Desde el fin de la colonización francesa, la competición entre Marruecos y Argelia por la supremacía del Magreb ha degenerado en un conflicto endémico entre ambas naciones. En este análisis examinaremos las crecientes tensiones de la región, los alineamientos estratégicos de los adversarios, así como los posibles desafíos que podrían desencadenar en un conflicto armado entre ambas potencias.
Las hostilidades entre Marruecos y Argelia, que hoy vemos con mayor evidencia que nunca, tienen su origen principalmente en dos eventos que han ido fraguando la tensión diplomática argelino-marroquí: las diferencias que surgieron entre Marruecos y Argelia tras la delimitación de las fronteras en la independencia colonial con Francia, a finales de los años 50 y principios de los 60, y el comienzo del conflicto por la soberanía del Sáhara Occidental que marcaría un punto de inflexión en esta conocida disputa.
Durante años, Argel se posicionó como el principal brazo de apoyo del movimiento de liberación nacional, el Frente Polisario, y al que hoy brinda financiación y refugio en los campamentos del territorio de Tinduf. Por otro lado, Marruecos reclama el control sobre los territorios ocupados por el pueblo saharaui. A su vez, el gobierno de Rabat declaró en 2015 su apoyo al movimiento de autodeterminación Cabilio en la zona del Rif argelino, argumento usado recurrentemente para desestabilizar de forma interna a su país vecino. En el trasfondo de este conflicto bilateral compiten las aspiraciones de ambas potencias africanas por alcanzar una posición de hegemonía política y económica sobre esta región del Norte de África.
➡️ Te puede interesar: La geoestrategia de Argelia
Actualmente, los puntos de fricción no cesan de aumentar en este clima de confrontación, consecuencia de múltiples crisis. Enumerando algunas de las más relevantes destacamos la expulsión de residentes marroquíes en el territorio argelino de Figuig en marzo de 2021; el anuncio del gobierno argelino sobre la ruptura de las relaciones bilaterales con Marruecos al que acusó de promover el terrorismo ese mismo año; o, la negativa de Argelia a renovar el contrato del Gasoducto Magreb-Europa (GME), en octubre de 2021. Esta última decisión de Argel se caracterizó como una clara estrategia de presión a través de una de las fuerzas clave en Europa, España, que se encontraba en ese momento en plena crisis energética.
➡️ Te puede interesar: Masterclass | La geopolítica de la energía | con EOM
En el camino hacia la actualidad, las declaraciones de Marruecos y Argelia han subido de tono, deteriorando visiblemente el trato cordial vigente durante la época pre colonial. Por consecuencia, el riesgo de un conflicto militar argelino-marroquí ha aumentado los esfuerzos de rearme y modernización de los sistemas de defensa a través de inversiones en seguridad y la ampliación del presupuesto militar, que se ve amparado con el respaldo de aliados estratégicos en el marco de las relaciones internacionales.
¿Ante una Guerra Fría en el Magreb? Formación de alianzas y bloques estratégicos en Marruecos y Argelia
En el pasado, la relación entre Marruecos y Argelia, aunque tensas, no desencadenaron en un conflicto bélico debido al temor de involucrar a países vecinos o a los antiguos colonizadores. Sin embargo, el cambio de rumbo hacia un nuevo escenario formado por bloques y confrontamientos cíclicos lo daría Marruecos cuando decidió unirse a la coalición para la liberación de Kuwait en 1990. Esta decisión estableció conexiones entre Rabat e inversores extranjeros, además de obtener apoyo internacional por parte de la Unión Europea o Estados Unidos.
El vínculo con Washington ha demostrado ser una especial ventaja competitiva en materia de seguridad y defensa desde los años 90. En este escenario de constante hostilidad, los ejércitos de ambas naciones llevan a cabo desde entonces operaciones conjuntas anuales para fortalecer la cooperación y el entrenamiento de las capacidades militares de Rabat, como la African Lion 2022 y 2023. A su vez, las compras de material armamentístico, la ingente cesión de vehículos militares y las altas inversiones estadounidenses en la industria militar marroquí son parte del fortalecimiento de la relación bilateral.
Por otra parte, uno de los hitos más significativos fue el reconocimiento estadounidense de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. Este gesto simbólico reafirmó el respaldo de Estados Unidos hacia Marruecos, que desde entonces, junto al afianzamiento de Israel como importante aliado militar desde 2019, generó una oleada de inquietud en Argelia. A raíz de ello, Argelia enfocó sus alianzas exteriores en Rusia y China como prioridad geopolítica de supervivencia a la vez que juega con la influencia de su riqueza energética.
➡️ Te puede interesar: Cómo afecta la ruptura de relaciones entre Argelia y España a la cooperación en seguridad
Desde su independencia, la Unión Soviética, y más tarde Rusia, ha sido el principal proveedor de armas de Argelia. Aunque la invasión a Ucrania puede llevar a la opinión pública a dudar sobre el respaldo de su aliado estratégico, las transacciones actuales demuestran que Rusia aún mantiene una influencia significativa en el Magreb. Esta firme posición se refleja de forma evidente en las declaraciones del líder argelino que recalcó en la visita de junio de 2023 la importancia del apoyo armamentístico brindado por Rusia en momentos muy críticos en la reciente historia de Argelia.
Sin embargo, la decisión de diversificar sus activos militares en la última década por las crecientes amenazas del Magreb, como el terrorismo en el Sahel, hizo que Argelia profesionalizara su ejército con equipos de última generación. Gracias a la ayuda de países como Alemania, Turquía, Sudáfrica o China, del que antes solo importaba armamento ligero, y también del constante incremento de su presupuesto en defensa, hoy en día, Argelia posee uno de los ejércitos más modernos del Norte de África.
A pesar de que Rusia sigue ocupando un papel esencial en las importaciones de armas, representando el 73% del total en 2022, un 13% más que en 2020, la cooperación militar sino-argelina ocupa cada vez más el plano principal del refuerzo militar argelino. Las capacidades de defensa de la armada argelina ven su progreso con la formación anual de unos 500 oficiales argelinos en academias chinas, así como el empleo de la alta tecnología en sus activos militares. Por ejemplo en mayo de 2022, Argelia se convirtió en el primer operador de los misiles supersónicos de defensa costera CM-320 y, aunque se trata de una mera transacción comercial, la elección de un sistema chino para la seguridad marítima de Argelia pone de relieve la importancia de los lazos con el gigante asiático.
➡️ Te puede interesar: Por qué el expansionismo de China y Rusia en África amenaza los intereses de España
Remilitarización y potenciación de las fuerzas militares en Marruecos y Argelia
En despliegue masivo sin precedentes en las fronteras entre Argelia y Marruecos pone de manifiesto una posible escalada militar a partir de septiembre de 2023, según el Maghreb Intelligence, lo que genera reacciones de alarma en Rabat y Argel. La reciente tendencia de Argelia de exhibir públicamente su potencial militar traslada un claro mensaje de que el proceso de rearme no se detendrá por el momento.
Como respuesta al refuerzo de las relaciones entre Marruecos e Israel, junto con el aumento de las operaciones militares de la mano de Estados Unidos y Francia, Argelia mejoró su capacidad de adquisición de armas y destinó casi 10.000 millones de dólares anuales, lo cual representa más del 5% de su PIB, en el presupuesto del Ministerio de Defensa en 2023. Desde 2015 su amplio presupuesto le ha servido para adquirir los potentes cazas rusos SU-30 o el TOR-M2 para el sistema de defensa antiaérea y otros armamentos de última generación, como los misiles supersónicos CM-320 vendidos por China. En contraste, Marruecos solo destinaría 1.000 millones, aunque también se vio incrementado con respecto a años anteriores.
Según el ranking Global Fire Power, que evalúa con una serie de indicadores la fuerza de los ejércitos estatales, en 2023 Argelia ocupó el puesto 26 de 145 de los países con 0,3911 puntos (siendo 0,0000 una puntuación «perfecta») mientras que Marruecos se ubicó en una posición considerablemente inferior, en el puesto 61 de 145 con 1,0524 puntos.
A pesar de esta aparente desigualdad en inversión militar, un nuevo marco puede plantearse en otros campos de seguridad y defensa. Debido a la dependencia energética de Marruecos en sus socios exteriores, diversos factores llevaron al país a sopesar la energía nuclear en un contexto de tensión diplomática con Argelia. La disposición de las autoridades marroquíes a dar este paso está fundamentada en un informe de 2015, el cual presenta recomendaciones que abarcan desde la infraestructura necesaria hasta la legislación requerida para facilitar una transición exitosa.
Sin embargo, las intenciones de construir una planta de energía nuclear en la costa del Atlántico, como así planteaban los responsables del documento, podrían generar preocupaciones en su vecino magrebí en un futuro. La posibilidad de que Argelia, perciba el movimiento como un riesgo potencial a su seguridad nacional, puede motivarle a optar por el mismo camino, lo cual conllevaría una inevitable nuclearización del Magreb.
➡️ Te puede interesar: Teoría de Juegos, armas nucleares y ¿paz armada?
Futuro en el Magreb, ¿a las puertas de un conflicto armado entre Marruecos y Argelia?
Las tensiones entre Argelia y Marruecos han alcanzado una espiral de hostilidad que parece no tener fin. La creciente carrera armamentística entre las naciones vecinas ha sido evidente en los últimos años, generando preocupación en la comunidad internacional. Este fenómeno, sumado a los posicionamientos en bloque de otros actores regionales como Israel y China, plantea la posibilidad de una nueva dinámica similar a la Guerra Fría, pero con diferentes participantes y dinámicas.
➡️ Te puede interesar: Masterclass | Cómo analizar una guerra o conflicto bélico | con Descifrando la Guerra
La disparidad en los esfuerzos de mejora militar entre ambos países es de significativa importancia. Argelia invierte en su capacidad militar, superando de forma evidente los esfuerzos de Marruecos en este sentido. A pesar del apoyo continuo de Rusia, Argelia se encuentra en una posición de vulnerabilidad e inestabilidad, dependiendo en gran medida del resultado de la guerra en Ucrania que afecta a su principal alianza exterior. En este contexto, diferentes escenarios podrían surgir si Argelia concentra sus esfuerzos en China, un actor neutral en el conflicto y con una apuesta por la alta tecnología. Asimismo, en el marco de actuación de Rabat, existe una creciente preocupación sobre la posibilidad de que opte por desarrollar energía nuclear en el futuro y que añaden incertidumbre al cierre del conflicto. Es esencial que la comunidad internacional esté atenta a estos desarrollos y trabaje en la promoción de la diplomacia y la resolución pacífica de conflictos para evitar un deterioro mayor de las relaciones.