Hace unos días, el presidente de Rusia, Vladímir Putin anunció la suspensión de su implicación en el tratado nuclear nuevo START o START III. Un pacto, que mantiene con Estados Unidos, y que ha generado inseguridad y preocupación entre las potencias internacionales.
El pasado 21 de febrero de 2023, Vladímir Putin anunció en su primer discurso del estado de la Federación tras el comienzo de la guerra hace un año, que Rusia suspendía su participación en el último tratado de control de armas nucleares, el START III. No obstante, Putin aclaró que Rusia no se retira definitivamente del tratado, sino que congela su participación en él. Además, el presidente ruso ha señalado que el enfriamiento de las relaciones nucleares entre Rusia y Estados Unidos ha sido causado por el propio país estadounidense.
¿Qué son los tratados START?
Al final de la Segunda Guerra Mundial, el mundo presenció por primera vez el uso de armas nucleares en los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki. Tras las consecuencias medioambientales que estos causaron, la comunidad internacional se dio cuenta de que estaba ante una nueva amenaza.
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Las armas nucleares son las más destructivas de la Tierra hasta el día de hoy, ya que son capaces de destruir ciudades enteras y causar consecuencias a largo plazo en las personas y en el medio natural. Según informes de Naciones Unidas, actualmente hay registradas alrededor de 22.000 armas nucleares en el mundo y se han llevado a cabo más de 2.000 ensayos nucleares.
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Durante la Guerra Fría, algunas potencias como Estados Unidos, Rusia, Francia, Israel o Reino Unido desarrollaron arsenales nucleares. Desde 1946, la ONU ha mostrado un fuerte compromiso para frenar la proliferación del armamento nuclear. Su primera resolución con este propósito data de 1946, cuando hizo un llamamiento a eliminar de los armamentos nacionales las armas atómicas.
La Asamblea General siguió con su iniciativa y convocó tres periodos de sesiones extraordinarios en 1978, 1982 y 1988 respectivamente, dedicados al desarme. Finalmente, en 1968, en una Conferencia de desarme se consiguió llegar a un acuerdo multilateral con el Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares, que entró en vigor en 1970. Los START entran en otro grupo de tratados bilaterales.
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Los tratados START –Strategic Arms Reduction Treaty– son tratados firmados entre Rusia y Estados Unidos para reducir la proliferación de armas nucleares entre las dos potencias. Existen tres tratados START, firmados en distintas fechas. El último de ellos, el 8 de abril de 2010.
El START I fue firmado el 31 de diciembre de 1991, cinco meses antes de la caída de la Unión Soviética —por lo tanto, estamos hablando de toda Europa del Este y Eurasia—, ya que durante la Guerra Fría varias potencias como Estados Unidos, Rusia, Francia o Reino Unido desarrollaron un amplio programa nuclear que aún seguía activo y sin regulación. Este primer tratado además de reducir el número de arsenales nucleares obligaba a ambas potencias a intercambiar información acerca de sus fuerzas nucleares.
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El START II fue firmado en 1993, siendo el sucesor del anterior. Este tratado nunca entró en vigor debido a las intervenciones militares estadounidenses en Kosovo e Irak y a la ampliación de la OTAN. Además, Estados Unidos también había abandonado el Tratado ABM de Misiles Antibalísticos en 2002. Esto permitía a Estados Unidos desarrollar escudos antimisiles en Polonia y República Checa. Moscú consideró esta acción como un ataque directo a su seguridad nacional, por lo tanto, en 2007 Rusia salió del Tratado de Fuerzas Convencionales en Europa —FACE—.
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El START III —también conocido como Nuevo START— fue firmado en 2010 por Barack Obama y Dimitri Medvedev, el entonces presidente de la Federación de Rusia. Entró en vigor en 2011 y caducaba en 10 años, en 2021. Sin embargo, ambas potencias decidieron prolongar su vigencia 5 años más. Este tratado reduce el número de cabezas nucleares desplegadas, los misiles de largo alcance y los bombardeos con capacidad nuclear.
La reacción de la comunidad internacional a la decisión de Rusia y el START
Es importante recalcar que Putin solo mencionó que su país suspendía, que no retirarse, el tratado Nuevo START. Con lo cual, Putin estaría abierto todavía a negociaciones. Sin embargo, el presidente ruso afirmó en su discurso del pasado martes que Rusia debía poder probar armas nucleares si Estados Unidos también era capaz de hacerlo. Por ejemplo, en 2019 Estados Unidos probó el lanzamiento de un misil de rango medio, un tipo de arma que tenía prohibido lanzar por un acuerdo con Moscú en la década de 1980.
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Tras el discurso, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, anunció que la decisión de Putin de suspender el tratado era irresponsable y desafortunada, pero que Estados Unidos seguía estando dispuesta a entablar conversaciones para defender los intereses y la seguridad de su país y de sus aliados.
Por otro lado, Jens Stoltenberg, Secretario General de la OTAN, respondió tras el discurso del presidente ruso que Rusia no estaba preparada para la paz sino para la guerra y que por ese motivo era necesario incrementar el apoyo a Ucrania. También añadió que el bando Occidental tiene claro que Rusia es el perpetrador y agresor de la guerra y Ucrania la víctima.
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Durante la rueda de prensa en la que comparecieron Stoltenberg, Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y Dimitró Kuleba, ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Stoltenberg anunció que la suspensión unilateral de Moscú del tratado está desmantelando el sistema de seguridad global, creando un orden emergente más peligroso. Además, pidió a Rusia que reconsiderase su decisión.
Por su parte, desde esa rueda de prensa que se celebró en la sede de la OTAN en Bruselas, Borrell pidió a los ministros de defensa europeos determinar el suministro de municiones a Ucrania y proporcionar las armas necesarias. También recalcó que Rusia, miembro permanente del Consejo de Seguridad, violó la Carta de las Naciones Unidas atacando a Ucrania y que este, tenía derecho a defenderse de este ataque injustificado, y, por lo tanto, que la comunidad internacional está legitimada para apoyar al país víctima de la agresión. Borrell señala que el suministro de municiones se puede hacer a través de varias vías, sin embargo, siendo la más sencilla la de la utilización del Fondo Europeo de la paz para destinar dinero a la compra de armas para Ucrania.
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Otros países también condenaron el discurso y la decisión del presidente ruso. Reino Unido o Francia han pedido a Putin que dé marcha atrás en su decisión. Rishi Sunak, portavoz del primer ministro británico, calificaba su decisión como irreflexiva. Simultáneamente, el gobierno de Emmanuel Macron recordó que el START III es un tratado indispensable para el control de armas nucleares y la estabilidad internacional. Además, el presidente galo subrayó la importancia del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares, el cual Rusia también ratificó.
¿Qué implica la suspensión de START?
Desde el inicio de la guerra, las relaciones entre Estados Unidos y Rusia con respecto al START III ya estaban bastante frías, ya que, según el Instituto Internacional para la Investigación de la Paz de Estocolmo, deberían de haberse realizado 18 inspecciones nucleares en 2020 y 2021 por ambas partes. Unas inspecciones que, debido a la pandemia, no se hicieron pese a las condiciones de inspección del Nuevo START.
La Asociación Atlántica Española argumentó en rueda de prensa que el 31 de enero Estados Unidos comunicó que no estaba obteniendo información de las visitas de verificación por parte de Rusia estipuladas en el tratado, ya que no se estaban llevando a cabo. También concluyó diciendo que en esta situación lo lógico por parte de Rusia era suspender el tratado, que no quiere decir que no se vaya a renovar o se vaya a denunciar.
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Por otro lado, Vicente Garrido, profesor de la Universidad Rey Juan Carlos y experto en armas de destrucción masiva, explicó que el objetivo de Rusia es conseguir que Estados Unidos deje de suministrar armas a Ucrania. También da la posibilidad de que haya un aumento de armamento nuclear y de arsenal de misiles, dándole a su vez la oportunidad a China y al resto de países con armas nucleares a no desmantelar su arsenal.
Para El Orden Mundial, medio de análisis internacional, Putin no utilizaría armamento nuclear para ponerle fin a la guerra. “No puede permitirse lanzar una bomba nuclear si no está en el peor de los escenarios” afirmaba el codirector en Al Rojo Vivo. Esto supone que Rusia solo quiera amedrentar a Occidente y mantenerlo en vilo para demostrar que Rusia sigue estando fuerte y nada vulnerable.
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Todavía hay que esperar para ver como sigue el curso de la guerra y cuáles son las respuestas, tanto a corto como a largo plazo, de las potencias internacionales. Todavía no podemos sacar en claro las intenciones futuras de Rusia ante el desarrollo del conflicto.
Sí que es cierto que no podemos obviar esta decisión de Putin, ya que, aunque pueda ser solo para difundir miedo y mantener alerta a la comunidad internacional, podría estar dispuesto a defender su nación con energía nuclear si el desarrollo de la guerra le obliga a ello. De momento la suspensión de este tratado solo implica el poder hacer pruebas nucleares sin ningún tipo de inspección. No obstante, la comunidad internacional debe llegar a un acuerdo para que estas pruebas nucleares no traspasen los límites de la seguridad internacional.
Editado por:
Soraya Aybar Laafou. Editora y analista especializada en África en LISA News. Politóloga y periodista interesada en los derechos humanos, la geopolítica y los procesos migratorios. Me apasionan las Relaciones Internacionales y observo con especial interés al continente africano. Soy directora de África Mundi, el primer medio de análisis sobre África en castellano.