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La crisis estratégica de la arena

Análisis

David García Pesquera
David García Pesquera
Graduado en Relaciones Internacionales en la Universidad Rey Juan Carlos. Sus principales intereses son la geopolítica, el análisis de conflictos y la seguridad internacional, especialmente en Europa del Este, Oriente Próximo y el Norte de África.

En los próximos años la ausencia de arena no podrá suplir las demandas de países y ciudades emergentes. En este análisis exponemos las causas, consecuencias y alternativas de la arena, el segundo material más usado del mundo.

La arena es un recurso fundamental para el desarrollo económico, pero es un bien escaso que sufre una alta demanda, un proceso de extracción complejo y labores de contrabando que dificultan su proceso legal. A su vez, existen efectos contrarios en el ecosistema y la sociedad derivados de la explotación de este material, que plantean si existen alternativas de futuro.

La arena como recurso

La arena es el segundo material más usado del mundo, solamente por detrás del agua. Por lo tanto, encabeza la clasificación del uso de materiales sólidos. A su vez, se trata del segundo material más explotado del mundo, superando a los combustibles fósiles. Naciones Unidas estima que el uso anual de arena alcanza los 50.000 millones de toneladas.

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El principal uso de la arena es la construcción. Se emplea para fabricar elementos esenciales para la industria de la construcción, tales como el hormigón o el vidrio. Por lo tanto, es un recurso fundamental para el desarrollo de vivienda, hospitales, colegios, carreteras o coches. Además, también se emplea en la fabricación de fertilizantes agrícolas, ordenadores y chips electrónicos.

Se prevé que la demanda de arena aumente, con un empleo industrial que ascenderá de los 3200 millones de toneladas al año en 2020 a 4600 millones de toneladas en 2060, de acuerdo a datos proporcionados por la Universidad de Leiden en Países Bajos. El aumento de las construcciones de hormigón, sumado a las demandas debido al crecimiento demográfico, promueve este aumento.

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Se estima que una casa de tamaño medio necesita 200 toneladas de arena, mientras que un hospital 3.000 y un kilómetro de autopista 30.000 toneladas. La progresiva urbanización y el crecimiento demográfico descontrolado favorece esta necesidad de edificación en material hormigón y la demanda exacerbada de la arena como recurso. Los ejemplos más claros de ello son los dos países más poblados del mundo, China e India, que aglutinan el crecimiento más pronunciado de la población que habita las ciudades, que se prevé en torno al 60% de cara a 2050 de acuerdo con Naciones Unidas. 

El mapa de la crisis de la arena centrará este análisis en los casos de estudio de China e India y el sudeste asiático, que alcanzan el 67% de la producción de hormigón mundial. En 2014, se utilizaron 12.830 millones de toneladas de arena para construcción en todo el mundo, de las que más de un 70% fueron destinadas a proyectos en Asia según datos de la consultora Freedonia Group. A su vez, Price Waterhouse Coopers estima que de cara a 2025, el 60% del gasto global en infraestructura se hará en Asia.

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La extracción de arena no es sencilla, ya que no todos los recursos disponibles en el planeta son aptos para su uso industrial. La arena del desierto es demasiado suave y fina, y, por lo tanto, no es útil como agente aglutinante. Por otro lado, la arena en el fondo del mar tiene niveles de cloruro demasiado elevados para que se dedique a labores de construcción.

Ello nos lleva a labores de extracción muy complejas, ya que la mayor parte de la arena empleada en la construcción se obtiene del fondo de ríos, lagos, deltas y costas. Estas tareas generan efectos en los ecosistemas, tales como la erosión del terreno, la desprotección frente a los temporales marinos, la salinización de los acuíferos, la destrucción de espacios protegidos y la pérdida de alimentos.

Escasez de arena: piratería y alternativas

El aumento de la demanda de arena y las dificultades en la extracción producen que muchas de las demandas de este recurso no sean cubiertas. La arena es un material de fabricación lento sumado a una demanda que supera su capacidad de regeneración y suministro por parte de la propia naturaleza. Ello ha derivado en el problema global de escasez de arena. Además, los riesgos medioambientales que implica y la mala gestión de la explotación y del recurso en general, alimentan este problema.

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Uno de los elementos que más penaliza la correcta práctica de los recursos arenosos es la piratería. Este fenómeno ha aumentado en los últimos años, complicando aún más las labores de extracción legal y beneficiosa y logrando menoscabar los efectos negativos de la misma. Las bandas organizadas que explotan la industria de la arena para la construcción han comenzado a surgir en todo el mundo, reportándose hasta 70 países con actividades de extracción ilegales. Entre estos, destaca el caso de India por los lazos entre las pandillas organizadas y la administración. Con estas actividades, se mantienen los efectos negativos de la explotación de este recurso a la vez que perjudican la vida de los ecosistemas y la economía de las zonas.

Los piratas actúan principalmente durante la noche y sustraen la arena para venderla en el mercado negro. Estas redes ilegales se ven favorecidas por la escasa regulación presente en muchos países además de por la falta de seguridad jurídica y persecución policial. Se trata de una actividad de difícil control, ya que el acceso a estos recursos está al alcance de todos y en lugares públicos y abiertos.

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Una vez se exponen los problemas de escasez y el recrudecimiento de este debido a la piratería, resulta conveniente explicar alternativas al consumo de arena que dificulten el fin de las reservas de este recurso y obstaculicen la pérdida de demandas insatisfechas. Estas medidas a su vez son formas de combatir la piratería indirectamente, ya que se aportan alternativas que minimizarían el negocio de los contrabandistas.

Existen posibilidades de regular nuestro consumo de arena. El investigador Paul Behrens aporta soluciones tales como la prolongación de la vida útil de los edificios, el reciclaje de materiales y la cooperación internacional en la extracción de arena y en el desarrollo de tecnologías de construcción.

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Un ejemplo a destacar es Ciudad de México, que ha desarrollado una planta de reciclaje de hormigón en las proximidades de la ciudad para reducir en un 80% la distancia en transporte. Además, existe una legislación que obliga a todas las empresas que trabajan en obras en la ciudad a contratar una planta para reutilizar los escombros y darles un tratamiento adecuado.

La arena en el mundo

El Delta de Mekong en Vietnam

La extracción de arena en los canales del Delta del Mekong en Vietnam registra una serie de consecuencias que afectan al ecosistema y a la población de la región, que supera los 21 millones según datos de 2019. Las principales actividades económicas de la zona que aportan riqueza a la población son la agricultura y la pesca, proporcionando el 50% de los alimentos a Vietnam, mientras que el ecosistema consta de manglares, insectos, plantas y cientos de especies de reptiles, aves y mamíferos. Se trata del tramo final de un río que concentra la mayor biodiversidad en peces de todo el mundo, solamente después del Amazonas.

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La arena se extrae de los canales del Delta del Mekong para importarse a otros países o emplearla en beneficio nacional por parte de los grupos económicos vietnamitas. Según estimaciones del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, el Delta del Mekong pierde 300 hectáreas de tierra anualmente con motivo de la erosión de las riberas del río y de la costa, alcanzando así la pérdida de 3.000 hectáreas de tierra en los últimos diez años. A su vez, el riesgo de sequías va en aumento debido al descenso del nivel del agua y de las aguas subterráneas.

En tiempos recientes, las provincias de Tien Giang, Hậu Giang y Bến Tre, situadas río abajo, han adoptado medidas para limitar la explotación de los recursos arenosos en el río, aunque en declaraciones oficiales del Departamento de Control de Saeguridad en Desastres y su director Tang Quốc Chính, se abre otro punto de debate. El representante expone que los embalses y las centrales hidroeléctricas construidas a lo largo del río impiden que el barro y la arena, que tienen un efecto de relleno y prevención de la erosión, fluyan río abajo. Además, manifiesta que la explotación de la arena en la parte alta del río Mekong fagocita la zona del delta y la parte baja.

El Lago Poyang en China

China es el principal productor y consumidor de cemento del mundo, hasta un 57% del total. Además, de acuerdo con investigadores de Harvard la mayor mina de arena del mundo está en China, en concreto la situada en el lago Poyang, una reserva de agua dulce. Sin embargo, estos recursos no solo se emplean para construir edificaciones y dar respuesta al crecimiento económico y demográfico del país, sino también para proyectos de ampliación del territorio.

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Desde 2014, China ha construido siete islas artificiales en el archipiélago de Spratly, territorio situado en el Pacífico sur y en disputa con Taiwán y Vietnam. Este proyecto de expansión del territorio también lo han puesto en marcha Malasia, Filipinas, Vietnam y Taiwán en sus zonas costeras, pero a un ritmo más lento. Las principales consecuencias sobre el ecosistema marino son la destrucción de barreras de coral.

El Río Ganges en la India

Se trata de uno de los países mayormente dependiente en términos económicos de las actividades de extracción de arena. A su vez, también es uno de los más demandantes debido a su desarrollo urbanístico y demográfico. La extracción de arena se regula a nivel provincial y no a nivel estatal, lo que no favorece que el Gobierno indio promulgue el cumplimiento de las normas aprobadas.

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En torno al río Ganges, especialmente en su cara norte y alrededores, la extracción de recursos arenosos ha favorecido la erosión de las riberas y la deformación del cauce del río, incrementando los efectos de las potenciales sequías e inundaciones. A su vez, se ha contribuido a la destrucción de los hábitats de especies en peligro de extinción tales como el cocodrilo gavial, con alrededor de 200 adultos restantes entre el norte de India y Nepal.

Esta situación sumada a los nexos entre los grupos de contrabando de arena indios y la administración dificultan todos los procesos de la cadena: la extracción, explotación, transformación, satisfacción de la demanda y minimización de riesgos. Además, converge una conexión muy fuerte entre actividades delictivas y las instituciones, con inseguridad para aquellos que denuncian las tropelías y casos de asesinato a autoridades legales y periodistas que exponían a los matones del mercado negro de la arena en India.

Singapur: el mayor importador de arena del mundo

Todos estos casos nos llevan hasta Singapur. El país es el mayor importador de arena del mundo. La arena procede principalmente de Myanmar, Vietnam, Malasia, Indonesia, Tailandia, Filipinas y Camboya. Sus principales usos trascienden el modelo urbanístico y se destinan al aumento de su territorio y vencer las limitaciones geográficas que el país tiene. Se llena el mar con la arena importada para conseguir recuperar tierras.

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Durante los últimos 40 años, Singapur ha crecido 130 kilómetros cuadrados en tierra, lo que supone un 20%, con el empleo de 637 millones de toneladas de arena. Los objetivos pasan por aumentar en 100 kilómetros cuadrados más esta extensión antes de 2030. Ante esta demanda y los efectos negativos anteriormente mencionados, se ha producido una reacción por parte de los exportadores.

Indonesia fue el primer suministrador que frenó las acciones de suministro. A principios de la década de los años 2000, la actividad era muy intensa y a partir de 2007, Indonesia manifestó el parón de todo negocio involucrando la arena, tras la devastación de sus playas con hasta 25 islas desaparecidas.

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A partir de aquí, Malasia o Vietnam han manifestado la escasez de arena para satisfacer los proyectos de Singapur –1,5 millones de toneladas solamente desde Malasia en 2017 según expresa el Departamento de Minerales y Geociencias desde Kuala Lumpur— mientras que Camboya ha prohibido directamente la explotación de arena en sus zonas costeras más en riesgo.

¿Qué pasará con la arena?

La escasez y la dificultad del proceso de extracción de la arena dificultan no solamente los ecosistemas sino también, el futuro de la industria de la construcción. Las zonas afectadas, como los casos de estudio mencionados, ven recortada su competitividad económica y su ecosistema dañado, que no pueden satisfacer las demandas de sus clientes más próximos. A su vez, la crisis energética y de recursos no es equilibrada debido al desarrollo urbanístico y el crecimiento demográfico, lo que lleva a problemas de difícil solución. 

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Solamente el uso adecuado de los recursos arenosos, aplicando la inteligencia, nos lleva a modificar nuestro modelo de producción, consumo y construcción. Se preservará la supervivencia del área del Delta del Mekong y sus peculiaridades al mismo tiempo que se hará con las islas en peligro de desaparición por la extracción de arena, mientras que la actividad desarrollada en China e India vendrá influenciada por sus prioridades a nivel poblacional. Por otro lado, las consecuencias afectan a todos los actores del proceso, pero los países importadores como Singapur deben llevar a cabo una modificación de prioridades en proyectos en terreno, porque los recursos son limitados y no son suficientes para todos sus usos.

Editado por:

Soraya Aybar Laafou. Editora y analista especializada en África en LISA News. Politóloga y periodista interesada en los derechos humanos, la geopolítica y los procesos migratorios. Me apasionan las Relaciones Internacionales y observo con especial interés al continente africano. Soy directora de África Mundi, el primer medio de análisis sobre África en castellano.

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