Como país fronterizo, Polonia se ha convertido en un eje fundamental en el transcurso de la guerra de Ucrania. El país es uno de los mayores receptores de refugiados y emisores de carga armamentística. Su papel e influencia podría mermar el eje de poder en el seno de la Unión Europea y mirar hacia el este para contener el conflicto en Ucrania.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha cruzado este miércoles, 5 de abril, la frontera con Polonia para reunirse con su homólogo polaco, Andrzej Duda, y el primer ministro del país, Mateusz Morawiecki. El objetivo del encuentro es el de tratar «todos los aspectos de las relaciones bilaterales» entre Polonia y Ucrania empezando por la política de seguridad.
Esta es la primera visita oficial a Polonia desde el comienzo de la guerra y ocurre en el contexto del viaje de regreso del presidente ucraniano desde Washington. En vísperas de esta visita Varsovia entregó, por primera vez en esta guerra, cazas MiG-29 de origen soviético a Kiev.
Además, como te contamos en el boletín diario del 5 de abril de LISA News el director del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR), Serguéi Naríshkin, ha asegurado que Polonia querría hacerse con el control de la parte occidental de Ucrania en caso de que esta colapsara por la guerra.
Desde el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania, Polonia ha destacado con un rol clave como receptor de refugiados y como fuente armamentística. Las autoridades del país han estimado que hasta el 1 de enero de 2023 alrededor de 8,8 millones de refugiados ucranianos habían cruzado su frontera. En este artículo analizamos las claves para entender por qué Polonia juega un papel clave en la guerra de Ucrania.
Polonia en la geopolítica europea
Polonia es un Estado ubicado en Europa central y que comparte frontera con Alemania, República Checa, Eslovaquia, Bielorrusia y Ucrania. Desde siglos atrás, Polonia ha sido víctima de numerables invasiones rompiendo su integridad estatal: de 1772 a 1795 con las Particiones de Polonia en las que el territorio polaco se repartió entre el Imperio Austro-Húngaro, Prusia y el Imperio ruso; en 1939 con las invasiones alemanas y rusas al principio de la Segunda Guerra Mundial; y en 1945 con la anexión del territorio polaco a la Unión Soviética.
La caída de la Unión Soviética en 1991, devolvió a Polonia su estatus independiente, haciendo posible que en 1999 se uniese a la OTAN y en 2004 a la Unión Europea. Pese a la entrada de Polonia en la UE, las relaciones entre ambos no han sido del todo favorables. En los últimos años, ha crecido en el país un sentimiento antieuropeo que ha inundado la política polaca, provocando el auge del partido “Ley y Justicia”, que lleva gobernando Polonia desde 2005 y ha violado en alguna ocasión el Estado de Derecho, a través de discriminaciones al colectivo LGTB +, anteponiendo la ley doméstica a la europea o controlando los medios de comunicación.
No obstante, Polonia sigue siendo una clave geoestratégica en Europa. Primero, por su posición geográfica, que conecta Europa occidental con Europa oriental y segundo, por su potencial armamentístico y la gran presencia de la OTAN en el país. Actualmente, Polonia tiene uno de los mejores Ejércitos de Tierra de toda Europa, superando a potencias como Alemania, Italia o España.
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Polonia en la guerra de Ucrania
Nada más comenzar el conflicto entre Ucrania y Rusia, Polonia hizo pública su condena hacia la invasión rusa y en marzo del mismo año, aprobó una resolución de condena a Rusia por crímenes de guerra en Ucrania. La posición de Polonia en la guerra era previsible, puesto que debido al pasado soviético del país y a sus invasiones, la sociedad ha desarrollado un sentimiento antirruso o rusofobia bastante potente.
Como apuntábamos al principio del artículo, Polonia ha sido el mayor receptor de refugiados ucranianos desde el principio de la guerra y se ha mostrado solidario, brindando ayudas en centros de donaciones e integrando a aquellos refugiados en la sociedad polaca.
Aun así, en el transcurso de la guerra, Polonia ha dado un paso más y también se ha colocado como uno de los países que más armamento ha proporcionado a Ucrania. Todo el armamento internacional que llega a Ucrania pasa por Polonia, más concretamente por la base militar de Rzeszow, a escasos 100 kilómetros de la frontera con Ucrania y que monitoriza los envíos de armamento. A través de una carretera que cruza los 500 kilómetros de frontera polaco-ucraniana, han cruzado misiles, lanzaderas y tanques que han permitido a los ucranianos contener los avances rusos.
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Además, desde principios de 2023, Polonia ha tomado un papel más activo en la guerra. Actualmente, cuenta con el sexto ejército más numeroso de Europa, con 110.000 efectivos. La presencia de la OTAN en el país, y sus buenas relaciones con Estados Unidos y Corea del Sur, han permitido que Polonia importe, y desarrolle, material militar con altas capacidades tecnológicas. Tanto es así que, en enero de 2023, Polonia y Lituania anunciaron el envío de tanques Leopard e instaron a las demás potencias a hacer lo mismo.
Por otra parte, Polonia será el primer país de la OTAN en enviar cazas a la guerra. El jueves 16 de marzo, Andrzej Duda, actual presidente de Polonia anunció que se entregarán cuatro cazas MiG-29 a las fuerzas aéreas ucranianas. Estos cazas tienen origen soviético y se remontan a la era de la Alemania Oriental durante los años 90. El presidente de Polonia asegura que, aunque esos cazas están en sus últimos años de vida por sus capacidades técnicas y pronto serán sustituidos por cazas F-35 de origen estadounidense y FA-50 de origen surcoreano, están siendo reparados para ser utilizados por pilotos ucranianos.
Sin embargo, la iniciativa de Polonia no ha tenido éxito dentro de la OTAN, puesto que el país del este ha tomado esta decisión unilateralmente, ya que otros como Estados Unidos o Alemania se habrían negado a aportar cazas a la guerra para evitar una escalada en el conflicto.
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¿Qué supone el nuevo papel militar de Polonia en Europa?
Hasta junio de 2022, la suma del valor del material militar entregado por Polonia a Ucrania ascendía a 1.800 millones de euros y, desde el inicio de la guerra, Polonia es el sexto país que más ha apoyado a Ucrania, militar, financiera y humanitariamente. Con la guerra de Ucrania, Polonia ha tomado un papel central para la UE y la OTAN debido a la frontera que comparte con Ucrania y a la cantidad de ayuda militar y humanitaria que transita por su país hasta llegar a territorio hostil.
Las violaciones de Estado de derecho dentro de sus fronteras han pasado a un segundo plano con la guerra y se han cubierto con el apoyo que Polonia lleva aportando desde comienzos del conflicto. La política polaca, ahora más que nunca busca derrotar a su enemigo, Rusia aumentando sus capacidades militares y buscando apoyos en Alemania o Estados Unidos.
Tanto Polonia como los países bálticos se sienten unidos por su posición con respecto al gigante ruso y en este sentido, Polonia ha tomado un rol más dominante y agresivo que otros países de la UE como Francia o Alemania que cooperaban y negociaban con Moscú. Por ejemplo, la Alemania de Angela Merkel, canciller alemana durante 16 años, buscaba una política de cooperación con Rusia que fomentó la creación del Nord Stream, un gasoducto de gas natural desde Rusia hasta Alemania creando nuevas conexiones con Europa Occidental.
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En 2014, con la crisis del Euromaidán en Ucrania, una serie de manifestaciones y disturbio europeístas y nacionalistas ucranianos, el bloque Polaco-países bálticos crece con fuerza. Este bloque optaría por una política de conflicto y no cooperación con Rusia. La invasión de Ucrania ha permitido que el bloque emergente esté en el centro de las relaciones geopolíticas de Europa y se encuentre más cercano a Estados Unidos y a la OTAN, permitiendo que el famoso eje París-Berlín —potencias pioneras del proyecto de la UE— pierda fuerza. Por lo tanto, la guerra estaría remodelando el poder dentro de la Unión Europea.
Además, los objetivos geoestratégicos de Polonia y Occidente no acabarían ahí. La Inteligencia Exterior Rusa (SVR) habría afirmado el pasado martes 4 de abril que Occidente está intentando abrir un segundo frente en la guerra, esta vez en la frontera de Georgia, para recuperar las regiones de Abjasia y Osetia del Sur, las cuales fueron ocupadas por Rusia en la guerra ruso-georgiana de 2008.
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De esta manera, no podría centrarse exclusivamente en la guerra en Ucrania, sino que también debería destinar al cuerpo militar y armamento a la frontera con Georgia, lo que supondría una distracción para Rusia y una oportunidad para los ucranianos de avanzar terreno en el frente. Además, el director del SVR afirmó que Polonia está ansiosa por ocupar la parte occidental de Polonia, influenciada por los sentimientos nacionalistas polacos.
Esto solo lo habría afirmado la Inteligencia Exterior Rusa y ni Occidente ni Polonia se han pronunciado al respecto todavía a fecha de 5 de abril. Es pronto para saber si las intenciones que afirma el SVR se van a realizar o no pero sí podemos intuir que Polonia seguirá proporcionando ayuda militar y humanitaria a Ucrania y que seguirá aumentando su poder armamentístico. El papel de Polonia puede hacer que otros países de la OTAN tomen iniciativas más activas y envíen aviones militares para cambiar el transcurso de la guerra. Aún queda ver el desenlace y la posición de Rusia frente a la iniciativa de Polonia. Lo que está claro es que tenemos un nuevo eje emergente: un eje en el que Polonia es el pilar fundamental.
Artículo de Selena Vázquez editado por:
Soraya Aybar Laafou. Editora y analista especializada en África en LISA News. Politóloga y periodista interesada en los derechos humanos, la geopolítica y los procesos migratorios. Me apasionan las Relaciones Internacionales y observo con especial interés al continente africano. Soy directora de África Mundi, el primer medio de análisis sobre África en castellano.