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¿Qué es el proyecto Willow?

Análisis

María Belén Agüera Martínez
María Belén Agüera Martínez
Estudiante de Relaciones Internacionales con gran interés en análisis de los conflictos armados, tecnología y ciberseguridad.

El proyecto Willow es un plan petrolífero estadounidense desarrollado en Alaska. Recientemente, las autoridades gubernamentales han aprobado por segunda vez el proyecto, a pesar del calentamiento global, el impacto sobre el medio ambiente y la presión internacional sobre los objetivos de desarrollo sostenible.

El proyecto Willow de extracción de petróleo y gas en Alaska, desarrollado por ConocoPhillips, ha sido aprobado por la Oficina de Administración de Tierras —conocido por sus siglas en inglés como BLM— de Estados Unidos. El proyecto que fue aprobado por primera vez por la Administración Trump en 2020 y ha vuelto a ser ratificado, esta vez por la Administración Biden, tras intentos del propio gobierno para interrumpirlo.

¿Qué es el proyecto Willow?

El proyecto Willow es el nuevo plan aprobado para la perforación de petróleo y gas en la Reserva Nacional de Petróleo de Alaska, específicamente en North Slope. Está previsto que el proyecto implique el gasto de alrededor de 8 mil millones de dólares estadounidenses y que produzca 180.000 barriles de petróleo al día. Esta iniciativa tiene el objetivo de disminuir la dependencia de Estados Unidos del petróleo extranjero.

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Sin embargo, algunos grupos ambientalistas han expresado preocupación sobre el impacto medioambiental y social del proyecto. La directora climática de Greenpeace USA, Natalie Mebane, ha mencionado que numerosas personas se oponen al proyecto, incluyendo a grupos indígenas y al exvicepresidente, Al Gore. A pesar de esto, la Administración de Biden, quien previamente había prometido terminar con las perforaciones de petróleo y gas en tierras y aguas públicas, ha aprobado el proyecto. 

Aunque inicialmente la Administración Biden interrumpió la perforación de petróleo y gas, esta pausa fue anulada por un juez federal en 2021 y desde entonces, la Administración ha permitido nuevas perforaciones en varias áreas, lo cual ha sido impugnado por grupos ecologistas en los tribunales. 

Por ejemplo, la organización Defenders of Wildlife ha expresado su preocupación por los impactos del proyecto en la vida silvestre, incluidos los osos polares, las morsas y las aves migratorias.

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A pesar de la oposición de grupos ambientalistas y comunidades indígenas, el proyecto de perforación de petróleo y gas en la reserva natural, cuenta con el apoyo de legisladores estatales y una coalición de grupos de nativos de Alaska del North Slope. Estos apoyos argumentan que el proyecto creará empleos, impulsará la producción nacional de energía y reducirá la dependencia del país del petróleo extranjero. Los tres legisladores de la delegación bipartidista de Alaska en el Congreso se reunieron el pasado 3 de marzo con el presidente Joe Biden y sus principales asesores, instando al presidente y a su Administración a aprobar el proyecto. 

Además, la coalición de grupos de nativos de Alaska cree que el proyecto podría proporcionar una nueva fuente de ingresos para la región y financiar servicios como la educación y la salud.

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Ante la aprobación del proyecto, el pasado 15 de marzo Greenpeace y otros grupos ambientalistas presentaron una demanda contra la Administración de Biden. Acusan al gobierno por no considerar alternativas que podrían haber reducido significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero y los impactos ambientales del proyecto. 

“Presentamos la demanda de hoy para garantizar que la Administración cumpla con la ley y, en última instancia, cumpla esta promesa para las generaciones futuras.”, explicó Erik Grafe, abogado en la oficina regional de Earthjustice en Alaska.

¿Cuál será el impacto medioambiental del Proyecto Willow?

Según las estimaciones gubernamentales, el Proyecto Willow liberaría 9,2 millones de toneladas métricas de contaminación de carbono al año, lo que equivale alrededor de 260 millones de toneladas métricas de emisiones de Co2 en los próximos 30 años.

Otras organizaciones medioambientales han hecho sus propias estimaciones con resultados similares. Por ejemplo, Alaska Wilderness League alertó de que el proyecto liberaría al aire unos 239 millones de toneladas métricas de gases de efecto invernadero, mientras que Natural Resources Defense Council apuntó sobre los 277 millones de toneladas métricas. Lo cual es comparable a dos millones de automóviles en la carretera cada año durante tres décadas.

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Los grupos ambientalistas, como Earthjustice y Sierra Club, temen que el proyecto cause daño al hábitat de especies autóctonas y afecte los patrones migratorios de animales como el caribú, uno de los principales sustentos de los nativos de la región. Además, están preocupados por el rápido calentamiento del Ártico, ya que este proyecto aumentaría aún más las emisiones de gases de efecto invernadero. 

“Es un paso equivocado y será un desastre para la vida silvestre, las tierras, las comunidades y nuestro clima”, dijo la organización ambiental Sierra Club. Ben Jealous, director ejecutivo de la organización también añadió que el daño que causará el proyecto “quizá no pueda deshacerse nunca”.

También se han presentado más de un millón de cartas de protesta a la Casa Blanca y más de tres millones de personas han firmado una petición de Change.org para detener el Proyecto Willow. Además, Naciones Unidas se ha pronunciado, declarando que no puede haber nuevos desarrollos de combustibles fósiles si el mundo quiere cumplir con los compromisos climáticos.

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Por lo general, el proyecto contradice las pautas establecidos en el último informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático —IPCC, por sus siglas en inglés— para limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales. 

Aun así, para proteger las áreas más sensibles, el gobierno de Estados Unidos ha anunciado la protección indefinida de más de 1,2 millones de hectáreas del Mar de Beaufort en el Océano Ártico, y así evitar la perforación de petróleo y gas en un hábitat importante para ballenas, focas, osos polares y otros animales salvajes. 

La Administración ha mencionado que la zona estará “indefinidamente fuera de los límites” para la perforación de petróleo y gas y que “será protegida a perpetuidad del desarrollo extractivo”.

Además, se propone la implementación de nuevos límites a la perforación en más de 5 millones de hectáreas de tierra “ecológicamente sensible” en la vasta reserva de petróleo de Alaska. Esta área, que fue reservada hace un siglo para la futura producción de petróleo en el estado americano, alberga especies en peligro como los osos polares. 

Artículo de María Belén Agüera Martínez editado por:

Soraya Aybar Laafou. Editora y analista especializada en África en LISA News. Politóloga y periodista interesada en los derechos humanos, la geopolítica y los procesos migratorios. Me apasionan las Relaciones Internacionales y observo con especial interés al continente africano. Soy directora de África Mundi, el primer medio de análisis sobre África en castellano.

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