas y ofensivas. Según se informa, al movilizar alrededor de 700.000 soldados, Ucrania tiene una ventaja en número y motivación para sus soldados. Pero equiparlos con equipos estandarizados sigue siendo un desafío.
Los rusos, después de sufrir pérdidas masivas en el norte de Ucrania y el Donbas, finalmente emprendieron una “movilización parcial” a partir de septiembre del año pasado. Si bien inicialmente fue caótico, los rusos parecen haber simplificado la movilización de personal para luchar en Ucrania. La afluencia de decenas de miles de nuevas tropas rusas y la posible movilización de más en 2023 presenta un desafío para la estrategia ucraniana hacia 2023 y es una variable clave en la guerra.
¿Occidente dará un paso al frente?
Una tercera variable es la voluntad de Occidente de proporcionar capacidades ofensivas terrestres y aéreas más sofisticadas a Ucrania. Las naciones occidentales han adoptado un enfoque escalonado para proporcionar armas a Ucrania. Evitando la provisión de tanques, aviones de combate y misiles de ataque de largo alcance, Estados Unidos y Europa se han centrado en armas tácticas fáciles de usar.
Parte de la teoría para esto es garantizar que se brinde capacitación y logística para que los sistemas proporcionados a Ucrania sean compatibles a largo plazo. Se alcanzará un punto de inflexión en 2023 si Occidente se deshace de este miedo, y le da a Ucrania la capacidad ofensiva que necesita para recuperar todo su territorio.
La ‘neutralidad’ de China
Una variable interesante es la voluntad de China de permanecer “neutral” en esta guerra. Hasta el momento, China no parece haber brindado apoyo material a Rusia en esta guerra. Hay muchas razones posibles para la reticencia de China, incluido el comercio con EE.UU., pero esto ha beneficiado a Ucrania.
China todavía importa cantidades récord de carbón, GNL y petróleo ruso, lo que proporciona ingresos valiosos para el régimen de Vladimir Putin. Sin embargo, si el cálculo chino cambia (aunque sea poco probable), y decide que ayudar a Rusia, podría significar un cambio significativo en la fortuna rusa.
Liderazgo continuo
Una variable final es el liderazgo estratégico de los presidentes Zelenskyy, Putin y Biden, y su capacidad para sostener la voluntad de su pueblo. Fue la dirección de Putin la que lanzó esta guerra, y el liderazgo de Zelenskyy lo que unió a su nación para resistir las depredaciones rusas. El liderazgo de Joe Biden ha sido vital para fortalecer la determinación occidental y coordinar un flujo constante de ayuda militar, económica, de inteligencia y humanitaria a Ucrania.
En 2023, es probable que Biden y Zelenskyy estén bajo una mayor presión, desde Europa y algunos en el Congreso de los EE.UU., para explorar soluciones pacíficas a la guerra. Putin, por otro lado, está ganando tiempo, con la esperanza de que Occidente se canse gradualmente de la guerra en 2023 y disminuya su apoyo a Ucrania.
Este es un elemento crítico de la teoría de la victoria de Putin; por lo tanto, la capacidad de Biden y Zelenskyy para mantener unidos a Europa y Estados Unidos en su apoyo al esfuerzo de guerra de Ucrania será una variable clave en el próximo año.