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Por qué la ONU debe renovar el embargo de armas en Sudán del Sur

Análisis

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Contenido creado por el Equipo de Redacción de LISA News con el apoyo del equipo docente de LISA Institute.

Amnistía Internacional ha pedido a la ONU que renueve el embargo de armas en Sudán del Sur debido a la persistente impunidad y el aumento de los incidentes de violencia sexual asociada al conflicto en el país africano.

“El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas debe renovar su embargo de armas en el territorio de Sudán del Sur en medio de que el Estado no garantice la rendición de cuentas por la violencia sexual relacionada con el conflicto (CRSV) y de proteger a los supervivientes, testigos y actores judiciales”, pidió Amnistía Internacional en un nuevo informe sobre el país.

El informe, “Si no cooperas, te mataré a tiros: la violencia sexual relacionada con el conflicto y la impunidad en Sudán del Sur”, revela cómo la CRSV está en curso en el país y cómo se pueden utilizar las armas para facilitar la violencia sexual. También revela cómo dos secciones de un plan de acción que se redactó para abordar la CRSV en el país, adoptado por el gobierno en enero de 2021, aún no se han implementado plenamente.

Según declaró la directora de Amnistía Internacional para África oriental y meridional, Deprose Muchena, desde la organización de derechos humanos se han documentando más de una docena de casos de violencia sexual relacionada con conflictos en los últimos años, incluidas “mujeres que fueron violadas a punta de pistola”. “Por lo tanto, el Consejo de Seguridad de la ONU debe renovar su embargo de armas en el territorio de Sudán del Sur”, exigía Muchena.

Supervivientes de CRSV declararon a Amnistía Internacional que fueron violados por una amplia gama de personas, incluidos soldados del gobierno; un miembro del Servicio de Seguridad Nacional (NSS); miembros del Movimiento de Liberación del Pueblo Sudanés en la Oposición (SPLM-IO), el principal grupo armado de la oposición, el Frente de Salvación Nacional (NAS), un grupo armado no estatal que se negó a firmar el acuerdo de paz de 2018; hombres armados; “rebeldes” y hombres desarmados; incluidos adolescentes.

Según denuncia Amnistía Internacional, la violencia sexual con los conflictos a menudo no se denuncia, especialmente cuando involucra a víctimas masculinas. En este sentido una superviviente de la violencia sexual relacionada con el conflicto dijo que vio a hombres armados violar a su vecino masculino a finales de 2018. “Lo desnudaron, le dijeron que se poniera en cuclillas. Cuando se arrodilló, empezaron a violarlo por detrás”, contó. Según la testigo el hombre se ahorcó más tarde.

“Las autoridades de Sudán del Sur deben abordar urgentemente estos casos de violencia sexual relacionada con el conflicto. Su respuesta debe basarse en las necesidades médicas, psicológicas y socioeconómicas de los supervivientes. También debe abordar las causas profundas de la violencia e incluir a las sobrevivientes en la toma de decisiones sobre asuntos que les afectan”, dijo Deprose Muchena.

Según AI, los defensores de los derechos humanos en Sudán del Sur también apoyan la renovación del embargo de armas “como medida para reducir las violaciones y abusos de los derechos humanos, incluidas las violaciones y los asesinatos de civiles”. Una defensora de los derechos de la mujer dijo a la organización que “cuantas más armas tengan [sudsudaneses], más violaciones… el arma es su fuerza para violar a las mujeres”.

A pesar de los cientos de casos de CRSV documentados por las Naciones Unidas, Amnistía Internacional y otras organizaciones en la última década, los enjuiciamientos de sospechosos de violencia sexual relacionada con conflictos siguen siendo “raros” en medio de una impunidad generalizada.

Desde enero de 2020, solo un puñado de casos de CRSV cometidos contra civiles por funcionarios de seguridad del Estado han sido llevados a juicio en tribunales militares o civiles, lo que solo rasca la superficie de la escala de los casos. Hasta la fecha, ningún presunto autor de CRSV ha sido acusado de crímenes de guerra o tortura. Sudán del Sur tampoco ha incluido los delitos en virtud del derecho internacional en su marco jurídico.

Amnistía Internacional se opone al uso de tribunales militares de Sudán del Sur para tratar las graves violaciones de los derechos humanos de los civiles porque no cumplen con las normas de un juicio justo. Carecen de independencia, en parte porque el presidente tiene poder de veto sobre los veredictos y las sentencias dictadas por los consejos de guerra.

La organización también pide a las autoridades de Sudán del Sur que establezcan el Tribunal Híbrido para Sudán del Sur al que se comprometió en los acuerdos de paz de 2015 y 2018. También pide al gobierno que suspenda a cualquier funcionario razonablemente sospechoso de ordenar, cometer o facilitar violaciones del derecho internacional humanitario, incluidos los actos de violencia sexual, hasta que se haya llevado a cabo una investigación efectiva, independiente e imparcial.

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