En el último año, y con la guerra de Ucrania a las puertas de la Unión Europea, la sociedad civil española parece haber incrementado su interés por las Relaciones Internacionales y la Geopolítica. Pero, ¿hasta qué punto? ¿Interesan solo los conflictos internacionales que nos afectan? ¿Por qué y cuáles son las herramientas para crear más concienciación en materia internacional?
Las bases de la geopolítica se centran en el poder político y la geografía en la que este se desarrolla. Sin embargo, el pensamiento sobre la geopolítica va más allá y abarca una perspectiva entera del funcionamiento del orden mundial, incluyendo el equilibrio de poderes y los motivos estratégicos detrás de las decisiones de los actores internacionales.
Que la sociedad esté formada e informada sobre lo que ocurre en el mundo es clave en una democracia. En este artículo analizamos hasta qué punto las Relaciones Internacionales y la Geopolítica están presentes en España.
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La geopolítica en España en el debate político y social
En relación a la presencia de las Relaciones Internacionales en los debates políticos en España, si se suele utilizar como estrategia electoral y llevar a debate aquellos temas que más interés despiertan en la ciudadanía, durante las elecciones generales de 2019 ningún debate político incorporó un verdadero interés sobre política exterior y actualidad internacional más allá de referencias a la guerra comercial entre Estados Unidos y China o la situación en Venezuela. A raíz de la guerra de Ucrania esto podría cambiar de cara a las próximas elecciones.
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Más allá del plano político, hay un asunto que es todavía más primordial, la presencia en el debate social. En este apartado, planteamos si la sociedad española verdaderamente tiene interés por la geopolítica y si ese interés es intrínseco o no en nuestro país.
De acuerdo con el barómetro de diciembre de 2022 del Centro de Investigaciones Sociológicas —CIS—, un 5,3% de los españoles considera que la guerra en Ucrania es uno de los tres principales problemas de la sociedad española. Un poco más abajo en el documento, encontramos la categoría “Política Exterior y Relaciones Internacionales sobre el papel de España en el marco internacional”, que solo es considerada como una de las tres mayores preocupaciones por el 1% de los encuestados. Pese a que se encuentra por delante de otras problemáticas como la independencia de Cataluña o el racismo, se trata de una preocupación menor en la sociedad española actual.
Si acudimos a los datos que responden a cuál es el problema que afecta de mayor forma e individualmente a cada uno de los encuestados, las cifras no arrojan resultados muy distintos. La guerra de Ucrania desciende hasta el 4,2% situándose en el puesto 13 mientras que la categoría “Política Exterior y Relaciones Internacionales sobre el papel de España en el marco internacional” apenas preocupa al 0,5% de los encuestados como uno de los principales tres problemas que más les afectan personalmente.
Cabe destacar que algunos de los problemas que copan las primeras posiciones son derivados de categorías generales como la que implica las Relaciones Internacionales. Actualmente, la subida de tarifas energéticas, que es un problema derivado de la invasión de Rusia en Ucrania, ocupa el puesto 9 con el 6,6% de los encuestados.
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No existe una conciencia social acerca de la geopolítica como herramienta que influye en las tendencias económicas, políticas y sociales. Es la base de las cuestiones que se plantean una vez el diagnóstico internacional sea claro. Otros ejemplos de problemas que los españoles plantean como principales y tienen relación con lo que ocurre a nivel internacional son el cambio climático, la crisis de valores o los problemas de índole económica, que ocupa la primera posición y hace referencia de forma mayoritaria al contexto inflacionista en la actualidad.
En este sentido, hay una labor pedagógica por desarrollar acerca de cómo funciona el mundo y por qué al formar parte de la sociedad internacional, cualquier elemento de cambio tiene repercusión directa, ya sea una guerra, una crisis o una cita electoral.
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Asentar las bases: la formación sobre Geopolítica en España
Una de las cuestiones principales a la hora de desarrollar un pensamiento geopolítico o internacional claro entre la población y los ciudadanos empieza por la educación y formación en los colegios. En España, los contenidos relativos a los acontecimientos internacionales se centran en la asignatura de Ciencias Sociales, que comprende Geografía e Historia en la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y posteriormente en Historia del Mundo Contemporáneo en el bachillerato de Ciencias Sociales.
En el primer caso, los contenidos se centran en eventos históricos: crisis del Antiguo Régimen con la Revolución Francesa, la Revolución Industrial o las Guerras Mundiales, pero no precisan en el siglo XXI, ni mucho menos en el mundo actual. En el caso de bachillerato, se da una mayor especificación del orden internacional actual, con ampliación de los contenidos anteriores junto a un enfoque a lo ocurrido tras la caída del Muro de Berlín y los atentados del 11 de septiembre de 2001.
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Sin embargo, no existe una enseñanza clara sobre las alianzas internacionales, el funcionamiento de organismos internacionales como la Unión Europea o una verdadera formación en términos geopolíticos, a excepción de la especialización posterior que se puede encontrar en las carreras universitarias, en caso de que exista un interés incipiente por aumentar los contenidos sobre esta disciplina.
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Por lo tanto, y sabiendo que la educación obligatoria es clave para inculcar conocimientos e intereses, podemos afirmar que la formación básica no aporta una visión del mundo más allá de lo histórico o lo que afecta directamente a nuestras fronteras.
Cuando hablamos de formación universitaria en primer lugar hay que destacar que la carrera de Relaciones Internacionales es relativamente nueva y que, a día de hoy es una formación multidisciplinar, en desarrollo académico constante y tiene su origen en el Derecho Internacional.
Su primera implantación en España data de 1974 como parte de una asignatura del plan de estudios en la Universidad Complutense en Madrid. Durante los años 90, dicha asignatura también se impartió en universidades como la Autónoma de Madrid, Santiago, Granada, la Pompeu Fabra y la Autónoma de Barcelona, todo ello en carreras relacionadas con la Sociología o Ciencias de la Información.
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Los frenos a la existencia de una licenciatura propia de Relaciones Internacionales nacen de un tejido no adaptado a la oferta académica europea y a las instituciones internacionales, junto con una reticencia por parte de las Facultades de Ciencias Políticas y Derecho al suponer una expansión del campo de las Ciencias Sociales y Jurídicas y, por lo tanto, una pérdida de alumnos en sus centros.
Finalmente, en 2009, comienza a impartirse el Grado en Relaciones Internacionales en la Universidad Complutense de Madrid y en la Universidad Pontificia Comillas. Más adelante, la carrera se ha implementado progresivamente en más instituciones, tanto públicas como privadas, y en las principales ciudades españolas. Precisamente y atendiendo a la ley de oferta y demanda, esta expansión viene reñida por un creciente interés por la disciplina a nivel académico.
Algunas de las universidades que han implementado Relaciones Internacionales como un grado oficial en su plan de estudio son: la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, la Autónoma de Barcelona o la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. No obstante, la creciente demanda ha contrastado con la pérdida de alumnado en carreras limítrofes en términos de contenidos.
Cuando hablamos de Geopolítica, la formación presente en Grados y Máster disminuye en España. Sin embargo, la que existe, como es el caso del Máster Profesional de Analista Internacional y Geopolítico de LISA Institute, es cada vez más especializada y se cubre diversos aspectos clave como puede ser la Ciberseguridad, el Análisis de Conflictos o el Análisis de Inteligencia.
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La geopolítica en España desde los think tanks y medios de comunicación
Una de las principales herramientas para el conocimiento riguroso de la sociedad internacional son los think tanks. Estos “centros de pensamiento” funcionan como laboratorios de ideas, organizaciones con una naturaleza investigadora y que conducen estudios y aportan documentos de investigación de la mano de expertos en las materias tratadas. Generalmente, actúan con independencia con respecto a la tendencia política que son más cercana.
De acuerdo con el informe “2020 Global Go To Think Tank Index Report”, elaborado por la Universidad de Pensilvania, hay tres think tanks españoles entre los 150 más prestigiosos del mundo. Destacamos el Real Instituto Elcano como el principal think tank español, seguido del Barcelona Center for International Affairs y la Fundación Alternativas. A su vez, este estudio destacó el crecimiento de las labores de investigación en España, con cada vez más organismos independientes que dan respuesta a distintas averiguaciones, pasando de 66 en el informe de 2019 hasta los 95 en el año 2020.
En relación a los medios de comunicación y a la información internacional cubierta por la prensa digital española, los datos arrojan que, en cuanto a la localización de sucesos internacionales, la cobertura de los medios españoles se distribuye de la siguiente forma con los siguientes porcentajes: América (42,4%), Europa (26,4%), Asia (23%) y África (8%). Por otra parte, y sin apenas cobertura, Oceanía (0,2%).
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Además, se destaca la notoriedad de Estados Unidos como gran potencia internacional, aportando hasta el 44% de la cobertura mediática relativa al total del continente americano. Por otra parte, en el continente europeo, Francia tuvo el mayor porcentaje de cobertura con el 28,4%, seguido de Italia, Bélgica (11,6%), Reino Unido (10,4%), Rusia (9,5%), Alemania (7,2%). Por lo tanto, prima la cobertura de Europa occidental a excepción de Rusia como potencia hegemónica del este.
En África, Egipto suma hasta el 38% de la presencia mediática, seguido de Libia y Mali (9% ambos), destacando los países del norte del continente como los más presentes en la información internacional española.
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Siguiendo este patrón de resultados, podemos afirmar que la geopolítica internacional en España interesa en aquellas potencias internacionales, países estratégicos, países en conflicto, países vinculados y países con influencia en su región geográfica. En cuanto a los contenidos, los porcentajes de cobertura internacional se reparten de la siguiente forma: política (37%), guerras y conflictos (27,5%), asuntos sociales (9,6%), sucesos (8,6%), justicia (6,5%) y economía, negocios y finanzas (6,2%).
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Aun así, debemos de poner en valor la innovación y aparición de nuevos medios de análisis españoles especializados en contenidos relacionados con la geopolítica. Entre ellos, destacamos a El Orden Mundial, Descifrando la Guerra o Geopol 21. Los tres trabajan en contenido de divulgación acerca de la actualidad internacional y las causas detrás de sucesos tanto históricos como actuales y, además, forman parte del Profesorado del Máster Profesional de Analista Internacional y Geopolítico de LISA Institute.
¿Cómo aumentar la cultura geopolítica en España?
Si valoramos las perspectivas de futuro, podemos afirmar que con el contexto internacional que se vive tras la guerra en Ucrania, se ha visto una evolución en los intereses sociales. Se ha pasado del “¿Qué es eso que estudias?” al “Ahora sois más necesarios que nunca” en referencia a la disciplina de las Relaciones Internacionales. Ha sido precisamente una guerra en las puertas de Europa la que ha impulsado el sentimiento de necesidad de conocer el funcionamiento de nuestra sociedad y que ha planteado un potencial auge de la disciplina.
¿Por qué debería aumentar el interés? Precisamente por la necesidad de desarrollar mayor cultura geopolítica y que existan más herramientas de cara al futuro y así conocer mejor como influye el papel de cada actor internacional en nuestro día a día. Precisamente y, atendiendo al análisis expuesto, en términos de cobertura en medios de comunicación, la población española siente atracción por la geopolítica en contextos de política y conflicto.
Los objetivos a futuro para desarrollar el interés y la cultura geoestratégica pasan porque todos los campos a nivel internacional tengan repercusión, y no solamente cuando existen situaciones límites a nivel político y militar. Para ello, y con el propósito de motivar el interés de la sociedad civil, contamos con herramientas como la propia naturaleza de la política internacional, ya que siempre cuenta con asuntos de actualidad que analizar y sobre los que trabajar. Además, difundir cultura internacional es clave para que los ciudadanos estén mejor informados y puedan tomar mejores decisiones.
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Es fundamental dar a conocer los medios mencionados y el trabajo que desarrollan mientras no se pierden de vista los contendientes de la actualidad, sobre los que se estudia y desarrolla un trabajo de análisis de forma continua. Por último, esta volatilidad en los asuntos internacionales nos permite captar la atención de sectores de la sociedad interesados por el dinamismo, desarrollando una labor de emisión de objetivos que llamen su atención.