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¿Georgia y Moldavia pueden verse arrastradas a un conflicto por los territorios separatistas?

Análisis

David Fraile Ruda
David Fraile Ruda
Alumno certificado del Máster Profesional de Analista Internacional y Geopolítico de LISA Institute, Máster en Comercio Internacional y Administración de Empresas en la Escuela de Negocios de Barcelona y estudiante de Historia. Le apasiona el ámbito post-soviético y los pueblos eslavos, así como la aplicación de la Historia para comprender las realidades sociopolíticas hoy en día. Además también es alumno del Curso de Analista Internacional y del Curso de Experto en Análisis de Inteligencia de LISA Institute.

El Trabajo Final de Máster (TFM) del Máster Profesional de Analista Internacional y Geopolítico de LISA Institute consiste en la elaboración de un Informe de Análisis Internacional real y profesional, en forma y contenido, en el que se apliquen los conocimientos adquiridos y las habilidades desarrolladas en el Máster, simulando un entorno profesional real.

El alumno, a mitad del Máster, debe proponer:

  1. Una temática de TFM sobre algún país, conflicto o tema de análisis dentro de una de las siguientes regiones geoestratégicas del mundo:
    • Unión Europea y Federación Rusa
    • Oriente Medio y África
    • América del Norte y América del Sur
    • Asia-Pacífico
  2. Un destinatario real (ficticio o no) del Informe que realizará, con el objetivo de aportar un valor concreto a una empresa o una institución pública real, a elección del alumno.

Durante el Máster Profesional de Analista Internacional y Geopolítico se aprenden y practican múltiples técnicas y métodos de obtención y análisis internacional y geopolítico. Estas metodologías deberán ser utilizadas por el alumno para investigar, analizar y realizar el Informe de Análisis Internacional de forma profesional, siempre con la ayuda, soporte y acompañamiento de un Mentor, experto en la temática o región escogida por el alumno.

Esta metodología docente inmersiva, simulando entornos profesionales reales, permite al alumno desarrollar habilidades clave y obtener un aprendizaje único que le servirá a nivel profesional.

Desde LISA News, para contribuir al conocimiento colectivo y para impulsar la carrera profesional de los alumnos de LISA Institute, difundimos de forma limitada algunos de los TFM, destacando los resultados y conclusiones a los que han llegado en sus Informes de Análisis Internacional.

Si quieres saber más sobre cómo se redacta un Informe de Análisis Internacional o como se lleva a cabo un Análisis geopolítico, te recomendamos visualizar las más de 50 Masterclass organizadas cada año por LISA Institute, en el contexto del Máster Profesional de Analista Internacional y Geopolítico.

Si quieres formarte en Análisis Internacional o Geopolítica a nivel profesional puedes realizar el Curso de Analista Internacional (3 meses), otros cursos de ámbito internacional y geopolítica o directamente el programa formativo más completo: el Máster Profesional de Analista Internacional y Geopolítico (9 meses).


Título: ¿Georgia y Moldavia pueden verse arrastradas a un conflicto como consecuencia de los territorios separatistas que existen en su territorio?

Alumno: David Fraile Ruda

Tutor: Antonio Herrera

Fecha de entrega: Julio de 2023

Itinerario: Unión Europea y Federación Rusa


🌐 Informe de Análisis Internacional 🌐

ANÁLISIS

En Georgia y Moldavia encontramos dos conflictos “congelados” en regiones separatistas que pugnan por la independencia: Transnistria en Moldavia, Osetia del Sur y Abjasia en Georgia. Nos referiremos a ellos como territorios separatistas de ahora en adelante.

Estos territorios separatistas, de reconocimiento limitado, existen por obtener desde Rusia apoyo militar, institucional y económico, actuando como posiciones avanzadas dentro de países que, pese a estar dentro de la esfera de influencia rusa, cada vez pivotan más hacia Occidente. Estos territorios separatistas son esenciales para Rusia dentro de su estrategia de fronteras seguras, uno de los pilares de su política exterior. El enclave de Kaliningrado, Bielorrusia y Transnistria, conformarían un anillo protector para Rusia respecto a su corazón europeo. De la misma manera, Chechenia, Abjasia y Osetia del Sur serían la primera línea en caso de ataque en el Cáucaso. Rusia recurría defensivamente a estos territorios en caso de guerra para asegurarse tiempo y lograr posicionarse mejor. 

A su vez, dentro de la Doctrina Gerasimov, estos territorios juegan un papel capital al ser bases de desestabilización. Desde ellas, Rusia puede lograr actuar en el espacio gris y tratar de alejar lo máximo posible a Occidente de Georgia y Moldavia. Para ello, utiliza campañas de desinformación, protestas masivas, coacción económica y presencia militar activa.

La capacidad de influencia de Rusia es un elemento esencial dentro de su política exterior, donde busca no solo mantener su influencia sobre todo el espacio posoviético, sino que pretende con ello asegurarse una amalgama de Estados soberanos que, sin necesidad de control territorial de Rusia, actúan basándose en sus intereses. Con este objetivo, se fundó la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (también conocida como CSTO por sus siglas en inglés) y con el mismo fin, se actúa sobre los territorios separatistas para tratar de limitar y si es posible erradicar la influencia de UE y la OTAN.  

La capacidad de Rusia de interferir y mantener divididos a Moldavia y Georgia se debe, por un lado, a la incapacidad de los estados moldavos y georgiano de imponerse sobre los separatistas. Por otro lado, Rusia, ha sabido aprovechar la división étnico-administrativa de la era soviética para alinear a los territorios separatistas a sus intereses.

A ello, hemos de sumar que el uso de herramientas del espectro gris, como es la desinformación, polarización social, inestabilidad política y dependencias económicas han aumentado la separación entre los territorios separatistas, Moldavia y Georgia así como ha asegurado una fuerte lealtad de los territorios separatistas con Rusia.  

Si desde Rusia se siente un exceso de acercamiento, se lanza una invasión limitada que logre paralizar ese acercamiento y si es posible, erradicarlo. Si bien es demasiado arriesgado recurrir a la fuerza directa, actuará en el espacio gris para lograr influenciar basándose en sus intereses. Fruto de ello fue la invasión de Georgia de 2008 destinada a limitar la presencia de la OTAN en el país. Este tipo de actuaciones son recurrentes dentro del espacio de la CSTO, con una Rusia interventora en Kazajistán ante las protestas de 2022 y en la reciente invasión de Ucrania. Y también, fruto de ello es la enorme división social que vemos en Moldavia.  

La doctrina militar rusa, reformada recientemente, plantea el uso de la fuerza limitada y calculada para medir las escaladas y tratar de lograr una importante ventaja operativa y estratégica. Este mismo principio fue el que se intentó lograr en Ucrania pero fracasó. Sin embargo, en Georgia en 2008 fue efectivo, aunque con limitaciones.

Una de las bases de la efectividad de esta doctrina es contar con apoyo local para asegurarse la legitimidad e iniciativa. Actualmente, posee cierta legitimidad otorgada por la afinidad y lealtad de los separatistas. Sin embargo, en el ámbito de la capacidad, no podemos asegurar que Rusia esté lista para emprender ninguna acción militar sobre estos territorios, al menos, hasta el fin del conflicto en Ucrania. Es vital entender que el conflicto de Ucrania y su desenlace va a condicionar toda la política que pueda ejercerse sobre el espacio post soviético. Gane o pierda la guerra, Rusia requerirá de años de rearme y desarrollo económico para tratar de lograr competitividad militar y económica. 

Actualmente, debido a las consideraciones estratégicas mencionadas, considero que el riesgo de una invasión a Georgia y Moldavia por parte de Rusia es moderado. Una victoria en Ucrania puede aumentar el sentimiento de confianza y poder y que se decida culminar el expansionismo, asegurándose aquellos territorios separatistas de las mencionadas Moldavia y Georgia. Por otro lado, la victoria también puede hacerles entender el coste de la guerra de Ucrania y que el deseo expansionista sea, o bien parado o bien pospuesto, hasta que Rusia logre recuperarse demográfica económica y militarmente. En caso de derrota, sería inviable que desde Rusia puedan plantearse durante años imponer por la fuerza su voluntad en cualquier territorio.  

Si bien considero que el riesgo es moderado, todo dependerá de la situación en Ucrania, que creemos que es clave para ver la evolución sobre estos territorios separatistas. El contagio de la guerra es un fantasma temido en Moldavia y el miedo al intervencionismo en el Cáucaso es el fantasma que sopesa a los georgianos.  

La realidad es que exista o no invasión, mientras Rusia logre seguir teniendo a los territorios separatistas de su parte, seguirá actuando desde allí defendiendo sus intereses, contra la UE, OTAN y cualquier organismo internacional que considere enemigo. Por ello, creemos que desde la OSCE y la UE se pueden tomar medidas que logren limitar el poder de Rusia en estos territorios, y que se logre encauzar la vía de la unidad, cohesión, cooperación y estabilidad para reducir lo máximo posible un conflicto. 

Por ello, considero que se ha de aumentar la capacidad de la Política Europea de Vecindad, logrando combatir la corrupción, asegurando un clima político más democrático y desarrollando mayor credibilidad en las instituciones. Ello, acompañado del desarrollo de actividades de inteligencia para combatir la desinformación y lograr poder combatir la alta tasa de criminalidad de los territorios separatistas que ha de ir de la mano de compromisos de desarme y salida de las fuerzas de «paz» rusas de estos territorios. Y, finalmente, conseguir mejores oportunidades económicas y sociales, desarrollar el mercado interno y conseguir atraer a la ciudadanía hacia la UE a través de oportunidades pacíficas y sostenibles.

Si se lograrán estos objetivos, considero que se podría atraer a la ciudadanía en su conjunto, tanto estatal como separatista ante el atractivo de un futuro más seguro y con mayores posibilidades de desarrollo humano.  

CONCLUSIONES

  • Actualmente, el devenir de Moldavia y Georgia es incierto, aunque considero que el riesgo de invasión es moderado, el desenlace del conflicto en Ucrania es esencial para ver la evolución sobre estos territorios.  
  • Rusia es experta en explotar la división étnico-administrativa de la URSS, actuando a día de hoy Abjasia, Osetia del Sur y Transnistria de enclaves afines dentro de la política imperialista de Rusia.  
  • Rusia conoce bien como actuar en el espacio gris, sabiendo perfectamente como escalar y midiendo sus acciones para evitar escaladas incontrolables. 
  • Su poder de disuasión nuclear y su capacidad militar hacen difícil una respuesta militar en caso de agresión rusa. 
  • Aprovechar la debilidad presente y futura de Rusia, su alto coste de recuperación en Ucrania para desarrollar políticas de adhesión en Moldavia y Georgia que logren disipar el atractivo de Rusia y atraer a los ciudadanos hacia la Unión Europea.  

🌐 Memoria del Informe 🌐

Para una mayor comprensión de este Trabajo Final de Máster (TFM) realizado en el contexto del Máster Profesional de Analista Internacional y Geopolítico de LISA Institute, a continuación puedes consultar la memoria del Informe, en la que se muestran todas las fases realizadas: Fase de Dirección y Planificación, Fase de Obtención, Fase de Tratamiento de la Información, Fase de Análisis, Fase de Difusión y Fase de Retroalimentación.

➡️ Te puede interesar: Masterclass | Ciclo de Inteligencia: retos del siglo XXI | LISA Institute

Accede al TFM completo aquí:

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