En este artículo, la alumna del Máster Profesional de Analista Internacional y Geopolítico de LISA Institute, Amanda Melgar explica cuál es el papel de Irán en el conflicto palestino-israelí. Además, incide en la relevancia del líder del Eje de la Resistencia en la región de Oriente Medio, así como en sus ventajas geopolíticas y energéticas.
El ataque perpetuado por el grupo terrorista Hamás el pasado 7 de octubre, provocó no sólo un enfrentamiento entre dos partes, que en su caso, serían Palestina e Israel, sino que además ha fracturado el equilibrio geopolítico. La relación de Irán con Israel ha sido históricamente tensa en los últimos años, sin embargo, su relación con los grupos palestinos muestra un claro apoyo.
¿Por qué poner el foco en Irán?
Irán es un país que lidera el Eje de la Resistencia, el tratado de seguridad anti-Israel conformado por Siria, el grupo libanés de Hezbolá, las milicias chiitas en Irak, Afganistán, Pakistán, grupos militantes en territorios palestinos y hutíes de Yemen.
El hecho de que sea un tratado antisraelí nos da una pista de la posición del propio país, que ha denominado despectivamente al Estado de Israel como un régimen sionista y que, a su vez, define como una entidad colonial, sin reconocer tajamente a Israel como Estado ni su soberanía, llamando incluso a su eliminación.
El apoyo no solo es ideológico sino que, además, su relevancia se profundiza gracias a la financiación que aportan dichos miembros. También influyen en lo político, comercial y militar. Por ejemplo, los hutíes de Yemen presionaron el comercio internacional a través del bloqueo del Mar Rojo e impidió el tránsito de mercancías en la conexión marítima entre Europa y Asia.
Por lo general, Irán ha sido un claro apoyo para Hamás. Algunos ejemplos de ello son la reunión del Ministro de Asuntos Exteriores iraní con el representante de Hamás en Qatar o la reciente participación de ambos sujetos en un encuentro con funcionarios qataríes sobre la toma de decisiones del desarrollo regional, poniendo el foco en el conflicto actual de Gaza.
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Irán y sus argumentos religiosos y políticos contra Israel
Para Irán, Israel es una demostración de la ocupación ilegítima de tierras que históricamente pertenecían a los musulmanes. Dicha idea está basada en el Mandato Británico de Palestina y la la creación del Estado de Israel en 1948. Unas medidas que, para parte del mundo islámico, se estableció a costa de las tierras de los palestinos árabes musulmanes.
Además el gobierno iraní, forma un régimen cercano a la perpetuación y propagación islámica y considera una obligación religiosa el apoyo a los palestinos. Esta creencia deriva de la umma, la comunidad global de musulmanes que defiende la responsabilidad de defender a los musulmanes frente a las injusticias.
Irán considera que es necesario recuperar el control de Jerusalén y de aquellos lugares sagrados situados en territorio israelí. Jerusalén ostenta, por ejemplo, la mezquita de Al-Aqsa, uno de los lugares más importantes del Islam. En este lugar Muhammad ascendió al cielo durante el Isra y Mi’raj. En definitiva, varios Estados musulmanes consideran la soberanía de israelí en dichos territorios como una usurpación clara del patrimonio islámico.
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Oposición frente a Estados Unidos: aliado de Israel, enemigo de Irán
La calidad de las relaciones exteriores de Irán refleja una estrategia de resistencia y oposición a influencias occidentales y sionistas. Lo que implica un enfoque de política exterior centrado en la confrontación más que en la cooperación.
Desde la Revolución Islámica de 1979 en Irán, la política iraní tomó un rumbo de oposición ferviente contra la occidentalidad. No hay mayor representante de ésta como Estados Unidos, con evidente apoyo de Israel.
El ascenso de dicho régimen desencadenó la ruptura de las relaciones diplomáticas y comerciales con Israel. Irán comenzó a considerarlo como un país enemigo y ente colonial de aquellos territorios que, para el gobierno iraní -claro promotor de la ley islámica en todas las esferas de la vida de su país-, eran pertenecientes a los musulmanes.
Desde el estallido de la guerra en Gaza, se ha puesto de relieve el claro enfrentamiento con Estados Unidos. Irán, por su parte, se ha mostrado como un claro embajador del cese del apoyo a Israel. Ante la negativa estadounidense, el país norteamericano ha recibido diversas amenazas, respaldadas por el Eje de la Resistencia liderado por la República Islámica de Irán.
En respuesta a dichas amenazas, Estados Unidos ha atacado milicias favorables a Irán en Siria e Irak. De esta forma, responde a la Guardia Revolucionaria iraní y advierte que «no dejará ninguna amenaza sin respuesta».
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¿Cuál es el papel de Irán en Oriente Medio?
La posición geopolítica y estratégica de Irán en Oriente Medio es fundamental gracias a su historia, ubicación y política exterior.
A nivel histórico, Irán ha sido un Estado clave en el desarrollo político y cultural en Oriente Medio desde el Imperio Persa hasta la actualidad. Por no mencionar su afán de exportar su ideología revolucionaria fuera del país, influenciando conflictos y política interior de la región.
Geográficamente, Irán tiene una ubicación relevante geopolíticamente hablando. El país está conectado con Oriente Medio, Asia Central, el subcontinente indio y el Cáucaso. Además, tiene un gran control sobre el estrecho de Ormuz, punto de gran relevancia para el comercio de petróleo a nivel mundial. Esto, permite ampliar su rango de poder fuera de la región, pudiendo influenciar en la economía global. Por ello, las sanciones internacionales debido a su programa nuclear y política exterior son un factor a tener en cuenta sobre todo dentro de su economía creciente gracias al dominio de grandes cantidades de petróleo.
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Irán cuenta con vastas reservas de gas natural, siendo solo superadas por Rusia y Estados Unidos en términos de producción. Con una producción significativa y la segunda reserva de gas natural más grande del mundo, Irán desempeña un papel crucial en el mercado energético global, subrayando su capacidad para influir en el suministro y la geopolítica del gas natural.
Su política exterior antioccidental genera tensión con aliados de Estados Unidos en la región como Arabia Saudí. El apoyo a grupos y gobiernos liderando el Eje de la Resistencia, permite promover sus intereses a nivel estratégico, sobre todo entre las poblaciones chiitas en Yemen, Líbano, Irak y Siria, amenazando así el predominio suní en la región que pretende Arabia Saudí.
Estos factores convierten a Irán en un actor indispensable en la geopolítica de la región, ya que su estabilidad depende enormemente de las actuaciones que pueda tomar el país. Una demostración de ello, es el apoyo a Hamás en el conflicto actual, y cómo este hecho está influenciando ampliamente la seguridad del territorio. En el pasado, Irán también jugó un papel muy importante en su apoyo a Hezbolá en el Líbano o a Bashar al-Assad en Siria.
