La Iniciativa de los Tres Mares, influenciada por el término de Intermarium, es una alianza geopolítica entre 12 países de Europa Central y del Este, conectados por el Mar Negro, el Báltico y el Adriático. En este análisis explicamos los antecedentes de esta alianza, su composición y su papel en el marco de la Unión Europea y en la guerra de Ucrania.
El término Intermarium (Międzymorze en polaco) significa entre mares y hace referencia a los territorios situados entre el Mar Negro, el Báltico y el Adriático. Además, implica una alianza geopolítica entre los territorios ubicados entre ambos mares: Checoslovaquia —actual República Checa—, Rumanía, Hungría, la antigua Yugoslavia, Bielorrusia, Ucrania, Finlandia, Lituania, Letonia, Estonia y la potencia líder, Polonia.
El Intermarium fue propuesto por el mariscal y después dictador Józef Pilsudski, al final de la Primera Guerra Mundial. Esta alianza permitía a todos los estados integrantes tener acceso al Mar Negro, al Báltico y al Adriático, con el fin de incrementar su zona de influencia en Europa.
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Tras haber fracasado en su propósito, en 2015, nació el foro de La Iniciativa de los Tres Mares o I3M, rememorando a su predecesor Intermarium, de la mano de los presidentes de Polonia y Croacia y con el objetivo de fomentar la colaboración política y económica entre 12 países: Austria, Bulgaria, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, República Checa y Rumanía. Además, esta alianza también cuenta con la participación de Estados Unidos, cuyos presidentes tanto Donald Trump como Joe Biden, han estado presentes en las reuniones de la I3M.
¿Qué es el Intermarium?
El Intermarium es una iniciativa que viene desde mucho más antes en el tiempo. Durante el siglo XVI, se intentó unificar los tres mares: el Mediterráneo, el Negro y el Báltico. La iniciativa fue propuesta por la Mancomunidad Polaco-Lituana, que comprendía los territorios del Ducado de Carlandia y Semigalia —Letonia—, el Ducado de Livonia —Letonia y sur de Estonia— y el Ducado de Prusia —norte de Alemania—. Sin embargo, la Mancomunidad fue disuelta en el siglo XVIII con las Tres Particiones de Polonia, en la que Prusia, Austria y Rusia anexan el territorio polaco.
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No es hasta finales de la Primera Guerra Mundial, cuando se crea la Segunda República Polaca, que la iniciativa del Intermarium vuelve a la escena. Józef Pilsudski, el hombre que hizo posible la independencia de Polonia y jefe del Estado polaco quería volver a establecer la Mancomunidad Polaco-Lituana para defenderse de Alemania y Rusia.
De hecho, el término de Intermarium no existía propiamente hasta que Józef lo acuñó —en latín “Entre Mares” y en polaco “Międzymorze”—. El objetivo de Jozef era anexar todos los territorios posibles que tenían salida a los tres mares: el Mediterráneo, el Báltico y el Negro, y establecer una alianza con los estados del Báltico, los Balcanes y Escandinavia.
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Sin embargo, esta alianza fracasó por la mala relación que Polonia estableció con países como Checoslovaquia. En 1939, con el inicio de la Segunda Guerra Mundial, Polonia fue invadida por los Nazis y en 1945, volvió a resurgir bajo influencia soviética con unas fronteras totalmente diferentes.
¿Qué es la Iniciativa de los Tres Mares?
Hasta la caída de la Unión Soviética en 1991, Polonia no tuvo una independencia real, ya que estaba bajo influencia soviética. Es durante el siglo XXI cuando Polonia toma un papel relevante en la geopolítica. En 2011, se creó el Grupo Visegrado, una alianza política y militar entre la República Checa, Eslovaquia, Hungría y Polonia. Esta alianza militar tenía como objetivo principal la integración en la OTAN y en la Unión Europea y también desmarcarse de sus predecesores comunistas. Este grupo sería el origen de la Iniciativa de los Tres Mares.
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En 2015, Andrzej Duda y Kolinda Grabar-Kitarović, los presidentes de Polonia y República Checa respectivamente lanzaron un proyecto para la construcción de infraestructuras de energía, transporte y telecomunicaciones en Europa Central, llamado la Iniciativa de los Tres Mares con sede en Varsovia, Polonia.
Algunos de los proyectos de la I3M incluía la construcción de una carretera de norte a sur, conectando Lituania y Grecia o la construcción de oleoductos desde Polonia a Croacia. Esta alianza está compuesta por 12 países de Europa Central y del Este —Austria, Bulgaria, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, República Checa y Rumanía— que además conforman casi el 30% de la población europea. En 2016, la Iniciativa de los Tres Mares tuvo su primera sesión en Dubrovnik y ahí, se firmó una declaración de cooperación entre los países integrantes económica, energética y logística.
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La alianza está financiada por la UE, que ha jugado un papel muy importante en este sentido, puesto que habría dedicado unos 150.000 millones de euros de Fondos Estructurales, más fondos del Connecting Europe Facility y del Banco de Inversión Europeo.
Además, la I3M no solo cuenta con el apoyo de sus estados miembros sino también con el de Bruselas, China y Estados Unidos. De hecho, en 2016 el ministro de Asuntos Exteriores de China, Liu Haixing, participó en la Primera Cumbre de la I3M y en 2017, la Segunda Cumbre del I3M fue copresidida por el expresidente Donald Trump.
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Desde su creación, la I3M ya ha celebrado varias cumbres, siendo las más destacables las de 2017, con la copresidencia de Estados Unidos, y las de 2018 y 2019, en las que el gigante estadounidense se comprometió comprometía a aportar material energético a los países miembros del I3M.
De hecho, en la sexta Cumbre de la I3M en julio de 2021, Joe Biden expresó a través de una videollamada su apoyo hacia el proyecto para mejorar la integración y la conectividad entre los países miembro y las instituciones europeas.
¿Qué papel tiene la Iniciativa de los Tres Mares en Europa?
La Iniciativa de los Tres Mares es un proyecto geopolítico que surgió en el siglo XVI, revivió en el siglo XX y se consolidó en el siglo XXI. Con la guerra de Ucrania, esta iniciativa cobra mucho más sentido. No debemos olvidar que el objetivo principal de la I3M es que sus países miembro se desvinculen de la dependencia energética rusa.
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Además, Polonia —promotor del I3M— tiene ahora un papel central en la geopolítica europea. Pese a ser la principal economía de la zona no euro, Polonia no mantiene una buena relación con Bruselas. Desde el 2005, ha sido gobernada por el partido populista “Libertad y Justicia” y desde esa fecha, la Comisión Europea ha denunciado una serie de políticas llevadas a cabo por el gobierno que violarían el Estado de Derecho como: la discriminación de personas LGBT+, el control de los medios, el rechazo de acogida de migrantes, el rechazo al aborto o la supremacía de la constitución polaca sobre los tratados europeos.
La mala relación entre Bruselas y Varsovia mira hacia el pasado. Polonia ha sido un territorio estratégico víctima de consecutivas sucesiones por parte de Alemania, Austria y Rusia y ha desarrollado un sentimiento antirruso y antieuropeo que ha influenciado su discurso político y ha desembocado en el auge del nacionalismo y la ultraderecha.
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Además, Polonia ha recibido bastante ayuda militar de su aliado, Estados Unidos. Tiene el sexto ejército de la Unión Europea más grande por tamaño —con 110.000 efectivos— pero su armamento es uno de los más modernos tecnológicamente, ya que ha firmado acuerdos con Estados Unidos y con Corea del Sur —principal potencia militar asiática— para renovar sus tanques y cazas y destinarlos a Ucrania.
En 2015, el Grupo Visegrado —alianza militar entre Polonia, Hungría, Eslovaquia y República Checa— era uno de los mayores opositores sobre las políticas de migración de la Unión Europea. Sin embargo, la relación entre Polonia y Hungría se habría roto, puesto que Hungría se opuso a las sanciones rusas y decidió mantener relaciones con Moscú, algo que Polonia toleró.
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Esta situación permite que la I3M sea muy atractiva para Polonia y los Estados del Este. En junio de 2022, la I3M convirtió a Ucrania en socio partícipe de la alianza. Por lo que podemos interpretar que la alianza busca expandirse para continuar sus proyectos energéticos y de transporte. Además, el apoyo de Estados Unidos al I3M permite que la presencia de la OTAN en Europa se refuerce. Todo apunta a que esta iniciativa puede ser una vía de escape para las economías del Este y también para el transcurso de la guerra.
De hecho, la línea ferroviaria que conecta Varsovia con Kiev es estratégica, ya que toneladas de armamento militar y refugiados recorren la ruta. La I3M ha hecho pública su condena a la agresión rusa contra Ucrania y habiendo convertido al mismo como socio del I3M, espera poder ayudar a la recuperación económica ya no solo de Ucrania, sino de los países del Este.
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El I3M coloca a Europa del Este como una potencia geoestratégica dentro de la Unión Europea en la que Polonia es un enclave estratégico importante en materia de geopolítica y cooperación. Queda por ver como se desarrollan los siguientes proyectos de la alianza, pero el proyecto Intermarium siempre estará presente en la geopolítica europea.
Artículo de Selena Vázquez editado por:
Soraya Aybar Laafou. Editora y analista especializada en África en LISA News. Politóloga y periodista interesada en los derechos humanos, la geopolítica y los procesos migratorios. Me apasionan las Relaciones Internacionales y observo con especial interés al continente africano. Soy directora de África Mundi, el primer medio de análisis sobre África en castellano.
