En junio de 2022 tuvo lugar la Cumbre de la OTAN en Madrid. Durante este encuentro, los Jefes de Estado y de Gobierno de cada país, diseñaron el nuevo Concepto Estratégico de la Alianza. Dentro de este último, el cambio climático tuvo gran relevancia, pues sus consecuencias tienen efecto directo en la Seguridad internacional.
La OTAN convocó una Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno para los días 29 y 30 de junio en Madrid. El objetivo de la Cumbre fue aprobar el nuevo Concepto Estratégico, que actualizaría el de Lisboa de 2010. Los conceptos estratégicos describen la planificación de la OTAN para responder a los retos y a las amenazas que afectan a la Seguridad y la Defensa. Los Conceptos se renuevan cada diez años.
Cabe señalar que durante la última Cumbre, que tuvo lugar en Bruselas en el año 2021, la OTAN aprobó la agenda NATO 2030, con el objetivo de asegurar el poder militar de la organización y reforzar su enfoque global.
El diseño de un nuevo Concepto Estratégico era una de las prioridades de la agenda NATO 2030, aprobada por los Estados miembros en la última Cumbre de Bruselas en 2021. Con su actualización, la OTAN pretende adecuar sus directrices militares y políticas al nuevo contexto global.
Durante esta última década han sucedido una serie de acontecimientos que tienen suma importancia en la configuración del espacio geopolítico y plantean nuevos retos para la Seguridad. Algunos de ellos son, invasión rusa de Ucrania, el Brexit, la retirada de las tropas presentes en Afganistán, etc.
Las principales líneas de acción sobre las que se diseñó el nuevo Concepto Estratégico son: el refuerzo del vínculo transatlántico, la adaptación de la OTAN a una era dominada por la rivalidad estratégica entre grandes potencias, la revisión de las prioridades de la OTAN, la innovación tecnológica y el impacto del cambio climático, entre otras muchas. Cabe señalar, que entre los desafíos que fueron debatidos en la Cumbre, el fenómeno del cambio climático recibiría especial atención.
Con relación a esto último, los Aliados de la OTAN han reconocido la necesidad de responder de manera urgente a la amenaza del cambio climático. En la actualidad, la OTAN lleva a cabo sus iniciativas relativas al cambio climático y la Seguridad, a través del Programa Science for Peace and Security (SPS).
Además, en marzo de 2021, los Ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN aprobaron la Agenda sobre Cambio Climático y Seguridad, a la que se une el Plan de Seguridad y Cambio Climático de la OTAN. A través de estos acuerdos, la Alianza pretende concienciar a los aliados sobre las implicaciones del cambio climático en la Seguridad y la Defensa y mitigar sus efectos
Impacto del cambio climático en el ámbito de la Seguridad
Más allá de las consecuencias naturales y sociales, la Alianza ha asegurado que el cambio climático aumenta también las amenazas relativas a la Seguridad, a las operaciones y a las misiones de la OTAN. En concreto, al desempeño de las tareas militares.
El aumento de las temperaturas extremas, la subida del nivel del mar, los cambios significativos en los patrones de precipitación y los fenómenos meteorológicos extremos ponen a prueba la resistencia de los operativos militares y de las infraestructuras. Además, muchas rutas de transporte están situadas en carreteras costeras, que son especialmente vulnerables a las condiciones meteorológicas extremas.
Por otro lado, el cambio climático también influye en el comportamiento de los diferentes Estados, pues muchas de sus consecuencias impactan directamente en la configuración del espacio geopolítico y en las relaciones entre los Estados.
Por ejemplo, el deshielo del permafrost o capa de suelo bajo la superficie de la Tierra, la desertificación, la pérdida de hielo marino y la apertura de nuevas rutas marítimas, -todas ellas consecuencia del cambio climático-, son factores que pueden contribuir a aumentar la inestabilidad y la competencia geoestrategia.
¿Cuál es la estrategia de la OTAN para reducir el impacto del cambio climático en la Seguridad?
El Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, participó en el debate sobre los riesgos de Seguridad relacionados con el medioambiente que tuvo lugar durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) del año pasado. Durante la discusión, Stoltenberg expuso las tres líneas principales de actuación de la OTAN relativas al cambio climático.
En primer lugar, la mejora de la concienciación sobre el impacto del cambio climático en la seguridad. En segundo punto, la adaptación de las fuerzas y operaciones militares a las circunstancias climáticas y por último, la iniciativa de los Aliados para avanzar hacia la reducción de las emisiones militares.
Respecto a las medias para la mejora de la concienciación de los Estados miembros, la OTAN llevará a cabo una evaluación anual del impacto del cambio climático en la Seguridad, así como de los riesgos que puede ocasionar. El objetivo de esta medida es aumentar la capacidad de la OTAN y de los Estados miembros, para prever futuras alternaciones medioambientales y estar preparada para responder a tiempo.
En lo que respecta a la adaptación militar al cambio climático, la OTAN trabajara en la preparación civil en materia de riesgos medioambientales, en la formación de sus operativos, en la innovación y mejora de sus instalaciones, así como en su capacidad de respuesta a los desastres.
Con relación a las medidas para mitigar las consecuencias del cambio climático, actualmente la OTAN está desarrollando una metodología cartográfica y analítica para trabajar en dos puntos. En primer lugar, para investigar sobre las emisiones de gases de efecto invernadero de las actividades militares, con el fin de reducirlas.
En segundo sitio, para promover el uso de tecnologías sostenibles que sean útiles para las operaciones militares. Para desarrollar esta metodología, la OTAN incrementará el diálogo con la sociedad civil, el mundo académico y la industria sobre cuestiones de cambio climático y Seguridad.
Es preciso enfatizar, que, a pesar de ser que las fuerzas militares son una fuente importante de emisiones de gases de efecto invernadero, nunca antes habían estado sujetos a la normativa que regula la reducción de las emisiones.
A excepción de varios países como Francia, Alemania, los Países Bajos, el Reino Unido y los Estados Unidos, los Estados no medían las emisiones militares. Por este motivo, la OTAN pretende brindar apoyo a los Estados miembros para la reducción de las emisiones, mediante el diseño de diferentes acuerdos de estandarización.
Otras de las medidas de mitigación, es la investigación y el desarrollo de combustibles y sistemas de propulsión alternativos para aplicaciones militares. La OTAN pretende electrificar sus flotas blancas -aquellos vehículos que se utilizan para fines administrativos en vez de operativos-. Para el desarrollo de la estrategia, las fuerzas militares de los Estados construirán más estaciones de carga e infraestructuras de apoyo.
La reducción de emisiones, así como el desarrollo y utilización de tecnologías sostenibles, ofrecen varias ventajas. Entre ellas, reducir la dependencia de los combustibles fósiles. En la actualidad se está desarrollando un programa para la sustitución de los motores del B-52 estadounidenses -bombardero estratégico subsónico de alto alcance- con el propósito de reducir el consumo de combustibles fósiles y disminuir el impacto medioambiental de estos aviones.
Por otro lado, para hacer frente a los nuevos desafíos, es necesario que la OTAN mejore su capacidad de previsión y para ello hay que promover la cooperación entre los Estados. En la actualidad, los países no puede intercambiar entre sí las herramientas de «alerta temprana», conocidas como las «3D», lo que dificulta su estrategia de prevención.
En conclusión, la OTAN pretende concienciar a los Estados de que el cambio climático es otra de las amenazas que afectan a la Seguridad. Por este motivo, debe adaptar sus fuerzas y operaciones militares a la nueva situación, con el fin de ser capaz de prevenir y reducir las consecuencias del cambio climático. Por todo ello, la Cumbre de Madrid se presentó como una oportunidad fundamental, para que la OTAN refuerce su estrategia en materia de Seguridad y sostenibilidad.