spot_img

¿Qué esperar de los Balcanes Occidentales en 2023?

Análisis

David García Pesquera
David García Pesquera
Graduado en Relaciones Internacionales en la Universidad Rey Juan Carlos. Sus principales intereses son la geopolítica, el análisis de conflictos y la seguridad internacional, especialmente en Europa del Este, Oriente Próximo y el Norte de África.

El 2023 se presenta para la región de los Balcanes Occidentales con distintas posibilidades de conflicto o acuerdo entre Serbia y Kosovo, un nuevo papel de Rusia como aliado serbio y desestabilizador en la región y una creciente influencia china. Todo ello, en un contexto de falta de integración en las instituciones europeas y la guerra de Ucrania.

El año 2023 se presenta con retos muy importantes para los Balcanes occidentales, tales como la respuesta a la guerra en Ucrania, la solución de las disputas y controversias que persisten, el proceso de integración europea que sigue fraguándose y el papel de China y Rusia en la región.

Por otro lado, el año 2022 ha estado marcado por la invasión de Ucrania por parte de Rusia, los efectos de dicha guerra, las tensiones entre Serbia y Kosovo y las perspectivas de futuro con respecto a la plena integración europea tras la presidencia de Eslovenia entre julio y diciembre de 2021.

En todo análisis geopolítico se deben tener en cuenta los precedentes en todos ámbitos para poder desarrollar ideas claras con respecto a qué nos puede deparar el 2023. En este artículo aportaremos también estas claves sobre los Balcanes y sobre el objetivo de estudio clave en este artículo: los Balcanes Occidentales.

Te puede interesar: Masterclass | Cómo analizar conflictos geopolíticos | LISA Institute

Un diagnóstico de los Balcanes Occidentales

Los Balcanes Occidentales se componen de todos los países de la antigua Yugoslavia (Eslovenia, Croacia, Bosnia-Herzegovina, Serbia, Montenegro, Macedonia del norte) y Albania. Además, también encontramos a Kosovo, un estado con reconocimiento limitado al cual España no reconoce su independencia y defiende su pertenencia a Serbia.

Si observamos a Eslovenia y Croacia, son los países más avanzados de la región, además de los únicos integrados en la Unión Europea y en la OTAN simultáneamente. Cuando se habla del avance de estos dos países, los datos lo respaldan. Son los dos con mayor Índice de Desarrollo Humano (IDH), 0,918 sobre 1 en el caso de Eslovenia (puesto 23) y 0,858 en el caso de Croacia (puesto 40).

A su vez, su economía ha evolucionado de forma muy clara desde su independencia, aglutinando los dos mayores PIB per cápita, destacando especialmente el caso de Eslovenia, con 24.770 € mientras que son 14.750 € en el caso de Croacia. De esta forma, se ha llegado a grados de competitividad comparables a países del oeste de Europa, destacando especialmente el desarrollo del sector turístico en Croacia o de la industria en Eslovenia. 

Otro de los asuntos importantes de cara a 2023 es que Croacia entrará en el área Schengen a partir del 1 de enero, sumándose a Eslovenia, que ya forma parte desde el 16 de abril de 2003. Esto supone un claro impulso al comercio y la conexión de los Balcanes Occidentales con los países centroeuropeos.

Te puede interesar: ¿Por qué algunos Estados de la UE no quieren a Rumanía y Bulgaria en Schengen?

En cambio, el resto de los países de los Balcanes Occidentales han protagonizado episodios contrarios al progreso de estabilidad que se les requiere. Freedom House define a Bosnia-Herzegovina, Serbia, Montenegro, Albania y Macedonia del norte como “parcialmente libres”, argumentando un deterioro de la democracia, la justicia, las elecciones y la libertad de prensa.

Todos los gobiernos de estos países se han mostrado muy contrarios a la crítica abierta por parte de los medios de comunicación y buscan el bloqueo de todos los métodos de control democráticos a su labor de gobierno. El camino a la estabilidad a la que están llamados los Balcanes Occidentales pasa por mejorar su grado de compromiso democrático y respeto institucional.

A su vez, los problemas estructurales a todos los Balcanes se hacen más evidentes en estos países, con contendientes étnicos y políticos sin resolver y mayor inestabilidad posterior a las guerras de desintegración de Yugoslavia durante los años 90, que también serán visibles en 2023.

Las disputas estructurales entre Serbia y Kosovo

Todo el conglomerado de nacionalidades, etnias, sensibilidades y crisis existentes han hecho de los Balcanes un polvorín durante toda su historia. Aquí comenzó la Primera Guerra Mundial y se desataron las últimas guerras a las puertas de la Unión Europea antes de lo ocurrido en Ucrania, como parte de un siglo XX muy convulso.

Durante el 2023 se espera una situación tensa entre Serbia y Kosovo. El gobierno kosovar busca el reconocimiento pleno de su independencia y la desconexión de las minorías serbias viviendo en el norte. Sin embargo, el gobierno de Vučić defiende el estatus de Kosovo como provincia perteneciente a Serbia.

Te puede interesar: Serbia y Kosovo, la encrucijada en los Balcanes

Tras lo ocurrido durante el verano de 2022, cuando las autoridades kosovares buscaban suspender las matrículas serbias presentes en Kosovo, además de anular los documentos de identidad serbios, eliminando su reconocimiento en los pasos fronterizos, las tensiones se han renovado durante finales de 2022, con una movilización extraordinaria de efectivos por parte del gobierno serbio a las zonas fronterizas. 

Las minorías serbias del norte de Kosovo que defienden el estatus kosovar como provincia parte de la nación serbia han comenzado cortes de carreteras que han derivado en tensiones con las fuerzas del gobierno kosovar. La situación de cara a 2023 se enfoca por dos frentes: el del acuerdo y cese de la tensión o el de las controversias y continuidad de las hostilidades.

Déficit democrático en los Balcanes Occidentales y el camino de 2023

Las consecuencias de los anteriores conflictos, las disputas no resueltas en torno a problemas territoriales y de soberanía, hace mella en los déficits democráticos en gran parte de los países de la región.

Todo ello repercute en la falta de libertad de los medios de comunicación, el no reconocimiento de atentados graves contra los Derechos Humanos en el pasado como el genocidio y los crímenes de guerra, las aspiraciones expansionistas, la incitación al odio contra el diferente, la falta de igualdad de las poblaciones o las leyes electorales inconstitucionales.

A su vez, los gobernantes no llevan a cabo buenas prácticas de su poder, abusando de las tendencias autoritarias y encuadrando a los partidos de gobierno a los que pertenecen en todos los niveles de administración.

Te puede interesar: Por qué la iniciativa Open Balkan siembra la división en los Balcanes Occidentales

Por otra parte, en estos países el desarrollo socioeconómico ha sido evidente pero no suficiente, especialmente en la sociedad civil, carente de cultura democrática plena. Uno de los retos para la democracia plena es el desarrollo de la democracia local, que afronta como reto la “captura del Estado”, fenómeno por el que observamos una administración local totalmente al servicio de personas que controlan el Estado con todo su poder.

En 2023, se debe hacer un esfuerzo por la independencia de todas las administraciones de una serie de personas muy ligadas al Estado, evitando así que se den concesiones de contratos públicos manipulados y a veces ilegales, además de nombramientos, empleos y promociones sin ningún mérito de personal del sector público.

Por otra parte, las consecuencias de la guerra en Ucrania han afectado a la economía y las políticas energéticas y se prevé que estos primeros meses de 2023 correspondientes al invierno sean especialmente duros en zonas montañosas de interior como los Alpes Dináricos, como parte de las zonas más frías de la Península de los Balcanes.

A su vez, la evolución demográfica es mayormente negativa y en 2023 se prevé un descenso de población, siguiendo con las tendencias de los últimos años tanto en Serbia como en Albania y Bosnia. Por su parte, un mejor augurio no supera el estancamiento poblacional en Montenegro, Macedonia del norte y Kosovo. La bajada de la tasa de natalidad se suma a la inmigración por causas laborales a otros países europeos.

La geopolítica de los Balcanes Occidentales con las UE, Rusia y China

Pese a todos los déficits expuestos, la apuesta de la Unión Europea por los Balcanes occidentales es clara. Desde la UE parecen creer en la región y sus posibilidades: no solo para seguir desarrollándose, sino también para integrarse en las instituciones europeas en su totalidad.

Por ello, pese a las críticas y los toques de atención, durante este 2023, Occidente parece que se mantendrá dispuesto a tolerar las tendencias antiliberales de estos países, siempre y cuando que los gobiernos locales contribuyan a la estabilidad regional. Todas estas medidas y este interés quedaron plasmados con la decisión de celebrar una cumbre comunitaria en Tirana el 6 de diciembre de 2022, siendo la primera vez que se celebra una reunión de este calado en un país de los Balcanes.

Te puede interesar: ¿Ha aumentado la división en el grupo de Visegrado la guerra de Ucrania?

De hecho, la guerra de Ucrania causa un efecto de arrope a los países balcánicos no miembros de la Unión Europea, como parte de una estrategia común en contra de las decisiones de Rusia y dejando en segundo plano en cierta forma todos los aspectos que eran criticables en otro momento. Se han priorizado las ventajas que unen a los Balcanes Occidentales defendiendo ideas y valores en contra de lo ocurrido en Ucrania, situación que continuará en 2023.

Te puede interesar: La creciente importancia geoestratégica de Asia Central

Como muestra de ese acercamiento, encontramos acuerdos para frenar la dependencia energética rusa, de unos 1.000 millones de euros, con la posibilidad de participar en las compras conjuntas de gas e hidrógeno verde. A su vez, también se ha optado por incluir a los estudiantes universitarios de estos países dentro del programa Erasmus y a partir de este año 2023, entra en vigor el recorte en el recargo de las tarifas de teléfono móvil de llamadas e internet internacionales, el conocido como (roaming). 

Te puede interesar: Masterclass | La geopolítica de la energía | con EOM

En el caso de Serbia, es un aliado tradicional de Rusia y su gobierno se ha mostrado escéptico ante las acciones de Putin en Ucrania, no sumándose a las sanciones aplicadas ni condenando el régimen ruso. A cambio, Putin proporciona apoyo a los serbios en los asuntos relativos a Kosovo y tensiona Bosnia-Herzegovina dando apoyo a los ultranacionalistas ortodoxos, muy presentes en la República Srpska, entidad de Bosnia donde la población serbia es mayoritaria.

Te puede interesar: Cinco conflictos postsoviéticos y la geopolítica de Rusia

Por su parte, la Unión Europea trabaja para que en este 2023 los movimientos de Serbia sean en favor de las políticas comunitarias y así avanzar en su integración europea y su paulatino desligamiento de Rusia. Sin embargo, se presenta como algo complejo porque sigue habiendo un nacionalismo serbio muy favorable a Rusia y rencoroso con occidente y los bombardeos a Belgrado por parte de la OTAN durante 1999.

Te puede interesar: Kosovo y Libia, las razones por las que la OTAN ya no interviene

En el caso de China, 2023 es un año clave para sus pretensiones de ganar influencia en la región balcánica. El avance de los chinos en los Balcanes Occidentales se remonta a la crisis financiera del año 2008. Desde entonces, China ha estrechado lazos en asuntos relativos a la metalurgia, la minería, los transportes e infraestructuras y el sector energético.

Una reciente investigación del Balkan Investigative Reporting Network (BIRN) cifró en 135 los proyectos que se habían puesto en marcha en una década por empresas vinculadas a China. El valor de dichos proyectos ascendía hasta los 32.000 millones de euros como cifra más baja.

Te puede interesar: Economía, pandemia y hacia dónde va la China de Xi

En Serbia, dicha cooperación ha avanzado aún más y se extiende hasta la seguridad y la digitalización, llegando a existir modificaciones legislativas en favor de los inversores procedentes de China. Un ejemplo de ello son las plantas de carbón, que no cumplen con la legislación medioambiental internacional y que han recibido denuncias y manifestaciones contrarias en el país.

Stephanie Fenkart, directora de International Institute for Peace expresó lo siguiente: “Los Balcanes Occidentales son estratégicos para Pekín por la proximidad de la región con la Unión Europea, que es uno de los principales mercados de exportación de China”. Además, comenta que lo que busca Pekín es abrir corredores estratégicos y define a China como ya el tercer actor en los Balcanes Occidentales.

Con todo ello, 2023 se presenta con las distintas posibilidades de conflicto o acuerdo entre Serbia y Kosovo, el papel de Rusia como aliado de Serbia y desestabilizador en la región y la creciente influencia china. Además, este año también podría verse marcado por las labores de la Unión Europea -y todo Occidente- para trasladar un “efecto arrope” a los países de los Balcanes Occidentales no integrados en las instituciones europeas con respecto a una opinión conjunta acerca de la guerra de Ucrania.

Te puede interesar:

spot_imgspot_img

Actualidad

Dejar respuesta:

Por favor, introduce tu comentario!
Introduce tu nombre aquí

spot_img