La analista especializada en Diplomacia y alumna del Máster Profesional de Analista Internacional y Geopolítico de LISA Institute, Macarena Stampa, da las claves para entender qué hay detrás de la sección de interés que Irán quiere abrir a través de Turquía.
El pasado mes de septiembre de 2022, el gobierno de Albania tomó la insólita decisión de romper las relaciones diplomáticas con la República de Irán. Según denunció el ejecutivo albanés, Teherán estaba detrás de un ciberataque que incluyó, en julio del mismo año, el robo de datos y que afectó a algunos servicios gubernamentales.
Los sistemas de hardware y software TIMS atacados, fueron implementados en Albania en 2007 con la ayuda de Estados Unidos y el secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, declaró entonces que un ataque cibernético de esta magnitud podría desencadenar la cláusula de defensa colectiva de la OTAN.
El gobierno iraní negó las acusaciones que consideró “infundadas” al tiempo que condenó la decisión, tildándola de “poco meditada”. De igual modo, dados los comunicados que el gobierno estadounidense o el israelí hicieron tras la decisión del Consejo de Ministros albanés, Irán condenó la injerencia y el rol que jugaban terceros países en la misma. A finales de abril, Irán ha decidido abrir una sección de intereses en Albania a través de Turquía, parece que en un intento por lograr la desescalada diplomática o puede que incluso la restitución de las relaciones diplomáticas con Albania.
¿Qué es una sección de intereses? Las funciones de una sección de intereses son similares a la de cualquier misión diplomática de un Estado, de ahí su utilidad como alternativa útil. En general permite a Irán mantener servicios consulares y una representación política y de enlace para enterarse de los asuntos que le puedan afectar en Albania. El caso internacional más conocido es la Sección de Intereses de los Estados Unidos en la Embajada de Suiza en Cuba (y viceversa en la Embajada de Suiza en Washington D.C.) que funcionó hasta la reapertura de la Embajada estadounidense en La Habana en 2015.
¿Por qué a través de Turquía? Tradicionalmente, es muy común que un tercer Estado se encargue de las relaciones entre dos Estados que no mantienen relaciones diplomáticas. Esto se puede llevar a cabo haciendo de enlace entre ambos gobiernos, también en forma de intermediación o de buenos oficios, e incluso asumiendo la representación de alguna de las partes ante la otra.
¿Qué interés tiene Turquía en brindarle este apoyo a Irán? En la última década, Ankara se afana por consolidar su posición como potencia regional de equilibrio y asegurar su proyección exterior. Esta, empieza en Asia central, donde juega un importante papel como mediador en muchos de los conflictos congelados. Sigue hasta África, donde Turquía ha ido tejiendo una extensa red de relaciones económicas, políticas y militares. Y se proyecta en todo Oriente Medio, donde Irán sigue siendo una potencia regional importante que además ostenta una posición geoestratégica clave, además de compartir frontera con Turquía.
¿Qué interés tiene Irán en normalizar las relaciones con Albania? Desde que en 2021 fuera elegido como presidente de la República islámica de Irán Ebrahim Raisol-Sadati ha buscado activamente un cambio en la política exterior. Irán se encuentra en una situación económica muy frágil debido a las sanciones que pesan sobre el país.
Aunque fue la Administración de Donald Trump la que inició el régimen de sanciones tras romper el acuerdo nuclear (PIAC, por sus siglas en inglés) que había suscrito su antecesor, el pasado verano la Administración Biden aprobó un nuevo paquete contra seis compañías petroleras a las que se acusó de ayudar en la exportación de crudo iraní a países asiáticos (eludiendo las sanciones anteriores).
Esta delicada situación económica se ha convertido en un malestar social muy extendido y en el auge de protestas contra el régimen. Ante esta situación de aislacionismo impuesto que vivía Irán, el gobierno trata de recuperar cierta posición internacional. El mayor logro y la mayor muestra de este afán se vio el pasado mes de marzo con el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Irán y Arabia Saudí bajo el auspicio de China.
Así, en general, esta decisión respecto de Albania se enmarca en una estrategia de política exterior más amplia. Si bien Albania no es en sí una potencia de gran envergadura, es miembro de la OTAN y país candidato a la adhesión a la UE. Simultáneamente, en Albania se encuentran acogidos desde 2013 por razones humanitarias un grupo de disidentes y opositores iraníes pertenecientes a la Organización de los Muyahidines del Pueblo de Irán (MEK), lo que ha provocado varias veces tensiones entre los dos países.
En conclusión, las motivaciones de Irán al abrir esta sección de intereses de Albania a través de Turquía son diversas. En general, se enmarcan dentro de una estrategia que busca reposicionar a Teherán como potencia regional a tener en cuenta y fomentar lazos que le permitan salir de la situación de aislamiento económico y sanciones en la que se encuentra en los últimos años. Queda por ver si Albania decide aceptar la iniciativa y actuar con algún tipo de reciprocidad o si a corto plazo no se vislumbra el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países.
