El pasado domingo 28 de agosto, la armada de EEUU notificó que dos de sus buques de guerra volvían a navegar por el estrecho de Taiwán. Es la primera operación de este tipo desde la visita de Nancy Pelosi a principios de agosto.
Se trata de los buques USS Antietam y USS Chancellorsville, que realizaban una ruta frecuente en el estrecho de Taiwán según indicó la séptima flota de Estados Unidos en un comunicado.
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El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, en unas declaraciones concedidas al canal CNN dijo que esta operación es un “mensaje muy claro, un mensaje muy consistente de que la Marina de los Estados Unidos, el ejército de los Estados Unidos navegará, volará y operará dondequiera que la ley internacional nos permite hacerlo”.
El ejercito chino se pronunció el domingo 28 de agosto y transmitió que los dos buques estadounidenses estaban siendo monitoreados “en todo momento” y que estaban “listos” para actuar ante cualquier amenaza o provocación.
Este lunes, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Zhao Lijian, calificaba la operación de “provocación” y pedía a Estados Unidos que respete la política de “una sola China”.
La visita de la presidenta de la Cámara de Representantes hace escasas semanas, acrecentó las tensiones entre China y EEUU, a la que China respondió días después con una serie de ejercicios militares.